Hace
unos años parecía impensable que el turismo rural
en Euskadi pudiera tener alguna salida. Sin embargo, las expectativas
se dispararon; tomando como modelo algunos territorios del norte
de Europa en esta última década se han puesto en
marcha 203 agroturismos y casas rurales dentro de la Comunidad
Autónoma Vasca. 188 de estos establecimientos pertenecen
a la asociación "Nekazalturismoa". Esto es inusual
en el resto del estado, ya que por cada comunidad autónoma
existen varias asociaciones, lo que significa una mayor dificultad
a la hora de promocionar el agroturismo. No es el caso. Visto
el emergente y positivo aumento de este tipo de turismo, en marzo
de 1999 "Nekazalturismoa" decidió trasladar su
oficina al Palacio Kursaal. Este hecho supuso el comienzo de una
nueva etapa marcada por la promoción, las ferias internacionales,
la mejora continúa y el imparable aumento de establecimientos
y turistas. El agroturismo vasco está emergiendo. Así
nos lo explica la gerente de "Nekazalturismoa", Amaia
Ilarduya.
-¿Qué es un agroturismo?
¿Cuáles son sus principales características?
"El agroturismo consiste en
la prestación de servicios de alojamiento y manutención
y otros servicios complementarios en caseríos de la Comunidad
Autónoma del País Vasco". Esta es la definición
según el Decreto 128/1996 del 28 de mayo, por el que se
regulan los establecimientos de alojamiento turístico en
el medio rural, modificado por el Decreto 210/1997 del 23 de septiembre.
Pero los agroturismos y casas rurales de Euskadi son mucho más,
son establecimientos con una capacidad limitada: 6 habitaciones
dobles como máximo. Esto permite disfrutar de una estancia
tranquila, sin aglomeraciones, en la que se recibe un trato familiar
y se permite un contacto directo con el mundo rural y la naturaleza.
Los agroturismos están abiertos todo el año y todos
cuentan con calefacción y agua caliente. Su apertura se
autoriza previa inspección a cargo del departamento de
Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco, y cuentan con
hojas de reclamaciones a disposición de los clientes. Se
ofertan varios tipos de servicios: alojamiento y desayuno, alojamiento
en régimen de media pensión, alojamiento en régimen
de pensión completa, alojamiento y la posibilidad de utilizar
una cocina a disposición de los clientes. También
se puede alquilar la casa entera, aunque la opción más
usual en Euskadi sea la de alquiler por habitaciones. -¿Cuál
es el origen del agroturismo? ¿Cuándo se creo esta modalidad
turística?
Tendríamos
que remontarnos al Tratado de Roma de 1957. Porque aunque muchos
crean lo contrario el agroturismo como tal no surgió en
Euskadi. En este tratado se estableció una política
agrícola común don unos objetivos sociales y económicos
determinados. Así, se crearon dos tipos de agricultura
diferentes; competitiva y marginal. A grandes rasgos se puede
decir que la agricultura competitiva sería la encargada
de alimentar a Europa, mientras que las zonas comprendidas por
la agricultura marginal corrían el riesgo de despoblarse.
A pesar de todo, existía una voluntad de mantener las pequeñas
explotaciones de estas zonas desfavorecidas, porque además
de producir alimentos eran grandes garantes del paisaje y del
entorno rural. Así que Europa no renunció a su modelo
de agricultura familiar y buscó la solución en nuevas
inversiones de carácter no agrícola. Y es precisamente
aquí donde el agroturismo jugó un papel decisivo.
Euskadi es en su inmensa mayoría una de las típicas
zonas de agricultura de montaña y el Gobierno Vasco se
decidió a estudiar la situación de territorios como
Suiza, Valle de Aosta o Bélgica. Fue así como se
apostó seriamente por el agroturismo, siempre con el objetivo
de preservar la población agraria y el mundo en el que
se engloba.
-¿En qué
fecha se puso en marcha el primer agroturismo de Euskadi?
En 1988 el departamento de Agricultura
del Gobierno Vasco publicó un decreto que hacía
posible la complementación de los ingresos agrarios, turísticos
y artesanales para poder garantizar la calidad de vida en el caserío.
El decreto contemplaba un régimen específico de
ayudas para la instalación de alojamientos turístico-agrícolas.
