El
getxotarra Jose Mari Muxika está involucrado en la actividad
cultural vasca desde el año 1988. Aun cuando su profesión
nada tenga que ver con este ámbito, siempre ha tratado
de potenciar su relación con el euskera. El año
2000 fue designado presidente de la Federación Topagunea,
y se muestra optimista con respecto a la actividad que desarrolla
la federación y a la evolución del euskera. Topagunea
es una federación que agrupa tanto a las asociaciones
del euskera como a las publicaciones locales en euskera. Se configura
como un marco para los nuevos proyectos que vayan emergiendo en
el ámbito de las asociaciones del euskera y de las revistas
locales, donde poder compartir ideas y experiencias, gestionar
de forma centralizada para así optimizar los recursos económicos,
y erigirse como un único intermediario ante la administración
y demás entidades.
-¿Cuándo
y cómo se fundó Topagunea? ¿Cuál ha
sido su proceso de evolución? La Federación Topagunea se fundó hace cinco
años, en 1997, como culminación de un proceso de
unificación. En un primer momento se emplazó en
los locales que la asociación del euskera "Berbaro" posee
en Durango, pero ahora ya cuenta con tres oficinas: en Arrasate,
en Lasarte y en Abadiño. Al principio trabajaba una sola
persona, pero al crecer el ritmo de trabajo, ha sido necesario
aumentar el personal, y hoy en día trabajan diez personas.
De los quince socios que tenía en el momento de su fundación
ha pasado a tener 61, tres de los cuales provienen de Álava,
25 de Bizkaia, 31 de Gipuzkoa y dos de Navarra. Por el momento
no tenemos socios en Baja Navarra, Laburdi y Zuberoa, aunque hay
que tener en cuenta que más del 80% de los vascoparlantes
viven en Bizkaia y Gipuzkoa. En este sentido, estamos bastante
preocupados por la situación de Bizkaia, porque a pesar
de haber tantos vascoparlantes como en Gipuzkoa y contar con varias
asociaciones del euskera, debe desarrollar muchos proyectos.
-¿Cuáles
son los principales objetivos de la federación Topagunea?
¿Qué proyectos tiene entre manos?
La
Federación de asociaciones del euskera Topagunea comparte
los mismos objetivos que sus miembros. Sus principales cometidos
son dos: impulsar la actividad de las asociaciones del euskera,
y poner sus servicios a su disposición. Se trata de reforzar
tanto la propia federación como, al mismo tiempo, las asociaciones.
Con tal fin, estamos diseñando una infraestructura que
nos permitirá actuar conjuntamente, aplicar de forma unánime
los valores y conceptos básicos de la federación,
y formular los modelos de financiación de la organización.
-¿Cuál
es el funcionamiento de Topagunea? Topagunea está dirigida y gestionada por una comisión
directiva de nueve personas y se divide en seis áreas:
servicios generales, actividad cultural, niños y jóvenes,
euskaldunización de las instituciones, euskaldunberris
y medios de comunicación locales. Cada una de estas áreas
tiene su propio cometido, cuenta con un grupo de trabajo o lleva
camino de tenerlo.
-¿Cuántas
personas trabajan en ella? En total hay diez personas
trabajando en la Federación. Claro que, además de
las comisiones propias de cada área, hay que tener en cuenta
a las personas involucradas en proyectos concretos y, dado que
las actividades que desarrollan estas áreas varían
asiduamente, el modus operandi también va cambiando.
El área que más tiene que trabajar y más
esfuerzos debe realizar es la de medios de comunicación
locales.
-Entre los
miembros de Topagunea
hay tanto sociedades de euskera como periódicos locales.
¿Cuántos son en total y cómo los clasifican? Como anteriormente
he mencionado, la Federación cuenta con 61 miembros. Si
alguna radio que emite información local desea pertenecer
a la misma, debe cumplir el requisito de "trabajar en euskera".
Entre las revistas locales que no son miembros, están "Xaloa"
y "Oarso". El 91% de las asociaciones del euskera de Euskal Herria
son miembros de Topagunea. En total publican 38 revistas: 9 semanales,
16 quincenales, 11 mensuales y 2 de mayor periodicidad. También
hay sociedades que editan publicaciones especiales no locales.
-¿Qué
difusión tienen estas revistas? Se publican 71.000
números a la semana, 39.300 cada quince días, 60.000
al mes y 10.000 con menor asiduidad. La producción total
asciende a 4.708.600 números al año. No hay ninguna
otra revista o publicación en euskera que alcance dichas
cotas. Últimamente las revistas están cobrando fuerza:
van aumentando su periodicidad, consolidando su gestión,
engrosando la edición, actualizando los sueldos y
fomentando el trabajo en equipo. Podemos asegurar que estamos
atravesando un buen momento. El área cultural de la Federación
Topagunea está cada vez más fuerte. De hecho, organiza
más de 125 actividades al año. En "Kultur Errota",
en la que participan aproximadamente 25 asociaciones, ponemos
a disposición tanto de los miembros como de los técnicos
de cultura un programa de pequeño formato que les ofrece
nuevas alternativas, que además es del agrado de las instituciones
públicas y privadas. Estamos pensando en organizar nuevos
circuitos, como cursos y conferencias. Hay muchas asociaciones
volcadas en los niños y jóvenes, y en estos momentos
estamos estudiando la manera de potenciar las actividades extraescolares.
Otro aspecto que nos tiene muy preocupados es la normalización
del euskera. En ese sentido, hay doce asociaciones trabajando
en la temática referente a los euskaldunberris.
