Cuando
hace dos años Xabier Alkorta recibió la propuesta
de presidir el Congreso de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios
Vascos, no dudó en aceptarla, dispuesto como está
a afrontar nuevos retos. Aun cuando acumula una larga experiencia
a sus espaldas, sus palabras reflejan una gran humildad. Este
donostiarra, Director General de Kutxa, indica que "cada cual
debe hallar una respuesta para sus inquietudes personales", y
que ha desempeñado su labor en este Congreso "en calidad
de aprendiz". Bajo el lema "Ciencia
y cultura vasca, y redes telemáticas", Eusko Ikaskuntza-Sociedad
de Estudios Vascos celebrará desde el 28 al 30 de noviembre
su XV Congreso, donde se abordarán temas de muy diversa
índole que invitarán a los ponentes, asistentes,
alumnos y expertos allí reunidos a la reflexión.
Y es que este amplio y próspero Congreso tendrá
un carácter especial. En los albores del nuevo siglo, Eusko
Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos se presta a realizar un
análisis en profundidad, dada la pluralidad de acontecimientos
que han tenido lugar desde aquel primer Congreso sobre la cultura
vasca que se celebrara en 1918. Tal como el mismo Alkorta sostiene,
"nos hallamos en un momento idóneo para debatir profunda,
abierta y democráticamente".
-Al
ser por una parte Director de Kutxa y por otra Presidente del
XV Congreso de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, tiene
sobre su mesa dos ámbitos tan dispares como son las finanzas
y la cultura. ¿Cómo los ha compaginado?
Kutxa siempre ha tenido una importante
dimensión cultural. De hecho, dentro de los campos que
están bajo mi responsabilidad hay varias actividades culturales,
de modo que ni el ámbito de la investigación ni
los temas culturales me resultan tan ajenos. A lo largo de los
años he ido afianzando la relación con las instituciones
y personas ligadas a la cultura, especialmente con Eusko Ikaskuntza-Sociedad
de Estudios Vascos. Hace dos años recibí la propuesta
de coordinar el presente Congreso y acepté gustosamente,
como un nuevo reto y una nueva y enriquecedora experiencia. De
hecho, trato de mantener ese punto de vista, ya que soy de la
opinión de que cada cual debe hallar una respuesta para
sus inquietudes personales. En este pequeño país
deberíamos implicarnos todos. Por tanto, partiendo de ese
sentimiento y de la circunstancia de estar rodeado de temas culturales,
decidí aceptar este nuevo reto que no deja de ser provisional,
ya que una vez finalizado el mismo volveré a la normalidad.
-¿Qué
le aporta el hecho de presidir el XV Congreso de Eusko Ikaskuntza-Sociedad
de Estudios Vascos?
En primer lugar, me gustaría
señalar que se trata de un Congreso especial, enormemente
extenso y próspero. Y es que, ante el nuevo milenio, Eusko
Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos decidió organizar
un Congreso extraordinario, tendente a analizar el estado de las
investigaciones, del arte, la cultura y la sociedad. La inclusión
de la vertiente social me parece fundamental, más aún
teniendo en cuenta la actual situación socio-política
de Euskal Herria. Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos
se creó en 1918 con la finalidad de resucitar una cultura
agonizante. Ahora que acabamos de inaugurar un nuevo siglo, considero
que es el momento idóneo para proceder a un profundo análisis.
De ahí que el Congreso tenga una temática tan extensa.
A pesar de que con frecuencia la excesiva amplitud temática
resulta
un obstáculo para entrar en detalles, en este caso los
temas a desarrollar son de sumo interés. Todo lo que tenga que ver con
la organización me entusiasma. En este caso, nos hemos
involucrado desde el primer momento, con lo cual hemos podido
estudiar, seleccionar y escoger los temas a tratar. Ha habido
que dejar algunos fuera, pero es que finalmente son seis los congresos
que hemos organizado, seis secciones bien diferenciadas. Cada
una de ellas cuenta con su propio responsable, treinta en total,
y se desarrollará siguiendo su propia dinámica.
En todo caso, hemos procurado incluir a todos los territorios
e ideologías de Euskal Herria.
-El Congreso
consta de las secciones Un futuro para nuestro pasado, Euskal
Herria en una nueva Europa, La voz de la Sociedad Civil en Euskal
Herria, Literatura y Artes Escénicas, Artes Plásticas
y La Sociedad del conocimiento en Euskal Herria. ¿Cuál
de ellos destacaría?
Aun cuando todas y cada una de las
secciones vayan a mantener su propia identidad, todas resultan
de interés. No destacaría ninguna sobre las demás.
Como novedad, señalaría el análisis de la
sociedad, un ámbito no tratado en los anteriores Congresos
de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, quizás
porque la sociedad tampoco lo exigía. Tras haber examinado
los catorce Congresos celebrados hasta ahora, he realizado las
comparaciones con respecto al primero de ellos, donde se acordó
fundar Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos. Las finalidades
que se perseguían en aquella época era fundar una
Universidad Vasca y analizar el estado del euskera, que daría
lugar a la creación de Euskaltzaindia-Real Academia de
la Lengua Vasca. También centraron su atención en
temas sociales, pero no así en los sucesivos Congresos.
