«Errota zahar maitea Uraren ertzean
Uraren ertzean da
Basati beltzean»
(Xabier Lete y Lourdes
Iriondo)
l.- ALIMENTACIÓN
Según
Ignacio DE BARANDIARÁN (1),
la primera actividad humana aparece en Euskal-Herria a finales
del Paleolítico Inferior, no hace más de 150.000
años a.C. El Paleolítico Inferior abarca desde el
150.000 hasta el 75.000 ó 60.000 a.C. En estas fechas empieza
el Paleolítico Medio hasta el 35.000 a.C., siguiéndole
el Paleolítico Superior que acaba hacia el 9.500 ó
9.000 a.C.
En estas épocas el número
de personas que habitaban Euskal-Herria podría ser (aceptándolo
con muchas reservas) de 20 a 40 individuos, a finales del Paleolítico
Inferior. De 60 a 120 personas en el Paleolítico Medio
y de 300 a 400 en el Paleolítico Superior, llegando hasta
unos 10.000 (?) en la época dolménica.
Después del Paleolítico
Superior tenemos el Mesolítico, que abarca aproximadamente
hasta el 4.000 ó 3.500 a.C., en que empieza ya un nuevo
período el Neolítico y que es la época a
partir de la cual empezaremos a hablar del tema de los molinos.
Está generalmente admitido
que la alimentación humana fue: 1.º la caza, 2.º la recolección
de frutos, 3.º la ganadería, 4.º el cultivo de productos
hortícolas y 5.º el de productos agrícolas.
En cuanto al modo de prepararlos,
la evolución fue: 1.º crudos, 2.º asados y 3.º cocidos.
Decía ESTRABÓN (58
a.C-21 a 25 d.C.): «Los serranos durante dos partes del año
comen bellotas que secan, machaban y muelen, haciendo pan con
ellas para tener provisiones. Así es la
vida de los montañeses, refiriéndome a los habitantes
de la Costa Norte, los Gallaicos, Astures, Cántabros, basta
los Vascones y el Pirineo. Porque las costumbres de todos ellos
son las mismas» (2).
Telesforo DE ARANZADI, decía
que los vascos nunca comieron bellotas, a lo que replica BUSCA
ISUSI diciendo: «Ha podido suceder que la encina haya sido más
abundante en otras épocas que en la actual. La generalizada
toponimia con ella relacionada (encina=arte), pudiera ser una
confirmación de lo que antecede. Si esto
hubiera sucedido, es muy posible, que los vascos de la época
de ESTRABÓN, comiesen bellotas, pero de encina y que al
desaparecer este árbol, decayese el consumo de la bellota,
por ser las de roble de mala calidad» (3).
GARCÍA CORTÁZAR, al
hablar de los siglos VIII al XI afirma: «La dedicación
económica de una población, con toda seguridad escasísima
en las originarias Vizcaya y Alava fue la ganadería» (4).
Los cereales que en aquellas épocas
se cultivaban eran: trigo, cebada, centeno y avena.
El descubrimiento
de América, supuso la introducción
del maiz, aunque su consumo no se generalizó en Euskal-Herria
hasta mediados del siglo XVII (5).
Así en el siglo XVI tenemos que los productos básicos
siguen siendo: trigo, mijo, castaña y manzana (6).
En un documento fechado en Oñate
el 5 de enero de 1648, dice: «son frutos de esta
villa: trigo y cebada, haba, avena y centeno, maiz y borona, garbanzos
y arveja, sino mucho y bueno» (7).
A mediados del siglo XVIII, se produce
la revolución del maiz, que sustituye al mijo, con tres
cosechas cada dos años (8).
En Bermeo «antes de la guerra», sólo
se hacían hornadas de pan de maiz, y sólo alguna
vez por Navidades o fiestas hacían pan de trigo (9).
Por último anotemos que tan
solo hace seis años, aún se recogía trigo
en el Caserío Lamaran en el B.º de Anguiozar de Vergara,
según nos informó el vecino de dicho barrio Lorenzo
LOIDI, de 58 años. (INDICE)
2.- PREHISTORIA
Telesforo DE ARANZADI, cuando habla
de la molienda dice: «los pueblos de la edad de piedra no poseyeron
molinos y para preparar los cereales se servían de piedras
redondas pulidas, análogas a los que usan
los negros, y entre ellas machacaban y trituraban los granos;
probablemente, tostaban primero los granos, después los
trituraban e introducían en un vaso, donde los humedecían
para comerlos» (10).
