Ordenación
y gestión de la fauna |
Peio
Lozano Valencia |
La
fauna se configura como uno de los factores integrantes del Geosistema.
Aunque no cuenta con una traducción aparente en el paisaje,
no sólo va a caracterizar diferentes unidades, sino que
cuenta con una gran importancia en la extensión y estructura
de otros elementos como: vegetación, suelos, geomorfología
e incluso el ser humano y los usos del suelo derivados de las
actividades de éste.
En todo caso, la
fauna es un elemento que aparece muy determinado por los diferentes
elementos y características del Geosistema y sin embargo,
ejerce una menor influencia sobre éstos. De esta manera,
el que se encuentre tan determinada la configura como un indicador
realmente fiable de la condición y situación de
los diferentes geosistemas y su traducción superficial
en el paisaje. Esta característica la convierte en fundamental
a la hora de realizar un diagnóstico sobre el medio natural
dentro de la propia ordenación y gestión del territorio.
La dificultad en
la detección de las diferentes especies y la escasa tradición
dentro de la propia ordenación territorial, con respecto
a los estudios sobre la fauna, han hecho que no haya sido contemplada
con
regularidad y que muchos estudios y planes de ordenación,
a diferentes escalas, hayan obviado o tratado muy de pasada este
elemento. Sin embargo, las nuevas tendencias sociales, la presión
de los grupos ecologistas y naturalistas y el gran público,
en general, además de la constatación de que la
fauna puede convertirse, en sí misma, como un recurso que
explotar, han dado lugar a que, tanto las diferentes administraciones
con competencias territoriales y los propios técnicos hayan
prestado una mayor atención a este tema.
No obstante, en el
mejor de los casos, los estudios consideran aquellos grupos o
taxones animales más aparentes, despreciando otros como
la mayor parte de los invertebrados. Desde luego, si difícil
es ya el estudio de la denominada "Macrofauna" (Vertebrados),
más complicado se hace un estudio de tipo global en el
que contemplemos todos los grupos animales. El estudio de los
vertebrados, sin embargo, aun siendo un primer paso refleja perfectamente
no sólo la situación de otros grupos, sino que,
como se comentó anteriormente, puede ser un paso previo
en la valoración de la calidad ambiental de un determinado
territorio.
El
análisis de la fauna se convierte en primordial de cara
a un análisis, un diagnóstico y una toma de decisiones
certera. En este sentido, existen dos grandes grupos o tipos de
métodos que pueden englobarse dentro de los denominados
"estudios cuantitativos" y "estudios cualitativos".
Dependiendo del que se elija deberemos plantear diferentes herramientas
metodológicas de toma de datos y análisis. Sin embargo,
en contra de lo que muchos especialistas creen, un estudio de
tipo cualitativo no tiene porqué ser menos válido
que uno de tipo cuantitativo. En muchos casos ofrece unos resultados
mucho más apegados a la realidad. Por otra parte, en muchos
casos la elección no es posible por diferentes cuestiones:
escasez de tiempo, escasez de medios económicos, técnicos,
humanos, escalas amplias y de poco detalle, grupo alto de taxones
a estudiar y analizar, etc. En todo caso, dentro de estos estudios
las herramientas metodológicas a emplear son variadas aunque
domina, en gran medida, la consulta a diferentes fuentes cartográficas
y bibliográficas: citas, censos, recuentos, etc. Junto
a ello se pueden poner en marcha otros métodos propios
como los censos, transectos, estaciones escucha y reclamo, análisis
de huellas y señales, trampas sin muerte, consultas a la
población residente, etc.
Una
vez tipificada la fauna, lo normal es que el criterio básico
para ordenarla y gestionarla sea la Biodiversidad. Sin embargo,
este criterio ha sido en muchos casos mal entendido y mal aplicado.
Para empezar, el concepto de diversidad biológica cuenta
con tres niveles. El primero se refiere a la diversidad de especies.
Éste ha sido el más utilizado y conocido puesto
que es muy intuitivo. El segundo es la abundancia o escasez de
cada una de las especies, es decir, qué población
mantiene cada uno de los taxones estudiados. Por último,
el tercer nivel recoge la diversidad genética, es decir,
la cantidad de ecotipos o razas diferentes que muestra cada uno
de los taxones. Como este último nivel es difícilmente
analizable, se pueden obtener magníficos resultados atendiendo
a los otros dos.