-¿Cómo
repercute la actividad que desarrolla la Federación? Nuestras asociaciones
suman unos 8.500 miembros en total. A los empleados que trabajan
con un sueldo, hay que sumar los cerca de 600 voluntarios. Nuestras
revistas locales cuentan con 240.000 lectores semanales, 130.000
quincenales y 210.000 mensuales, cifras que dan fe de la proyección
que tienen en la sociedad vasca.
-¿Con qué
se encuentran los miembros que forman parte de la Federación
Topagunea? Les ofrecemos una serie
de servicios. Cada dos meses publicamos un boletín interno
llamado Topaberri, en el que informamos sobre las experiencias
y proyectos de las asociaciones y revistas locales que forman
parte de la Federación, y organizamos cursos, seminarios
y jornadas adaptadas a las necesidades de los miembros.
-¿Cuáles
son las principales fuentes de financiación de la Federación,
de las revistas locales y de las asociaciones? ¿Cuál considera
que sería la fórmula más adecuada? Es imposible diseñar
un modelo general, porque las actividades que unos ofrecen nada
tienen que ver con las que otros organizan. Por una parte, hemos
conseguido llegar a autofinanciar el 90% de las colonias de verano
de los niños y jóvenes, y, por otra parte, hemos
dado con un grupo preparado para trabajar con niños disponiendo
de infraestructuras culturales para su promoción sin tener
que cobrar. Como cualquier otro ámbito cultural, también
nosotros necesitamos subvenciones. No hay que olvidar que nuestra
actividad mueve muchos puestos de trabajo, unos doscientos en
total. En resumidas cuentas, creo que habría que subrayar
que Topagunea organiza actividades que la propia sociedad vasca
pide que se desarrollen, y que, por tanto, hay que tomarlas en
consideración.
-¿Qué
se quiere lograr?
Que
estas actividades que la sociedad reclama sean económicamente
sostenibles, nada más. Algunas actividades consiguen autofinanciarse
en su totalidad, pero en otras nos conformaríamos con que
se autofinanciaran en un 50%. Deberíamos analizar por qué
determinadas actividades no llegan a desarrollarse; puede que
se trate de iniciativas que no despiertan el interés de
la sociedad. De todos modos, sólo han transcurrido cinco
años desde que se fundó Topagunea. Todavía
es pronto para sacar ese tipo de conclusiones.
-¿Cómo
piensan actuar desde Topagunea? Tenemos la intención
de empezar a cobrar los servicios que ofrecemos a los miembros.
En lo que respecta a las subvenciones, tenemos que estudiar cómo
darles una continuidad. Estamos buscando unas ratio para
poder llegar a un acuerdo con las instituciones públicas.
-¿Qué
contribuye una revista local a un municipio como, por ejemplo,
Arrasate? ¿y las asociaciones del euskera? En Arrasate nos topamos
con la presencia de "Arrasate Euskaldun Dezagun", "Txatxilipurdi",
"Ekin" y "Arko", proyectos que actúan conjuntamente y que
cuentan con el respaldo de 900 miembros que pagan una cuota. El
caso de Arrasate es bastante peculiar, digno de un examen sociológico,
pero no dispongo de datos suficientes.
-¿Qué
opina sobre el hecho de que las revistas locales actúen
por comarcas? Desde el punto de vista
de Topagunea, el futuro de los medios de comunicación locales
se perfila con más seguridad a partir de una organización
comarcal. Nos hemos acogido precisamente a esa alternativa, como
se puede apreciar en "Oixe", de Sakana, "Anboto", del Duranguesado,
y "Goienkaria", de Debagoiena. Trabajamos desde abajo hacia arriba,
fomentando la colaboración, con calma, sin ningún
tipo de roce, ni entre municipios, ni entre corrientes políticas.
-Siendo de
Arrasate, el caso que más de cerca conocerá será
el de "Goienkaria"... Es una publicación
semanal que cuenta con una tirada de 21.000 ejemplares.
-En Debagoiena
tienen, además, Goiena Telebista... Así es. Con
buenísimos resultados, al igual que el semanario. Estamos
de acuerdo con que las revistas se organicen por comarcas, y en
el caso de
la televisión, nos parece fenomenal. Los gastos de inversión,
mantenimiento y actividad son excesivos para las pequeñas
televisiones locales y les resulta imposible alcanzar las cotas
de publicidad de las revistas. Una estructuración comarcal
les alivia mucho esta serie de problemas.
-¿Qué
opina sobre la relación entre el euskera y las nuevas tecnologías? Es evidente que las
nuevas tecnologías ofrecen nuevas posibilidades. En lo
que respecta a las revistas locales, las nuevas tecnologías
han permitido avanzar a pasos agigantados, y también en
radio y televisión. Gracias a Internet, ya no es necesario
estar físicamente presente en la oficina. Topagunea, desde
la red, ofrece la información local a todos los navegantes,
permitiendo que incluso gente de Bruselas, Reno o Roma nos conozca. De cara al futuro, nos gustaría
ofrecer la información que se produce en otras lenguas
en euskera. Eso sería fabuloso.
Jose
Mari Muxika
Nacido
en Getxo en 1937. Antes de cumplir los 15 años
comenzó a trabajar en una fábrica.
Se licenció en Sociología en Lovaina
con 31 años. En el ámbito social,
ha participado en el movimiento juvenil, de
agricultores, en el mundo sindical y en el movimiento
a favor del euskera. En el terreno laboral,
ha sido jefe de personal, jefe de compras y
vocal del consejo rector de la Cooperativa Fagor.
Hoy día, pertenece al consejo rector
de Goiena y es presidente de Topagunea.
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Fotografías: Teresa Sala
Euskonews & Media 157.zbk
(2002 / 3 / 1-8)
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