Es en la época Neolítica
cuando aparecen nuevas formas económicas, como el pastoreo
y la agricultura, dando paso posteriormente al tejido y a la cerámica.
Los primeros signos de
estas actividades aparecen en el próximo Oriente, hacia
el año 6.000 a.C., pasando del Cáucaso al Egeo y
del mar del Norte a Egipto (11).
En el Museo Nacional
de Antropología de la ciudad de México existen molinos
de mano (en América, «metates») datados en el 5.000 a.C.
(12). Asimismo en el
Museo de la Casa de Cultura de Guayaquil, tenemos «metates» de
la cultura de Valdivia, que se desarrolló
del 3.500 a 1.800 a.C. (13).
En Egipto hay constancia gráfica
de la molienda en el año 2.500 a.C. en las tumbas del Rey
Ti de la V Dinastía (14).
En Euskal-Herria, estos cambios tuvieron
lugar entre los años 3.500 a 2.000 a.C. y es el molino
del tipo barquiforme o amigdaloide de los Husos, en Elvillar,
cerca de Laguardia, del Eneolítico II, datado por el carbono
14 en 2.780 a.C. el primer molino conocido.
Son muchos los molinos de este tipo
que se han encontrado en Euskal-Herria, así, sirva de ejemplo
los de: La Choza de la Hechicera, que es del mismo período,
en Elvillar; en Cortés, de Navarra, que es de la edad de
hierro; el de Kutzemendi o Olarizo (Alava), de los siglos IX a
III a.C.; y otros, así como en zonas limítrofes,
como en Numancia en Soria.
Posteriormente se produce una perfección
técnica del molino de mano o de vaivén, que pasa
a ser de movimiento circular. Una piedra superior gira sobre otra
inferior fija. El grano se va introduciendo por el centro de la
superior y va saliendo el producto o harina por el costado, entre
las dos piedras, cayendo todo sobre una piel en la que estaría
instalado el artefacto. De este tipo rotativo se han encontrado
en muchos lugares de Euskal-Herria, como por ejemplo: Kurtzia-Barrica-Sopelana;
desplobado de Oro, que es de finales del Bronce (hacia 1.100 a.C.);
Salbatierrabide (Vitoria); y otros, así como en zonas colindantes,
como Numancia y Tiermes, en Soria; o Santo Domingo de la Calzada
en Logroño.
El total de molinos de mano encontrados
en Euskal-Herria, alcanzan, aproximadamente, el medio centenar.
Es de destacar
que aun hoy en día, son utilizados por ciertos pueblos;
así, por ejemplo, según nos consta, los de tipo
de vaivén, los usan ciertos grupos de México y Ecuador;
y los circulares, por ejemplo en Afganistán; y los Meos
o Misos de Asia, entre otros. (INDICE)
3.- ROMANIZACIÓN
En los ejércitos romanos,
cada diez hombres llevaban un molino de mano.
El nombre de «bolu», forma vizcaína
de molino, procede del latín «mola»; esto es, muela, y
subsiste en formas romanizadas, en nombres tan primitivos como
Bolibar, Bolinaga, Bolinkoba, etc. Asimismo, «errota» proviene
de «rota»; esto es, «rueda», y forma nombres como Roteta, Rotaetxe,
que vienen de Erroteta y Errotaetxe. Según don MANUEL DE
LECUONA, son formas latinoides anteriores a la duplicación
del original -o- en -ue- del castellano, que son posteriores,
como «rota» por «rueda» y «mola» por «muela», testigos ambos de
una muy temprana romanización del País.
A los molinos de mano llamaban los
romanos «manuealis» o «trusatilis». Los accionados por asnos (evolución
romana al aumentar las necesidades), llamaban «mola asinaria»
y los accionados por el agua, «machinaria molae aquariae». (INDICE)
4.- ACEÑAS
«En torno a su frente (del río),
se fijan unas paletas, que cuando son impelidas por el ímpetu
de la corriente del río hacen girar las ruedas; y así
sacando el agua de los ríos arcabuces, la hacen descender
sin necesidad de la intervención de los hombres, y por
sólo el empuje de la corriente del río suministran
el agua que para el uso sea menester.
De la misma manera
se mueven los molinos de agua, que son en todo semejantes, excepto
en que tienen en uno de los extremos del eje un tambor dentado
que colocado verticalmente gira con la rueda. En conexión
con este tambor dentado, hay otro mayor, y dispuesto horizontalmente,
que forma cuerpo con la rueda. Así los
dientes del tambor horizontal hacen girar la muela. En esta máquina
una tolva que está colocada colgando, suministra el trigo
a las muelas y por efecto de esta misma rotación va moliendo
la harina» (15). Esto
fue escrito por MARco LUCIO VITRUVIO, en el siglo Ia.C.