Sin embargo, ante la realidad presente, hemos querido dotar de
voz propia a la sociedad. Una de las principales características
sería esta misma, pero también habría que
destacar la relación que mantenemos con Europa. En 1918
estábamos sumidos en la Primera Guerra Mundial, y en estos
momentos estamos a punto de dar la bienvenida a la nueva moneda.
Antes Euskal Herria quedaba al margen de Europa, sin embargo ahora
todos nos sentimos europeos. Y eso es muy importante. Los aspectos
tales como nuestro origen, dónde estamos y a dónde
nos dirigimos, y el lugar que los países como el nuestro
ocuparán en la nueva Europa van a ser tratados en la segunda
sección del Congreso.
-También
la globalización será un tema relevante. ¿Qué
perspectiva se va a adoptar para su estudio? La globalización
hay que concebirla como una realidad con unas consecuencias claras,
más aún tras los atroces atentados del 11 de septiembre.
Intentaremos analizar todas las consecuencias de la globalización,
tanto los aspectos positivos que se perciben en la economía,
como las duras consecuencias que tiene al nivel social. Hemos
concedido especial atención al tema de la marginación:
cuáles son los colectivos más marginados de Euskal
Herria, qué relaciones mantenemos con los países
atrasados, y las consecuencias que tiene en el medioambiente.
-Además
de la globalización, se analizarán la sociedad de
la información y las nuevas tecnologías. ¿En qué
medida se han servido de ellas para organizar el Congreso? El Congreso se encuentra
presente en Internet desde sus inicios. Es evidente que, aunque
sí existe una oferta, la sociedad todavía está
desvinculada de las nuevas tecnologías. Tanto durante los
días en que se celebre el Congreso como una vez finalizado
el mismo, editaremos en la Red varias conferencias y conclusiones.
Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías
serán estudiados concretamente en la sección La
sociedad del conocimiento y Euskal Herria, de la mano de Javier
Etxeberria.
-¿Cuántos
ponentes van a participar? En total serán
cerca de cien ponentes. Sesenta y cinco provienen de Euskal Herria,
quince del Estado español y los demás del extranjero.
Vendrán personas de primer orden que indudablemente nos
dejarán un rico patrimonio.
-¿Qué
desea aportar el Congreso tanto a la sociedad vasca como a la
propia Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos?
En mi opinión, tenemos que
concederle un lugar a la sociedad actual, lejos de la política,
porque lamentablemente la política en este país
muchas veces deja otros muchos aspectos en la penumbra. Además,
durante estos días tendremos el tiempo y la ocasión
de estudiar y reflexionar acerca de temas pocos tratados, lo cual
me parece muy enriquecedor. Estoy convencido de que, teniendo
en cuenta que se adoptarán diversos puntos de vista y que
no habrá lugar para la política, surgirán
debates abiertos, amplios y democráticos. De cara hacia dentro, creo
que algunos grupos cobrarán más fuerza. Además,
afirmaría que se asomará una parte de la sociedad
civil a la que hasta ahora apenas se le ha prestado atención.
-Son muchas
cosas para un Congreso de tres días de duración...
Hubiera sido mucho mejor organizar
las seis secciones una detrás de otra, pero para ello hubiéramos
tenido que organizar un Congreso de dos semanas, y eso es imposible.
-¿Qué
otras actividades van a tener lugar, además de las conferencias? Hemos organizado una
exposición sobre el Arte Electrónico en Miramón,
y también se mostrarán los resultados del grupo
"Eurociudad Donostia-Baiona". Por otra parte, la Diputación
Foral de Gipuzkoa expondrá las líneas principales
del plan estratégico del año 2020.
-Los nombres
de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos y Xabier Alkorta
forman durante estos días un binomio inseparable. ¿Qué
otros proyectos tienen entre manos?
Creo
que el próximo Congreso de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de
Estudios Vascos será más monográfico, porque
el de ahora presenta muchas particularidades, dada su finalidad
de dar a conocer nuestra trayectoria. Confío en que nos
servirá para valorar lo que tenemos e intentar alcanzar
aquello de que adolecemos. Personalmente, este Congreso
me ha resultado sumamente enriquecedor. Un amigo me comentó
en una ocasión que veía la vida como si nunca dejara
de ser aprendiz, y yo creo que ésa es la postura que deberíamos
adoptar. Siempre tenemos que estar dispuestos a aprender cosas
nuevas. Yo siento que todavía soy un aprendiz. Durante
estos dos años he ido conociendo algunos campos que apenas
conocía, y también me he enriquecido como persona.
Está claro que a medida que uno se enriquece, enriquece
igualmente a cuantos le rodean, y creo que eso es lo que me ha
pasado. Fotografías: Juantxo Egaña
Euskonews & Media 145.zbk
(2001/11/23-30)
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