SAREA
, la Red Vasca de Teatros, ha cumplido ya ocho años. Un
año antes de su creación, auspiciada por el Ministerio
de Educación y Cultura a través del Instituto Nacional
de las Artes Escénicas y de la Música, se había
puesto en marcha la Red Nacional de Teatros. En ese contexto fueron
surgiendo las primeras redes o circuitos teatrales en el ámbito
de diferentes Comunidades Autónomas tales como las de Castilla
y León, Aragón, Castilla la Mancha, País
Valenciano y la propia SAREA.
Estas redes nacieron
como respuesta a unas necesidades comunes a todas las CC. AA.
que un documento de la Red Vasca de Teatro de aquellos años
resumía así: "las instituciones públicas,
en los últimos años, han realizado un importante
esfuerzo en la creación de una infraestructura adecuada
para la representación de las artes escénicas, consolidándose
así una oferta (...) que es necesario coordinar e impulsar.
Fruto de ello, se entiende necesaria la puesta en marcha de Euskadiko
Antzoki Sarea como estructura de coordinación".

"El florido
pensil", Tanttaka.
Esta "estructura
de coordinación" está conformada por el Departamento
de Cultura del Gobierno Vasco, por los Departamentos de Cultura
de las Diputaciones Forales y por aquellos Ayuntamientos que,
contando con la infraestructura adecuada, así lo decidan.
Dentro de este "puzzle" institucional, corresponde a
los Ayuntamientos dotar a sus espacios escénicos de los
recursos humanos y económicos suficientes para hacer posible
una programación estable, a las Diputaciones regular las
ayudas económicas destinadas a los teatros miembros de
la red, y al Gobierno Vasco la coordinación, difusión
y representación de SAREA.
Desde su nacimiento,
SAREA, como ámbito de trabajo interinstitucional, ha asumido
como uno de sus objetivos centrales promover una programación
estable de calidad que, basada en principios racionales que permitan
optimizar los recursos humanos y económicos disponibles,
haga posible la constitución y la formación de público
en el campo de las artes escénicas.
Transcurridos ocho
años desde su nacimiento, estamos en disposición
de analizar la trayectoria seguida por SAREA a lo largo de este
tiempo. Para ello centraremos nuestra atención en los siguientes
puntos: la programación, la afluencia de público,
la repercusión en el trabajo de los programadores y la
difusión y organización de giras.

En lo que a la programación
se refiere, hay que constatar que el número de representaciones
ofertadas desde SAREA ha pasado de 655 a 1.057 representaciones
en tres años (año 1997 y año 2000 respectivamente).
Este gran aumento se debe tanto a la incorporación a la
red de nuevos espacios ( Teatro Arriaga de Bilbo, Gazteszena de
Donostia, San Agustín de Durango y Errenteria Hiria Kulturunea,
por citar los más grandes) como a la consolidación
y aumento de la programación de muchos espacios de la red.
Desde el punto de vista cualitativo, conviene destacar que estamos
hablando de una programación amplia y diversificada. Prueba
de ello es que en este último año se han programado
278 espectáculos que han supuesto un total de 1.057 funciones.
La diversidad de los espectáculos responde tanto a su naturaleza,
teatro (85%), danza (7%), musical (5%), lírica (2%), como
a la procedencia de las compañías, CAV (44%), otras
CC.AA (49%%) y extranjeras (7%), al público al que van
dirigidos, infantil (25%), juvenil y adultos (75%) y al idioma
utilizado, euskera (29%), gaztelera (59%).
El aumento de la
oferta escénica de SAREA es paralelo a un aumento considerable
en la afluencia de espectadores a las funciones programadas. Mientras
en 1997 pasaron 195.143 personas por los teatros de SAREA, este
último año la cifra se ha elevado a 366.304.
Otro importante hecho
que hay que considerar a la hora de analizar las aportaciones
de SAREA es su importante contribución al trabajo de los
programadores de los teatros miembros de la red. La existencia
de una Comisión Artística integrada por representantes
de los programadores cuyo cometido es la elaboración de
un catálogo de los espectáculos de calidad e interés
reconocidos, junto con la realización de reuniones periódicas
para transmitir esta información a todos los programadores,
han supuesto una gran ayuda en las labores de programación,
sobre todo para aquellos con menores posibilidades para hacer
un estrecho seguimiento de la oferta teatral. De esta manera,
el Catálogo se ha conformado como un valioso instrumento
de trabajo.