Bien es cierto también que
esta «machinaria molae aquariae» no debía ser muy abundante,
cuando PLINIO, que escribió unos sesenta años después,
nada nos diga acerca de ellas. Su uso común se retrasó
hasta la época de HONORIO (16),
el cual estuvo en el poder del 395 al 423 d.C.
En la Península el primer
dato que nosotros tenemos sobre los molinos accionados por agua,
data de los años 921 y 932 en la diócesis de Burgos
(17), siendo a partir
de estas fechas abundantísimas las referencias a los molinos
acuáticos.
En Euskal-Herria, entre otros, tenemos
referencias antiguas de molinos en 1053; SANCHO o NÚÑEz
y su mujer donaron a la iglesia de Varria (San
Agustín de Echeberria, en Elorrio), de «hereditates terras
et mançanares, agros et caminos» y más adelante
continúa, «et posuit de unum molinum de media para senior
sançiç» (18).
Otros documentos tenemos en 1090,
1095, 1072, y muchísimos más según van
transcurriendo los años. Así, en el Fuero de San
Sebastián, dado por SANCHO EL SABIO DE
NAVARRA, entre 1176 y 1194, se da a los pobladores de San Sebastián
la facultad de levantar hornos, baños y molinos (19).
En 1304 se habla de unos molinos otorgados al
convento de San Bartolomé (20).
En 1352 se escrituró un ajuste entre la Villa de Zumaya
y el Prior del Convento de, Roncesvalles, y se habla de «la rueda
de Yregui» (21). Alfonso
XI de Castilla el 16 de enero de 1370 concedió a la ciudad
de San Sebastián licencia para construir molinos de viento
dentro de la ciudad (20).
Por otra parte, a partir de la Edad
Media, fue utilizándose la fuerza motriz producida por
el agua para además de moler.: pulir arroz, machacar mineral,
elevar cargas, fabricar papel, paños y pólvora,
como fuelle de ferrerías y martinetes, para pulir mármol
y para mil y un usos distintos, llegando casi hasta nuestros días,
como lo demuestra el batán de Uztarroz
en Foz Minchante.
ITURRIZA recoge en 1787, 15 aceñas
en Vizcaya (22).
En Guipúzcoa, en algunos sitios
como en Oiartzun, Anzuola o Vergara, llaman al rodete, AZENILLA.
Por otra
parte, sólo hemos encontrado en todo Guipúzcoa dos
referencias a este tipo de molinos: una, en Vergara, barrio Anguiozar,
al costado de Errotea, donde había una central con dos
«acenillas de madera», todo ello ya desaparecido; y otra referencia
era en Mutiloa, ya que en el molino de Oruko-errota, del barrio
de Ergoena, tenía una aceña de madera, que fue vendida
al caserío Larraondo de Cerain, que la utilizaba para dar
luz. Hace unos 40 años se la llevaron para una carpintería
de Segura, donde con el tiempo se destruyó.
(INDICE)
5.- MOLINOS
Designaremos Molinos, a diferencia
de las Aceñas, las máquinas de moler que tienen
la rueda motriz colocada en sentido horizontal, en lugar de vertical,
como en las aceñas.
JULIO CARO BAROJA data la transformación
o «gran revolución» de la molinería
en el País Vasco en el siglo XIII. Esta transformación
fue el paso del molino tipo Aceña al Molino de
eje vertical, con rueda colocada en sentido horizontal, o llamado
por nosotros simplemente «molino» (23).
Otros autores, como PIERRE CIVILLIER, hablando de Cata luña,
sitúan esta transformación en el siglo
XIV (24).
La primera representación
gráfica que conocemos de este tipo de molinos es de 1430,
de un molino de Bohemia (25).
Posteriormente tenemos en Italia a FRANCESCO
DE GIORGIO, que los pintó en 1475, e
incluso lo hizo LEONARDO DA VINCI (1452-1519)
(26).
El Diccionario Histórico-Geográfico
de 1802 (27), da para
Guipúzcoa la cifra de 405 molinos, para Vizcaya de 716
molinos, para Alava de 83 molinos y para Navarra
de 217 molinos.
En 1860 había
en Guipúzcoa 335 molinos (28)
y en 1885 en Vizcaya 528 molinos (29).
En 1948, en Guipúzcoa funcionaban 82 molinos (30)
y en Navarra 300 molinos (31).
