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  Vicente 
 Ameztoy presentó su primera exposición en "La 
 exposición de lo Diez" de Donostia en 1960. Sólo 
 tenía catorce años. Hecho que no es de extrañar, 
 ya que siendo un niño de cinco pintó su primer cuadro. 
 No podía haber sido de otra manera. Este donostiarra de 
 cincuenta y cinco años nació para ser pintor. Sentado 
 en su acogedora casa de Villabona, Ameztoy confiesa ser muy puntilloso 
 con sus cuadros, "quizá demasiado", y afirma 
 que odia trabajar por encargo. Hace un año se pudo ver 
 parte de su obra en el centro cultural Koldo Mitxelena, llevaba 
 diez años sin exponer. Aun así ningún crítico 
 duda en sentenciar que se trata de un genio. 
 Parco en palabras y poco amigo de las entrevistas, Vicente Ameztoy 
 sigue pasando la mayor parte del día en el pequeño 
 estudio que acomodó en casa. Entre otros ha recibido el 
 Premio de Honor en el XII Certamen de Navidad de San Sebastián 
 y en más de una ocasión ha sido galardonado con 
 El Gran Premio de Pintura Vasca. Además de plasmar su vocación 
 en los lienzos, en 1990 colaboró en la dirección 
 artística de la película "Vacas" dirigida 
 por Julio Medem y un año más tarde realizó 
 la escenografía, el diseño y vestuario de la pastoral 
 "Pantzart" de Maite Agirre. 
 Aunque a sus espaldas queden centenares de cuadros, bocetos y 
 carteles, el santoral y el paraíso de la ermita situada 
 en la localidad alavesa de Remelluri será la obra con la 
 que muchos le recuerden. 
-¿Qué 
 motivos le impulsaron a introducirse en el mundo de la pintura? 
 ¿cómo fueron los primeros años? Tenía referentes 
 familiares y cercanos que trabajaban en pintura. Yo empecé 
 a trabajar, a pintar, a hacer mis chapuzas casi sin darme cuenta 
 y seguí adelante. Pinté mi primer cuadro cuando 
 tenía solo cinco años. Nunca me he planteado estudiar 
 una carrera diferente o dedicarme a algo que no sea la pintura. 
 Prácticamente lo estudié todo por mi cuenta, se 
 puede decir que mi formación ha sido autodidacta en su 
 totalidad. Tenía mucha información de libros, siempre 
 he leído mucho, y además, a mi padre le encantaba 
 la pintura. Nunca me puso ninguna pega y me ayudó 
 -¿Qué 
 artistas o pintores le han influenciado? ¿En quiénes ha 
 encontrado fuente de inspiración? Es muy difícil 
 nombrar algunos en términos generales, aunque Magritte 
 ha tenido una gran y fuerte influencia en mi obra y mi forma de 
 trabajar. He viajado mucho alrededor de Europa, he estado en varias 
 Bienales, en Suiza, en Londres, en Francia.... Todo lo que me 
 ha sucedido a lo largo de mi vida ha influenciado mi obra. 
 -¿Qué 
 diferencias aprecia entre los artistas de su generación 
 y la nueva oleada de artistas vascos? La verdad es que no 
 me atrevería a hablar sobre diferencias concretas, supongo 
 que cada uno se lo planteará a su manera. Por un lado creo 
 que antes había más voluntad y una mayor iniciativa 
 a la hora de hacer cosas. Siendo muy jóvenes nosotros montábamos 
 exposiciones en infinidad de sitios sin cobrar absolutamente nada, 
 ni siquiera teníamos pagado el transporte. La primera vez 
 que expuse en Madrid sólo tenía dieciocho años, 
 conmigo estaban, entre otros, Chillida, Saura o Muñoz... 
 Todos bastante más mayores que yo. No sé qué 
 motivo puede impulsar a los jóvenes de hoy en día 
 a formar parte de algo tan complicado. Esto es muy complicado 
 y te das cuenta con el paso de los años. 
 -¿Lo dice porque 
 a usted se le ha hecho complicada la carrera de pintor? Sí, a mí 
 se me ha hecho muy difícil. Creo que ahora es mucho más 
 fácil, porque hay mucho mercado, y, por supuesto, mayor 
 libertad. Pero hace treinta años esto era un desierto. 
 
