Hace
años, el hecho de agujerear las alpargatas, sin que se
dispusiera de un par de zapatos, era motivo suficiente para que
la ama proporcionara unos buenos azotes. Sin duda eran buenos
tiempos para el gremio de los alpargateros. En la localidad de
Azkoitia se encontraba una cincuentena de talleres, de ahí
su nombre de Villa Alpargatera. Sin embargo,, en la actualidad
no queda más que una, única en toda la provincia
de Gipuzkoa. Se trata de la Alpargatería Juin, donde Julian
y Juan Manuel, padre e hijo respectivamente, se hacen cargo de
todo el proceso de elaboración. Conversamos con ellos para
conocer los vaivenes de este oficio.
-¿Cuándo
comenzaron a trabajar en el sector de la alpargata? Cuando tenía
quince años empecé a trabajar como encargado de
la alpargatería Epelde-Larrinaga. Cuando la cerraron, hace
unos veinte años, abrí esta otra junto con un compañero,
y al separarnos, yo me quedé aquí. Ahora estoy jubilado,
pero mi hijo continúa con el taller, y de vez en cuando
vengo a echarle una mano.
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La
trenza que se utiliza para la suela de la alpargata se prensa
en el cilindro que vemos a la izquierda de la foto, y es entonces
cuando Julian puede comenzar a hacer la suela. |
-¿Cuántas
alpargaterías había antes en estos alrededores? Durante los años
de la Guerra Civil española, en Azkoitia había aproximadamente
cincuenta talleres. Hoy sólo queda éste. Hay que
tener en cuenta que por esta zona no había metalurgia,
y que en aquellos tiempos no había más calzado que
zapatos y alpargatas. Hoy en día hay tal variedad de chancletas,
playeras y zapatos...
-¿Han notado
algún descenso en la producción? Ya lo ven, nos hemos
quedado solos. En toda Gipuzkoa no queda ninguna otra alpargatería.
En Azpeitia fabrican la suela, pero luego la envían a Alicante
y Valencia.
Una
vez terminada la suela se corta lo que sobra y se introduce
en la misma para que no quede fuera. |
En
esta maquina se cose la suela. Un trabajo que antes se hacia
a mano. |
-¿Nos podrían
explicar el proceso de elaboración de las alpargatas, como
labor artesanal que es? La suela es de yute,
una planta que proviene de Asia y de Estados Unidos, aunque la
mayoría de las veces se le pega una goma. A partir del
yute se hace el hilo, y con el hilo una especie de cuerda llamada
trenza. Hace un tiempo la trenza se solía realizar en Azkoitia,
en talleres como Epelde-Larrinaga y Alberdi y Compañía,
también en Bilbao había otro llamado Conchita,
en Mutriku Celaya, etc. Pero se cerraron. Ahora, para comprar
tanto la trenza como la goma que suelen llevar las alpargatas
en la suela, solemos tener que ir hasta Arnedo, en La Rioja. Dado que la trenza suele ser
bastante tiesa, primero la pasamos por un cilindro, y retorciéndola
se elabora la suela. Para eso utilizamos una máquina de
coser especial -antes la cosían las mujeres, a mano-, y
de ahí se extrae lo que se llama plantilla. A continuación,
en otra máquina, se corta la goma que llevan debajo, y
en el troquel, gracias al efecto del calor, se le pega a la suela
o a la plantilla. Así, la suela ya está lista. Luego hay que cortar la tela.
Ponemos el molde de madera sobre la tela y cortamos con la sierra,
y de ahí sacamos la parte delantera y la trasera. Luego
las llevamos a casas, y las mujeres cosen la tela a la suela.
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El
siguiente paso es colocar una suela de goma a las alpargatas.
El la foto pequeña vemos la plantilla que se utiliza
para dar forma a la goma. Después, para pegar la goma
a la suela se introduce en esta maquina y con el calor que
desprende queda pegada. |
-¿Cuántas
mujeres participan en el trabajo de cosido? Ahora mismo menos,
pero hemos llegado a tener diez o doce. Estas mujeres, que viven
en Eibar, Elgoibar, Azkoitia y Azpeitia, cosen en sus casas, en
sus ratos libres. Luego pasa mi hijo, José Manuel, a recogerlas
y las trae ya preparadas.
-Y el siguiente
paso consiste en venderlas, ¿no es así? Exactamente. A ser
posible.
-¿Dónde
se suelen vender? Sobre todo en Gipuzkoa
y en Bizkaia: Azpeitia, Zumaia, Zarautz, Donostia, Gernika...
Principalmente en las ciudades costeras. Vendemos mucho para las
Fiestas Vascas de Zarautz. Nos han llegado a comprar alpargatas
en Lekeitio y Algorta para luego enviarlas a Norteamérica.
También se envían a las Euskal Etxeak. En una ocasión
nos compraron cuarenta pares de alpargatas para mandarlas a una
Euskal Etxea de Argentina. Alguna que otra vez incluso ha venido
algún misionero para comprar alpargatas para llevarlas
a México o Centroamérica.

Las suelas quedan de esta manera. A
continuación se corta la tela con la ayuda de unos
patrones. En la foto vemos como Juan Manuel corta la tela
encima de una tabla de madera, para lo cual utiliza una
sierra y la cantidad de tela que necesite, colocandola una
encima de otra, para así cortarla de una sola vez.
Siempre dependiendo del pedido, el color de la tela, talla,
etc.
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-Asegura que
la mayor venta de las alpargatas se concentra en los municipios
costeros. ¿El trabajo se acumula principalmente en la época
primaveral? Sí, entre mayo
y agosto. Y el tiempo influye mucho, porque las alpargatas no
sirven para los días de lluvia.
-A pesar del
servicio que prestan las máquinas, el trabajo que efectúan
es eminentemente manual. ¿No se aplican las tecnologías
modernas? Ninguna tecnología
es más moderna que la manual. Para fabricar la suela con
la trenza, la manivela hay que girarla a mano. Hay máquinas
eléctricas que pueden hacer ese trabajo, pero, de algún
que otro modo, la forma se le debe dar con la mano. Antes ni siquiera
había troqueles con que pegar la goma.
-¿Todas las
alpargatas que fabrican llevan goma? Casi todas. Las que
no la llevan se utilizan para pescar en las rocas, porque las
de goma pueden resbalar. Las mujeres mayores también prefieren
las alpargatas que no llevan goma. También las compra la
gente que tiene problemas cardíacos o pies hinchados. Son
pocos, pero algunos sí que son.
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Una
vez cosida la tela a la suela se preparan de esta manera para
la venta. Este trabajo, el de coser la tela a la suela, suele
realizarlo un grupo de mujeres. El par de alpargatas son vendidas
por menos de quinientas pesetas, pero en las tiendas casi
cuestan mil pesetas. |
-¿Hay más
alpargateros en Euskal Herria? Hay uno en Durango
y otro en Zornotza. Los de Azpeitia sólo fabrican suelas.
En Irún hay otro taller, pero compra la plantilla ya fabricada.
El único taller de Gipuzkoa que elabora la alpargata en
su totalidad es el nuestro. Fotografías: Lore Agirrezabal
Euskonews & Media 148.zbk
(2001/12/21-2002/01/04)
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