En Guipúzcoa los datos actuales
que nosotros hemos obtenido, por ahora, son: 556 molinos, desglosados
en 123 desaparecidos, 97 en ruinas, 271 desmanteladas las maquinarias,
15 que ya no trabajan y 50 que lo suelen hacer.
Por otra parte, son numerosos los
lugares, pueblos y villas que han adoptado el nombre de molinos
o algunos de sus derivados; así, tenemos Rota, Molinos,
Molinar, etc. Sólo en España hemos contabilizado
más de 90 nombres. En Guipúzcoa tenemos: Errotaldea,
en Alegría de Oria; en Vizcaya, Molinar en Carranza y en
Gordejuela; en Alava, Molinilla en Salcedo, y en Navarra: Molino
de Garde en Roncal y Molino de la Rita en Aoiz.
A finales del siglo XIX el desarrollo
industrial llega a los molinos de Euskal-Herria y la fuerza del
agua hace que se utilicen los viejos molinos, en todo tipo de
usos industriales, como, por ejemplo, hemos encontrado sólo
en Guipúzcoa usados en: hacer chocolate, pinturas, triturar
yeso, cortar y pulir pizarra, fabricar cerámica, en fábricas
de cur-tidos, de papel, en sierras mecánicas, para aserrar
piedras de jaspe, en, fábricas de boinas, para producir
energía eléctrica, etc. (INDICE)
6.- MOLINOS DE
BARCA
En los años 537 a 538, en
el reinado de JUSTINIANO, Roma fue asediada por los Ostrogodos
del rey VITIGES. Estos cortaron el suministro de agua a la ciudad
(unos 100.000 m.3/día), que llegaba
por cuatro acueductos. Fue entonces cuando el general romano BELISARIO
inventó el sistema de moler sobre barcas. Este sistema
consistía en que, sobre una barca, sujeta a un puente o
a las orillas, iba instalado un molino, cuyas aspas, del tipo
de las aceñas, eran movidas por la corriente del río.
Existían múltiples tipos de molinos de barca, según
el número de ruedas, según las piedras, o si estaban
formados por una o dos barcas unidas.
Se conocen que los hubo en Francia,
Hungría, Rumanía, Polonia, Armenia, URSS y España.
En España estaban en el Ebro,
cerca de Tortosa; en el Duero, delante de Fermoselle, y en el
Guadiana, en la región de Ciudad Real.
El último molino de barca
en desaparecer de la Europa Occidental, fue uno que estaba en
Bettagno, en la región ‘de Padua, en el río Adige,
el cual desapareció en 1977.
En la Europa del Este, se conservan
en Museos y como monumentos, molinos de barca en Rumanía,
República Democrática Alemana y Hungría (32).
No existe constancia de que molinos
de este tipo hayan existido en Euskal-Herria. (INDICE)
7.- MOLINOS DE
MAREA
Se entiende por «molinos de marea»,
«mare-errotak» o «itxas-errotak», a los molinos que usan del agua
de mar en las pleamares, como fuerza motriz para su accionamiento.
Debieron de existir en toda la costa
atlántica, pues los conocemos franceses, gallegos, portugueses
y en Euskal-Herria.
En el Fuero de Vizcaya, en 1528,
la ley V dicta los modos de construir los molinos de mareas. Según
hemos constatado en Vizcaya, han existido en:
LEQUEITIO.-El de Isuntza, demolido
el año pasado. ARTEAGA.-Tres construidos en
la Ría de Guernica, dos llamados ambos Ozollo-errota o
Portu-errota, uno ya en ruinas y el otro, que fue edificado por
la Casa de Arteaga en 1638, y funciona. Y otro el de Errotazarra,
ya desaparecido. MURUETA.-El de Itxas-errota,
ahora desmantelada la maquinaria. BUSTURIA.-En el barrio de San
Cristóbal, el Mari-errota, ahora funcionando sólo
con la «erreka», que baja junto a él. CORTEZUBI.-El de Errotatxu,
ahora en ruinas. PLENCIA.-Dos: uno, el Gazteluondo,
o Errota-berri que tuvo 5 piedras. Dejó de trabajar hace
20 años, siendo el último molinero Félix
Echeita Zugasti, que el próximo mes de noviembre cumplirá
91 años. Y el de Errota-zarra. Dejó de funcionar,
hacia 1920 estando ahora enterrado por escombros. LEJONA.-Molino de Txakursulo,
en el barrio Udondo, llamado así porque estaba junto a
un caserío de ese nombre. Fue derribado el año pasado
por Dow Unquinesa. Se le conoció hasta hace unos años
trabajando. SOMORROSTRO.-Donde ahora está
Petronor, según nos dicen, en el molino de Arteaga había
un molino de mareas. BARACALDO.-Uno donde está
Altos Hornos de Vizcaya, igualmente según nos indican el
molino de Arteaga.