Finalmente, quiero
comentar los tímidos pero constatables avances que se han
dado en la racionalización de las programaciones de nuestros
teatros. Si en el año 1997 sólo un 14% de los espectáculos
en cartelera conseguía realizar más de 5 funciones,
el pasado año el porcentaje de espectáculos que
superó las 5 funciones alcanzó el 23%.
No obstante, los
aspectos positivos comentados no deben impedirnos reconocer las
insuficiencias de nuestra red de teatros.
SAREA no ha conseguido
todavía la suficiente operatividad en la organización
de giras, lo cual permitiría mejorar la utilización
de los recursos humanos y económicos destinados a la difusión
de las artes escénicas. Carecemos de un plan global de
comunicación que refuerce la capacidad comunicativa de
cada teatro y dé una visión unitaria de los diferentes
proyectos y actividades realizadas.
En resumen, hay que
valorar positivamente la incidencia que ha tenido SAREA en la
difusión de las artes escénicas, pero, con la experiencia
acumulada tras siete años de existencia, creo que ha llegado
el momento de dar otro paso adelante dotando a SAREA de los instrumentos
precisos para convertirla en una herramienta eficaz, capaz de
responder con eficiencia a las necesidades planteadas por cada
una de las instituciones implicadas y de facilitar la consecución
de los objetivos marcados.
Este proceso de reestructuración
en el que estamos inmersos implicaría la puesta en marcha
de los siguientes dispositivos:
- Oficina Técnica de Coordinación
que, bajo la dirección del Gobierno Vasco., sea el motor
que dinamice el quehacer diario de la red (recogida de intereses
de programación, organización de giras, evaluación
de resultados,...).
- Órdenes que regulen las
subvenciones a los teatros miembros de SAREA basándose
en criterios que posibiliten el logro de los objetivos de la
red (consolidación de programas estables, optimización
de recursos,...)
- Red informática (intranet,
página Web) que facilite la coordinación entre
los programadores dotándoles de un sistema de trabajo
más ágil y efectivo.
- Plan de comunicación que
refuerce la capacidad comunicativa de SAREA de modo que la difusión
de la programación de las artes escénicas realizada
en los diferentes espacios de la red alcance una mayor presencia
en los medios de comunicación.
Como suele ocurrir,
los nuevos planteamientos crean nuevas necesidades. En el caso
que nos ocupa, si queremos que SAREA se convierta en instrumento
esencial de las administraciones públicas en política
de difusión de las artes escénicas, ha llegado el
momento de considerar la posibilidad de dotarla de personalidad
jurídica propia. Ello permitiría encauzar mucho
más operativamente el trabajo común de todas las
instituciones involucradas en este proyecto.

Para finalizar, quiero
subrayar que SAREA es una realidad viva, plural y compleja que,
como instrumento básico de la política teatral de
este país, tiene un gran peso específico en el ámbito
de las artes escénicas.
Apostar por una red
dinámica, ágil, operativa y abierta es apostar por
el desarrollo de las artes escénicas de nuestro país. Jose Luis Ibarzabal Egibar,
coordinador de Sarea-Red Vasca de Teatro
Fotografías: La primera ("El florido pensil") está
publicada en Artezblai y las demás son imágenes pertenecientes
al reportaje gráfico sobre el Teatro Victoria Eugenia antes
de su restauración (Enero-Agosto 2001) del fotográfo
Manuel Vasco. Fototres, tel: 954908912 |