 -¿Cree 
 que hoy en día se valora el arte como hace algunos años? Considero que en la 
 actualidad es bastante difícil tener criterio, porque hay 
 una abundancia de tendencias y estilos increíble. Creo 
 que es frecuente el robo de ideas. Los jóvenes de hoy viajan 
 mucho y plagian infinidad de ideas y trabajos que se encuentran 
 por ahí.  
-¿Hay 
 algún artista vasco que le guste en particular? ¿Alguno 
 con quien mantenga una relación especial? 
 Son muchos a quienes considero amigos 
 además de colegas de profesión, pero preferiría 
 no dar nombres concretos. 
 -¿Qué 
 pretende expresar a través de la pintura? ¿Dónde 
 encuentra inspiración?  
 Cada cuadro que pinto es un intento 
 de sorprenderme a mí mismo, si eso funciona sigo para adelante. 
 Si no me sorprende, o le doy largas, o no lo acabo. La gente y 
 el paisaje son mis principales fuentes de inspiración. 
 El paisaje de Euskadi es el que más he trabajado porque 
 al haber vivido siempre aquí lo conozco mejor que ningún 
 otro. Son las personas en relación con este paisaje lo 
 que con mayor frecuencia se puede observar en mis cuadros.   
-¿Tiene 
 algún cuadro o trabajo que le gustaría destacar 
 por alguna razón? Destacaría parte 
 de la obra realizada en la década de los 70. Fue la época 
 que más me estimuló, porque los cuadros que pinté 
 en aquellos años salieron bastante redondos, se cumplieron 
 cosas y objetivos que quería ver en cuanto a la pintura 
 en sí misma y a las imágenes. 
-¿Qué 
 es la pintura para Vicente Ameztoy? 
 En principio es una forma de expresión 
 como pueden ser la literatura o la música. Una forma de 
 abrirse hacia fuera. A partir de ahí la pintura ha supuesto 
 para mí un modo de vida, mi vida. 
-¿El 
 pintor nace artista o se hace? 
 No lo sé, porque hay algunos 
 aspectos tan racionales y otros tan irracionales en relación 
 con esto. Una formación básica es aprender lo que 
 no se debe hacer nunca. El paso por las escuelas y sitios parecidos 
 son bastante nefastos, ahí se aprenden los grandes defectos 
 de la pintura como pueden ser el acartonamiento o la pintura como 
 costumbre. 
 -¿Cuál 
 es su metodología de trabajo? 
 No sigo ningún tipo de metodología 
 o disciplina. Tengo el estudio en mi casa, pero que esté 
 en el estudio no quiere decir que esté pintando, me dedico 
 a mirar libros, a pensar, a hacer otro tipo de cosas. Pintar es 
 algo espontáneo y controlado a la vez.  
-¿Tiene 
 costumbre de trabajar por encargo? 
 En estos años hemos vivido 
 un gran cambio de actitud respecto al mercado. En 1970 esto era 
 un desierto, aunque siempre se vendía algo. A partir de 
 los setenta han cobrado protagonismo las galerías, y a 
 mí me resulta un poco agobiante. Con mi tipo de obras es 
 muy difícil trabajar con galerías y salas de arte 
 porque soy muy lento trabajando. Siempre se complica el tema de 
 las fechas de entrega porque cuando digo tres meses acaban siendo 
 ocho. Yo no puedo trabajar en estas condiciones, esta dinámica 
 no va con mi forma de ver las cosas. Si llega el momento en el 
 que tengo una serie de cuadros reunidos sí estoy dispuesto 
 a hacer una exposición.  
-¿Es 
 muy perfeccionista con su trabajo? 
 Sí, soy muy puntilloso, increíblemente 
 exigente conmigo mismo. Me gusta la espontaneidad en la pintura 
 pero cuando me doy cuenta de que algo no funciona en un cuadro 
 lo vuelvo a hacer hasta que me quede como yo quiero. 
-¿Cuál 
 es el cuadro que más tiempo le ha llevado? 
 No lo puedo precisar porque aunque 
 generalmente pinto los cuadros de un tirón hay algunos 
 en los que me atasco porque no veo algo claro. Por lo general 
 el proceso es lento, muy lento. 
 -Ha 
 recibido varios premios, ¿qué han supuesto para usted? 
 El halago no es una cosa que me guste 
 demasiado, me doy cuenta de que hay mucho de querer halagar y 
 de halago poco sincero. 
-¿Qué 
 trabajo tiene entre manos? 
 Entre manos tengo lo que va surgiendo, 
 no me planteo más. En este momento no estoy pintando nada. 
 Prefiero no tener los cuadros preconcebidos e imaginados porque 
 si no serían muy aburridos. Tengo un montón de variaciones 
 en un mismo cuadro. 
-¿Qué 
 hace cuando no pinta? Leo mucho, veo infinidad 
 de imágenes de libros y catálogos. Me dedico a vivir 
 como una persona normal. 
  -Si tuviera 
 oportunidad de cambiar algo relacionado con su vida o su trabajo, 
 ¿Lo haría? Siempre siento ganas 
 de mejorar trabajos que hice antes, no me gusta ver cuadros míos. 
 La mayoría de mis cuadros están vendidos, apenas 
 tengo obra mía, no tengo patrimonio.
 -¿Cómo 
 definiría su obra y su trabajo? No lo sé porque 
 yo la veo de una forma completamente distinta que cualquiera que 
 ve el cuadro desde fuera. Además, supongo que dentro de 
 unos años ya habrá especialistas que se encarguen 
 de calificar mi obra.
   
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 sobre el cuadro para verlo ampliado.
 
  Fotografías: De los libros "Vicente 
 Ameztoy, Eliztarrak-Mundutarrak/Sagrado-Profano" y "Vicente 
 Ameztoy, karne & klorofila" 
 
  
 Euskonews & Media 129.zbk 
 (2001 / 6-29 / 7-6)
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