El Diccionario Histórico-Geográfico
antes citado de 1802 da en Vizcaya 5 molinos de mareas: 1 en Lejona,
2 en Pedernales y 2 en Plencia y Azcarraga en 1885 (29)
cita 12: 3 en Canala, 1 en Murueta, 6 en Arteaga y 2 en Plencia.
En Lapurdi: en Bayona, en donde se
construyó la plaza de armas de la villa, el cual había
sido donado en 1600 por Enrique IV. En el Nivelle en San Juan
de Luz en Untzin, cerca de Socoa. Otro frente al barrio de Errepira,
entre el río y la carretera a Ascain, y que data del siglo
XVII y fue destruido para la construcción de la estación
del ferrocarril. Por último, a 1,5 kms. de San Juan de
Luz dirección a Ascain, conocido hasta mediados del siglo
XIX, era el de Billitarte, en el Golfo de Chantaco, y que está
ya desaparecido (33).
En Guipúzcoa tenemos localizados
molinos de mareas en:
FUENTERRABIA.-Según escritura
de 1576 y que luego se llamó de Santa Engracia. Funcionó
hasta finales del siglo XVIII (34).
PASAJES.-Según hemos podido deducir de un plano de 1636
(35).
SAN SEBASTIAN.-El de Santiago-errota, el de
Errota-txiki y el de
Errotaberria, según los primeros datos obtenidos por ahora.
ORIO.-El de Mare-errota, construido por la villa
a primeros del siglo XVIII (36).
ZUMAYA.-Donde se habla de los terrenos de un molino de mareas
en 1782 (37). (INDICE)
8.- MOLINOS DE
VIENTO
Según JULIO CARO BAROJA, en
su profundo estudio que sobre este tema publicó en la Revista
de Dialectología y Tradiciones Populares (38),
parece que hay que admitir que hacia el siglo VI en Persia se
conocía ya el molino de viento de eje vertical.
La mención más antigua
sobre este tema, está en la obra de ALMAS'ÜDI llamada
«Las praderas del Oro». Este autor nació
en Bagdad antes del 912 y murió en El Cairo hacia el 957.
En Tarragona debieron existir ya
en el siglo X (39).
En Inglaterra aparecen
ya entre 1190 a 1200, en el condado de Sufflok. En Holanda los
tenemos en 1299 (38). En Italia ya DANTE
los cita en la «Divina Comedia» (1319).
El 16 de enero de 1370, Alfonso X
de Castilla despachó una célula para que se pudieran
fabricar molinos de viento dentro del palenque y cercas de San
Sebastián y también en su atalaya (40).
El Diccionario de la Real Academia
de la Historia de 1802 (27), señala
3 molinos de viento en Vizcaya: 2 en Guecho y 1 en Sondica. AZCARRAGA,
en su obra ya citada, señala en 1885 cita sólo uno
en Guecho, en Las Arenas (29).
No obstante, en Vizcaya creemos que
hubo 8, y que son:
ISPASTER.-«Aiz-eder», acabado en
1729, hoy casa de fin de semana.
GUECHO.--«Axerrota», en barrio Algorta, parcialmente reconstruido,
y «Azkorri», en Arnabar o Arnabarre, y que sólo queda una
pared.
SONDICA.-En el monte Archanda, y que aparece reproducido ya en
un grabado de Bilbao de 1737 y se conserva como casa,
GUERNICA.-En Luno, «Aixerrota», totalmente desaparecido.
ABADIANO.-En Larrigan, «Azpazar», sólo quedan las paredes.
CARRANZA.-Donde existe un toponímico llamado «Molino de
Viento» entre el monte Ubal y el Mazo en el barrio de Treto.
PLENCIA.-En Garuriz, en el montículo llamado «Axe-oneta»,
y que ahora lleva ese nombre una moderna villa (a confirmar).
En Lapurdi queda un toponímico, en un montículo
llamado «Aiceerrata», lugar donde se conserva la tradición
que hubo uno.