La cuantía podía alcanzar hasta el 40% del coste
de la obra necesaria para el acondicionamiento de la vivienda,
siempre que no excediera los cinco millones de pesetas. A lo largo
del mismo año el Gobierno Vasco y las tres diputaciones
crearon un programa de agroturismos que permitía a los
propietarios de viviendas rurales ofrecer servicios de alojamiento
a particulares. Todo ello siempre que reunieran unas condiciones
mínimas de habitabilidad. Entre 1988 y 1989 apareció
el fenómeno en nuestro país y empezó a tomar
forma, con los objetivos de dar a conocer a los baserritarras
esta nueva modalidad turística y poner en manos del público
potencial la oferta existente se puso en marcha una campaña
de promoción. El primer agroturismo como tal abrió
sus puertas en 1990, fue Txopebenta de Gautegiz-Arteaga en Bizkaia,
y sigue estando abierto al público. A partir de ahí
se fueron abriendo más, hasta los 207 agroturismos y casas
rurales que hay hoy en Euskadi. 188 de estos pertenecen a la asociación
Nekazalturismoa.

-¿En qué
se diferencian una casa rural, un hotel rural y un agroturismo?
Las tres modalidades son diferentes.
Los hoteles rurales se rigen por el reglamento que regula los
establecimientos hoteleros y tienen una capacidad máxima
de 40 plazas. En Euskadi existen cerca de 66 hoteles rurales y
no pertenecen a la asociación Nekazalturismoa. La
única diferencia entre casa rural y agroturismo es la actividad
que ejerce el propietario: el propietario del agroturismo es agricultor
y/o ganadero, así el agroturismo es un complemento a sus
rentas agrarias. Sin embargo, el propietario de la casa rural
no se dedica ni a la agricultura ni a la ganadería. En
cuanto a número de habitaciones, edificio, entorno rural
y servicios son iguales. Las casas rurales son más recientes
que los agroturismos, la primera casa rural que se abrió
en Euskadi fue el caserío Arboliz de Ibarrangelua en Bizkaia.
Había establecimientos que se encontraban en el entorno
rural sin actividad agrícola ni ganadera, y se han aprovechado
como casas rurales. En realidad el cliente no nota la diferencia
entre un agroturismo y una casa rural. 
-Parece que el
turismo rural va en aumento. En su opinión, ¿Qué
factores lo están impulsando?
En lo que respecta al agroturismo
como actividad de ocio, ha habido un magnífico grado de
aceptación desde el comienzo y principalmente por parte
de la población urbana. La posibilidad de disfrutar de
la naturaleza, de la tranquilidad, de conocer el medio rural y
su cultura a un precio atractivo, es algo deseado por un amplio
mercado y al que puede tener acceso una gran variedad de turistas:
equipos de trabajo, parejas, familias, cuadrillas de amigos, jubilados,
niños... Además también existe la posibilidad
de participar en actividades agrícolas y de practicar un
tipo de turismo alternativo: senderismo, equitación, deportes
de aventura... También ha favorecido a la mejora de este
tipo de turismo el hecho de que las personas tengamos las vacaciones
más repartidas y nos guste diversificarlas sin pasar el
mes entero en el mismo sitio. No hay que olvidar, por supuesto,
la situación generalizada de bonanza económica. -¿Qué
aporta el turismo rural al entorno y a la sociedad?
En
lo que respecta a su vertiente económica, además
de la cifra de negocios correspondiente a conceptos como el alojamiento,
la restauración, la venta de productos agroalimentarios
y actividades de ocio, también habría que destacar
los siguientes aspectos: la rehabilitación del patrimonio
arquitectónico y cultural, la reactivación de la
economía local, la comercialización directa de productos
agroalimentarios y artesanos, el reconocimiento del papel de la
mujer en el entorno rural, la dignificación del papel del
agricultor en la sociedad, el intercambio cultural-urbano, y la
transmisión real, objetiva y natural de la realidad socio-política-cultural
de esta sociedad.
-Además del contacto
con la naturaleza, ¿qué busca el turista de agroturismo?
El motivo principal para elegir el
agroturismo frente a otro tipo de alojamiento turístico
es el atractivo del lugar, seguido de la búsqueda de tranquilidad
y el contacto directo con el medio rural y la naturaleza. Se valora
positivamente el trato directo, familiar y personalizado de los
propietarios, aunque existe la posibilidad de alquilar la casa
entera, con lo cual la privacidad está asegurada. Los que
vienen de fuera de Euskadi valoran la gastronomía, el paisaje
y en verano los que vienen del calor, las temperaturas suaves
de esta tierra. -¿Cuál es el origen
de este tipo de turistas?
Durante el año 2000 el porcentaje
de turistas incrementó un 12% respecto al año anterior.
Sólo el 9% de estos visitantes fueron extranjeros. El mayor
número de visitantes, y siguiendo con la tónica
de años anteriores, vino de Euskadi (un 38,2%), seguidos
por catalanes (18,7%) y madrileños (14,1%). Agosto fue
el mes más solicitado, por delante de julio, septiembre
y Semana Santa. -En estos diez
años, ¿han cambiado mucho los agroturismos y las casas
rurales?