Sin embargo, hay
que tener presente otra cuestión de gran importancia; la
biodiversidad que presenta un determinado territorio no deja de
ser un dato aislado y carente de cualquier valor, a no ser que
se pueda comparar con otros datos y otros territorios.
Por
otra parte, afortunadamente, en los últimos años
no sólo se ha dado importancia a los datos de biodiversidad,
sino que se ha tendido a medir o especificar la calidad o categoría
de cada uno de esos taxones. De esta manera, no es lo mismo una
especie cosmopolita, bien repartida, ubicua y con importantes
efectivos poblacionales que aquella escasa, en peligro de extinción,
muy específica y especializada. Tampoco hay que desdeñar
el que no sólo se atienda a la valoración de los
diferentes taxones por sí mismos, sino que también
se atienda a valorar los diferentes ecosistemas que sustentan
a dichas especies. Estas dos últimas cuestiones han sido
tenidas en cuenta en la "Directiva Hábitat" del
21 de mayo de 1992. Esta directiva, que cuenta con la vocación
de unificar y sustituir a las diferentes leyes y decretos nacionales
y autonómicos; clasifica a las especies dependiendo precisamente
del peligro de desaparición que muestran, además
de incluir los diferentes ecosistemas bajo el epígrafe
de hábitats y clasificarlos regulándolos al igual
que las especies. La clasificación y regulación
depende de diferentes
criterios, a saber: la escasez, el peligro de desaparición,
el nivel de conservación, el carácter específico,
el valor sustentante de fauna, la importancia ecológica,
así como otros valores naturales.
Mientras la directiva
hábitat se va extendiendo e imponiendo, a nivel de Euskal
Herria hay que tener en cuenta otros documentos jurídicos
como son:
- El catálogo nacional de
especies amenazadas, Real Decreto 439/90 (a nivel del estado
español).
- El Real Decreto 1095/89 por el
que se declaran las especies objeto de caza y pesca (a nivel
del estado español).
- El
catálogo vasco de especies amenazadas de la flora y fauna
del País Vasco. Decreto 167/1996 de 9 de Julio (a nivel
de la Comunidad Autónoma de Euskadi).
- El registro de la fauna silvestre
de vertebrados de Navarra. Orden Foral 0209/1995 de 13 de Febrero
(a nivel de la Comunidad Autónoma de Navarra).
- La "Nouvelle Loi de Chasse"
del 26 Julio de 2.000 (a nivel de Iparralde y , en general de
toda Francia).
- El "Traité Fauna et
Flora sur les animaux sauvages. Code Rural" (a nivel de
Iparralde y , en general de toda Francia).
- La "Loi de protection de
la Nature" de 10/07/76. (a nivel de Iparralde y , en general
de toda Francia).
Por otra parte, el
análisis y diagnóstico integrados pueden hacerse
a través de una metodología sistémica, creando
unidades operacionales a partir del propio análisis de
la fauna o integrando ésta en otros elementos. El más
adecuado puede ser la vegetación, de manera que nos encontramos
con los ecosistemas o hábitats definidos para la propia
Directiva Hábitat. También podemos realizar diagnósticos
a partir del estudio empírico de la propia fauna, con la
ayuda de expertos ajenos al grupo de trabajo. Contrastando opiniones
diferentes.
En
todo caso, los resultados deben tener en cuenta que la fauna puede
considerarse como un recurso a explotar y un valor a conservar.
Ambos, al contrario de lo que puede parecer, no tienen porqué
ser ajenos o antagónicos. Aparte de las especies cinegéticas
y aquellas piscícolas susceptibles de ser pescadas a partir
de prácticas más o menos deportivas, el resto de
especies no explotables por los conductos habituales y con diferentes
grados de conservación pueden configurarse como un elemento
interno de dinamización. A partir de cuestiones como el
ecoturismo en los territorios con altos valores ecológicos,
puede funcionar de esta manera en sectores como el hostelero,
artesanal, educativo, científico, etc. Ejemplos de este
tipo existen hoy por hoy en muy diversos países y diferentes
espacios.
Peio Lozano
Valencia, UPV-EHU
Fotografías: Catálogo Vasco de Especies Amenazadas
http://www.nekanet.net/naturaleza/especies/frameprincipal.htm
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