En Navarra hubo uno en la Merindad de Tudela (41). En Guipúzcoa hubo dos
en San Sebastián: uno, en el monte Urgull, según
afirma J. A. CAMINO (42);
y otro en Ayete, en un lugar propio para molino de viento, llamado
«Aice-errota», y que fue conocido hasta hace poco como «Almacene»,
por ser almacén de granos. (INDICE)
9.- OTROS MOLINOS
El «Boletín Oficial de Guipúzcoa»,
número 52 del 30 de abril de 1879, publicaba un anuncio
ofertando «Instalaciones Especiales de Molinos de Vapor para moler
cereales, Sistema J. HERMANN LACHAPELLE, Ingeniero de París,
ganador de la Medalla de Oro en la Exposición Universal
de 1878», acompañando al anuncio un dibujo de un molino
de 4 pares de muelas, movida por el vapor.
La revolución o, mejor, la
evolución industrial, había llegado ya a los molinos.
AZCARRAGA (29)
sitúa un molino de vapor funcionando en 1885 en Santa Marina
de Bermeo.
Luego vendrán los molinos
eléctricos, las fábricas de harina y todo el desarrollo
industrial, que hace que poco a poco vayan siendo relegados los
viejos molinos de agua. (INDICE)
10.- DESCRIPCIÓN
DE UN MOLINO
Molinería es la industria
que tiene por objeto la extracción del producto llamado
harina que existe en el perispermo amilácea de los granos
de los cereales y otras semillas. La de los cereales está
constituida por una sustancia hidrocarbonada, llamada fécula,
y otra nitrogenada denominada gluten, además de otras materias
menos importantes, como sacarinas, grasas y minerales. Dicha extracción
se verifica triturando la semilla, de que se trate, en aparatos
denominados molinos.
Vamos a desarrollar ahora una somera
y esquemática descripción de lo que es un molino
(errota, bolu, igara) de eje vertical y accionado por agua, de
los que han funcionado y funcionan en Euskal-Herria.
Puede ser de Presa o de Represa,
según si el agua entra directamente desde el río
o bien si es acumulada el agua en un depósito o represa
anterior al molino. En estos últimos se desvía el
agua del río por medio de una presa allí colocada
y por un canal (canala) se le acumula en un depósito (aldaporoa).
En este recorrido se colocan varias puertas (uratea) para llenar
o vaciar el dicho depósito, así como unas rejillas
(sarea) para impedir que las porquerías, ramas, etc., lleguen
al molino.
Al accionar una compuerta (konportea)
el agua que -sale del depósito por un agujero (zorrotea),
golpea a un rodete (turtukia). Este al ser impulsado por el agua,
gira y mueve una piedra circular o «muela volandera» (gaineko
arrie) que gira sobre una fija o «muela solera» (azpiko arrie).
La separación entre ambas piedras se regula por medio de
un tornillo y ello determina el espesor o calidad de la harina.
El grano cae de un cajón, situado en la parte superior
(pikatxa), poco a poco por el centro de la piedra superior impulsado
por un sistema de vaivén (trankea), el cual es regulado
por un tornillo (maatilla). El producto final va saliendo en forma
de harina por los costados de las piedras, cayendo finalmente
a otro cajón (aska) preparado al efecto justo debajo de
las muelas.
No vamos a señalar aquí
los muchos complementos necesarios en el molino, como son entre
otros: las herramientas de picar (arpikoa, bufarda), el elevador
de las piedras (peskantea), las pesas, balanza, medidas, palas,
niveles, etc. Sirva lo expuesto como un apunte de lo que son los
molinos que han llegado hasta nuestros días. (INDICE)
11.- MARCAS
DE LOS MOLINEROS
El hombre, desde tiempo inmemorial,
ha usado de «marcas» propias para múltiples usos. Así,
un cierto metal con unas «marcas» se transformó en moneda.
Los pastores «marcaban» a sus animales para diferenciarlos de
los demás. Los panaderos, los chocolateros, lo cereros,
entre otros oficios, señalaban sus productos poniéndoles
unas «marcas». Incluso los canteros indicaban qué piedra
había trabajado cada uno poniéndoles sus «marcas»,
como claramente podemos ver en la ermita de Nuestra Señora
de Eunate en Obanos (Navarra).
Vamos a hablar ahora de otro tipo
de marcas, las tarjas en castellano y «taiak» o «tayak» en euskera.
La «taia» se componía en un trozo de rama, de unos 15 a
20 cms. de largo y 1,5 a 2 cms. de diámetro, generalmente
de cerezo, cortada longitudinalmente. Sobre estos trozos se hacen
unas «marcas» o muescas iguales en ambos trozos. Uno de los trozos
se quedaba la parte vendedora y el otro la compradora. Cuando
se hacía la liquidación, tenía que coincidir
el número de marcas de ambas, ya sean panes, sacos, o dinero
a liquidar.