Al
principio se intentaba que fuera el cliente quien se adaptara
al caserío, y hoy en día es al revés; es
el caserío el que se tiene que adaptar al cliente. Y un
hecho muy claro que ilustra esto es la implantación del
sistema de calidad en las casas rurales y agroturismos de Euskadi.
Este sistema requiere mucho trabajo y mucho esfuerzo por parte
de los propietarios. Con este tema de calidad empezamos a trabajar
en 1999 y es un sistema que afecta a todos los establecimientos
turísticos, desde camping hasta hoteles. Es un plan muy
duro y muchos propietarios de agroturismos o casas rurales han
optado por ir a los cursos de formación y hacer un seguimiento
sin tener que pasar el examen final de un auditor, y es que por
ejemplo uno de los requisitos es que el 50% de las habitaciones
del establecimiento tengan baño. Pero todo esto viene a
decir que las cosas han cambiado mucho en estos diez años,
y a mejor. -¿Hay una asociación
estatal que controle el agroturismo o existen asociaciones territoriales?
Está ASETUR, una asociación
estatal a la que pertenece Nekazalturismoa. También
estamos en contacto con ACTR (Asociación por la Calidad
en el Turismo Rural), creada recientemente para impulsar la implantación
de un sistema de calidad para los agroturismos y casas rurales
de todo el estado. Las asociaciones son a nivel autonómico
en el caso de Euskadi, y tienen ámbito comarcal en el resto
del estado.
-En
los últimos años "Nekazalturismoa" ha
hecho varias campañas de información y ha visitado
un gran número de ferias, ¿cuál ha sido la respuesta
del público?
Al ser el
agroturismo y la casa rural una modalidad de alojamiento turístico,
es normal que desde los inicios se estén haciendo campañas
de información al cliente potencial, y las ferias son principalmente
las herramientas utilizadas. En todas las ferias a las que hemos
asistido hemos logrado un importante éxito. Es uno de los
temas más solicitados del stand de Euskadi. Uno de los
aspectos al que más valor le estamos dando es la disposición
nuestra página en Internet siempre actualizada (www.nekatur.net).
Recibimos muchas visitas mensuales, hemos apostado fuertemente
por este medio. Uno de los objetivos prioritarios para este año
2001 es la informatización y mejora de la página
web, sin olvidar la implantación del sistema de calidad
en los agroturismos y casas rurales.
-¿Esperan
tener todos los agroturismos conectados en red?
Existe un proyecto que se espera realizar
en otoño, de informatizar los agroturismos y casas rurales
conectándose entre ellos, con la oficina y con el cliente
a través de Internet, con una página que ofrezca
al cliente una información más detallada. -¿Hasta qué
punto está cambiando el turismo? ¿Sigue estancado en las
formas de siempre o está evolucionando?
El turismo ha evolucionado mucho en
los últimos años. Con el agotamiento de determinados
productos, como la costumbre de tomar el sol e ir la playa, han
cambiado los hábitos de consumo y se han revalorizado actividades
turísticas y complementarias diferentes: cultura, naturaleza,
deporte, gastronomía... Factores como el envejecimiento
de la sociedad, la incorporación de la mujer al mercado
laboral o un mayor equilibrio de las rentas familiares están
cambiando el perfil de los turistas, posibilitando nuevos clientes
y demandas diferentes.
En
Euskadi este cambio se viene produciendo desde octubre de 1997.
Euskadi ha sido por tradición un destino turístico
fundamentalmente de negocios, con una estructura empresarial turística
muy fragmentada. El entorno económico y político
de nuestro país no ha facilitado el desarrollo de una oferta
atractiva de cara al turista y ha impedido que los propios vascos
tuvieran conciencia de que Euskadi podía llegar a ser una
alternativa de destino. Pero los buenos resultados obtenidos a
lo largo de estos últimos años, fruto del aumento
de turistas y de la apuesta inversora institucional en infraestructuras
(Guggenheim, Kursaal, Euskalduna...), sitúan al sector
turístico de Euskadi en una posición óptima
y emergente. -Personalmente, ¿por qué
recomendaría unas vacaciones rurales? Principalmente por
la tranquilidad que supone estar en una casa rural o en un agroturismo.
Por la relación que se tiene con el propietario, porque
se aprenden cosas que aunque parezca increíble desconocemos.
Por la posibilidad de disfrutar de buena comida, y de conocer
a gente completamente diferente. Todo esto sin olvidar todas las
posibilidades a nivel de ocio: barranquismo, ciclismo, visitar
centros históricos monumentales... Para mí supone
desconectar del día a día y disfrutar enormemente.
Fotografías: Teresa Sala (Amaia Ilarduya)
y Joseba Olalde (casas de agroturismo)
Euskonews & Media 128.zbk
(2001 / 6 / 22-29)
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