El
estudio de sistemas complejos está atrayendo
recientemente la atención de numerosos investigadores de
todos los campos, tanto en las Ciencias Naturales como en las
Ciencias Sociales incluso fuera del mundo académico (*).
A grandes rasgos, se estudian las propiedades emergentes de sistemas
formados por muchos elementos –por ejemplo personas, átomos,
o neuronas- que interactúan entre si. La reacción
de un grupo de personas ante una situación de pánico,
la formación de atascos en autopistas o la estructura de
Internet, son algunos ejemplos de sistemas complejos. Una de las
características más importantes es que no interviene
una autoridad central organizadora, sino que los diversos elementos
que forman el sistema se auto-organizan. Unos de los mecanismos
típicos mediante el cual algunos sistemas sociales pueden
organizarse es a través de un comportamiento gregario o
imitativo, en el que cada individuo observa lo que hacen sus vecinos
alrededor para posteriormente imitar su comportamiento gregario
o imitativo, en el que cada individuo observa lo que hacen sus
vecinos alrededor para posteriormente imitar su comportamiento.
Por ejemplo, a la hora de decidir que película ver o qué
regalo comprar, muchas veces uno se ve influenciado
por lo que otros han hecho, cuánta gente ha visto la película
o ha comprado el objeto. En lo que se sigue, explicamos un modelo
que combina transmisión de información y comportamiento
gregario para explicar las fluctuaciones observadas en un sistema
complejo: las bolsas de valores (**).
A la hora de modelar y analizar
el comportamiento de sistemas sociales y económicos, el
estudio de mercados financieros ofrece la ventaja de la abrumadora
cantidad de datos precisos almacenados. Muy en general se puede
decir que el producto de la interacción entre información
y agentes de bolsa se refleja en la evolución de unos índices
a lo largo del tiempo. Uno de los problemas de gran interés
en finanzas es el origen y las características de las fluctuaciones
de los diversos índices en los mercados financieros. En
cuanto a su origen no está claro cuánto de estas
fluctuaciones se debe a efectos puramente externos, y cuánto
al comportamiento propio de los agentes financieros. Estudios
empíricos sobre la distribución de las variaciones
de los precios, tanto a nivel de índices generales como
a nivel de valores individuales, no responde a un mercado puramente
aleatorio, sino que la probabilidad de fluctuaciones grandes es
mucho más frecuente de lo que uno esperaría en dichos
mercados teniendo en cuenta solo procesos puramente aleatorios.
La hipótesis que hemos desarrollado
es que dichas fluctuaciones puedan ser explicadas en parte a cierto
grado de sincronización, voluntaria o involuntaria, en
la toma de decisiones de los agentes económicos como resultado
de un comportamiento gregario. El comportamiento gregario puede
ser debido, por ejemplo, a brokers que, usando las mismas herramientas
para analizar los distintos activos, observan las mismas tendencias;
a agentes que siguen rumores que se propagan en el parqué;
a grandes transacciones que inducen a otros agentes a seguir la
misma acción; o debido a inversores que operando desde
su casa siguen las sugerencias de la sección financiera
de su matutino. En nuestro trabajo proponemos un modelo donde
la red de información crece hasta que grupos de agentes
actúan según la información que tienen.
A modo de ilustración, veamos
dos casos extremos. Si los agentes tomaran sus decisiones de qué
y cuándo comprar independientemente unos de otros, el mercado
fluctuaría aleatoriamente. En el lado opuesto, si todos
los agentes tuvieran exactamente la misma información esperaríamos
que tomaran las mismas decisiones y por tanto actuarían
al unísono. Lo que ocurre en un caso intermedio es que
se forman grupos de distintos tamaños que hacen fluctuar
los precios en función de su tamaño. El comportamiento
que nosotros hemos modelado es gregario, donde basta que uno cualquiera
dentro del grupo tome una decisión para que ésta
sea imitada por el resto del grupo. La distribución de
tamaños de grupos viene controlada por la velocidad de
propagación de la información. Si ésta es
pequeña los grupos serán mayormente pequeños
ya que no da tiempo a formar grupos grandes; por el contrario
si la velocidad de transmisión de la información
entre los agentes es elevada, esto da lugar a la formación
de grupos grandes y a la posibilidad de producir grandes fluctuaciones.
El modelo muestra además
que el fenómeno gregario pierde fuerza a la hora de explicar
tendencias a medio y largo plazo. En estas escalas de tiempo es
donde el modelo requiere información complementaria sobre
tendencias, sobre la evolución general de la bolsa, de
una empresa en particular, o sobre variables macroeconómicas.
A nuestro entender, la hipótesis
propuesta ofrece una explicación a la distribución
de ganancias a corto plazo (escalas inferiores a las dos semanas),
dejando abierta la posibilidad de correcciones a medio y largo
plazo debido a otros efectos externos. Nuestra intención
con esta propuesta es poner de relieve el factor humano en los
mercados financieros frente a variables puramente económicas.
Desarrollos futuros requieren la incorporación de nuevos
elementos que doten de más realismo al modelo.
Este proyecto requiere pues una interacción
fluida con los profesionales del campo. Experiencias de esta interacción
existen, como por ejemplo las empresas Science&Finance, en
Francia, o Prediction Company, en EEUU. En el contexto general
que describíamos al principio del artículo, nos
parecen prometedoras las posibilidades que se abren en el estudio
de otros sistemas complejos que involucren agentes económicos
o sociales, como por ejemplo el desarrollo de Internet, o la dinámica
de la formación y propagación de opiniones y culturas.
Para alcanzar dicho objetivo nos parece imprescindible fomentar
la creación de espacios de carácter marcadamente
interdisciplinar, donde las herramientas físicas y matemáticas
se amalgamen con los conocimientos de las ciencias sociales y
económicas.
(*)
Ejemplos de aplicaciones de análisis realizados en
sistemas "reales" y con aplicaciones comerciales
se pueden encontrar, por ejemplo, en el artículo
"Complexity´s Business Model", Sientific American,
Enero 2001, págs. 23-24. (VOLVER)
(**)
El modelo presentado en este artículo ha sido publicado
como "Transmission of information and herd behavior:
an aplication to finantial markets" ( Transmisión
de información y comportamiento gregario: una aplicación
a los mercados financieros), V.M.Eguíluz and M.G.
Zimmermann, Physical Review Letters 85, 5659-5662 (2000).
Dicho artículo y recortes de prensa se pueden obtener
en la siguiente dirección
http://www.imedea.uib.es/Nonlinear/research_topics/victor/Bolsa/herd.html
(VOLVER) |
Victor Martínez Eguíluz,
Universidad de Copenhague
Martín G. Zimmermann, Universidad de Buenos Aires |