En el valle de Oiartzun hemos encontrado
este tipo de «taia» usada en:
1.º En las tiendas,
para llevar la contabilidad de lo que debe cada caserío
(fig.
1). Uno de los trozos era menor y estaba cortado formando
un ángulo de 60º para luego encajar perfectamente y evitar
así posibles «alteraciones». Cada marca en la parte superior
(A) es un «SOS» (5 céntimos) y cada 10 sos, o sea, 10 marcas,
en la parte superior se ponía media marca común
en el canto, que equivalía a 10 sos o 2 erreales.
Una marca entera o diente será,
pues, 20 sos (B). Cuando la parte superior estaba llena de marcas
se les hacía desaparecer puliendo el palo, para poder así
seguir anotando en el mismo lugar.
En el valle de Oiartzun el último
que usó las marcas de este tipo fue Luis Aldalurria, del
Caserío Echenagusi del barrio de Ergoien, que falleció
en 1957 con 69 años. Esto lo usó hasta hace 25 ó
30 años. Estos datos han sido aportados por Manuela Lecuona,
de 77 años (4-11-04), del Caserío Tolare, también
del barrio de Ergoien. Para mejor comprensión nuestra,
Ignacio Iturain, del Caserío Askorostegui, de 64 años,
nos fabricó varias «taiak», ya que él también
las usó en otros tiempos.
2.º También hemos encontrado
«taiak» usadas por los carboneros, como nos dice Nicolás
Echarte (Trumoia), de 73 años (l-5-08), del caserío
Bazterkalte, de Oiartzun, antiguo carbonero.
Ellos ponían
una marca en la parte superior (fig.
2) (A), por cada saco que entregaban. Cada 5 sacos supone
«una carga», y entonces hacían una muesca común
en ambos palos (B), y la siguiente carga igual, pero cruzando
ambas muescas en forma de aspa.
3.º Igual sistema
hemos encontrado en las panaderías, así Ignacio
Irazu, de 68 años (20-8-13), del Caserío Portuburu,
del barrio de Ergoien, en Oiartzun, nos explica cómo usaban
la «taia» cuando compraba pan en la tienda de Portuberri a José
María Picabea y Eustaquia Artola (fig.
3). Cada pan de 3 libras se hacía media muesca común
(B) y cada pan de 6 libras era una muesca entera. La parte superior
(A) no llevaba muescas.
Otro tipo de marca de panadería
más sencilla y primitiva es la «taia» que tenemos en nuestro
poder y que consta de 208 marcas, simplemente colocadas en 4 filas
a lo largo de la mitad de un palo simple. Posee además
el siguiente texto: «1935-3 de noviembre. Ayerdi pan de 4 a 1,9»,
y detrás. «208 panes a 1,95 405,60 pesetas.-Recibimos.»
Con lo que además de ser una
«taia» es un documento bancario un tanto original. Este sistema
hemos oído era usado en Goizueta. Indicaremos asimismo
que Ayerdi es un caserío que existe en el barrio de Ergoien,
en Oiartzun.
4.º Por último, otro tipo
de «taia» es la usada en los molinos, como en el de Zuloako-errota
y Pagoetako-errota de Oiartzun. Según nos informaron las
hermanas Carmen y Margarita Eguizabal, nacidas en Zuluaga-errota,
las usaba su madre Bárbara Antonia Lecuona Echeveste, nacida
en 1875 y fallecida el ll de marzo de 1954.
Cuando un cliente
no quería dejar parte de la harina como pago por
moler (sistema llamado «maquila» en castellano y «laka» en euskera),
apuntaban con la «taia» lo que les debían: cada media anega,
media marca y cada anega una marca, ambas en la zona común
(fig. 4) (B) (43).
Por último vamos a tratar
ahora de otro tipo de marcas, que son las que los molineros ponían
con carbón o con una piedra bituminosa (arri-beltza) sobre
los sacos llenos para indicar el peso allí contenido.
El dato más
antiguo que sobre este particular hemos encontrado es un grabado
alemán de JOST AMMAN, que acompañaban a unos poemas
sobre oficios de HANS SACHS editados en 1568 (fig.
5) (44).
En Euskal-Herria
y concretamente en Zeanuri (Vizcaya), fue recogida
una marca por EULOGIO GOROSTIAGA, según datos aparecidos
en el tomo VI de la Revista de Eusko-Folklore de 1926, y otra
fue recogida por ANDER MANTEROLA en el molino de Olabarri, también
en Zeanuri, a BENIGNO PUJANA, de 68 años (fig.
7), molino que todavía funciona (45).
De los más de 300 molineros
o ex-molineros que hemos visitado aproximadamente en Guipúzcoa
(46), sólo 9
de ellos nos han podido dar información precisa sobre las
marcas, y son:
En AZCOITIA.-Víctor
Elorza, de 46 años, molinero de Olaberriaga-errota en Kinkella
erreka, que dejó de funcionar hace 15 años (fig.
8). En TOLOSA.-Joxe Maiza, fallecido
el año pasado con 81 años, molinero de Bedayoko
errota, en el barrio de Bedayo, molino que funciona (fig.
9). En LEGAZPIA.-Benito Iñurritegui,
de 62 años, molinero de Igaralde-errota del barrio de Brincola,
molino que funciona (fig.
10). En GAVIRIA.-Angel Izaguirre,
de 66 años, molinero de Iguiribar-errota en Estanda ballara,
molino que funciona (fig.
11). En SEGURA.-Joxe Zubizarreta,
de 45 años, molinero de Armaola, molino que funciona (fig.
12). En IDIAZABAL.-Ignacio Antia
Goiburu, de 61 años, molinero de Oria-errota en el barrio
de Mendigorría, molino que funciona (figura
13). Otro de IDIAZABAL.-Dominica
Imaz, de 73 años, molinera de Lopetegui- errota, molino
que dejó de funcionar hace 18 años (fig.
14). Un último de IDIAZABAL.-Luisa
Imaz, de 66 años, molinera de Olea-errota, molino que funciona
(iguales marcas que la anterior) (fig;.
14). En MONDRAGON.-José María
Arabaolaza, de 71 años, del molino Oxinaga-errota en el
barrio de Zaldivar, molino que funciona (figura
15).
Es de advertir que
estas marcas se referían antes siempre a libras. Algunos
continúan diciendo que son libras, pero la mayoría
las admite ahora como kilos. Solamente Angel Izaguirre (fig.
11), mezcla en el mismo dibujo libras y kilos. Nosotros hemos
puesto en los dibujos, kilos o libras, según lo que el
molinero nos dijo que eran al terminar de dibujar.
Por ultimo, y para completar el tema,
adjuntamos un cuadro comparativo en el que se puede ver las distintas
marcas que se dan a cada uno de los números, así
como un mapa comparativo. (INDICE)
12.- EPILOGO
En Europa se conservan solamente
3 molinos de barco y éstos como museos en los países
del Este.
En Holanda se conservan múltiples
molinos de viento, algunos reconstruidos y uno de ellos está
convertido en museo de los molinos holandeses.
Aquí, la Ferrería de
Mirandaola (Legazpia) fue desmantelada para convertirse en Barkastegui-errota.
Posteriormente fue otra vez transformada en ferrería.
JOSÉ AGUIRRE, que fue director
del Museo de San Telmo de San Sebastián, en una carta a
TELESFORO DE ARANZADI, entonces Catedrático de la Universidad
de Barcelona, le decía el 7 de enero de 1920: «Mi ideal
sería que poniéndose de acuerdo Ayuntamiento y Diputación
se fijaran en el rellano del final del Paseo de los Fueros y ahí
sí que se podría dar al edificio las proporciones,
cuerpos, pabellones y plantas que se quisieran, aparte de que
haciéndolo al lado del río se podrían
construir un molino y una ferrería con
desagüe al mismo, sin perjuicio del proyecto de parque para
niños, que se podría construir alrededor; creo que
esto sería lo mejor y si le gusta la idea no deje de poner
toda su influencia para que esto se lleve a efecto. Siempre sabe
es un buen amigo, JOSÉ AGUIRRE» (47).
Por supuesto de todo ello nada se
hizo.
Hora es, pues, de que alguien rompa
una lanza en favor de los molinos, que tanto han supuesto en la
evolución social, económica e industrial de Euskal-Herria
y que por el irreversible progreso, y la desidia que con ellos
se está teniendo, están a punto de desaparecer todos
delante de nuestros ojos.
«Berebiziko pena Ba-daukat barruan:
Ezin gindezke bizi
Elkarren onduan.
Bizitzaren legea
Nahi det onartu
Horrela beharra
Koraiaz hartu.
Beres dijoana
Zertan behartu?»
(«Errota zahar maitea».
XABIER LETE y LOURDES IRIONDO)
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(Hacer clik sobre las imágenes para verlas ampliadas) |
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