DECLARACIÓN
INSTITUCIONAL
ALBACETE, 3-5 DE MAYO DE 2001
Los
representantes y responsables de las competencias sobre el Patrimonio
Histórico de las diferentes Comunidades
Autónomas de Canarias, Castilla-La Mancha y Valencia reunidos
en Albacete, del 3 al 5 de mayo de 2001, con motivo de la celebración
del Primer Congreso Nacional de Arquitectura Rural de Piedra Seca,
FORMULAN la siguiente declaración institucional, que TRASLADAN
al Consejo de Patrimonio Histórico Español, al resto
de Comunidades Autónomas y a las Instituciones vinculadas
a la investigación y el conocimiento del Patrimonio Histórico,
así como a los distintos organismos supranacionales responsabilizados
en la tutela del patrimonio y DIFUNDEN a la opinión pública
para su conocimiento.
INTRODUCCIÓN
El reconocimiento
de la misteriosa presencia de la arquitectura o del monumento,
en un amontonamiento de piedras es un fenómeno del mundo
contemporáneo. El asombro ante los muros de piedra en seco,
ante los bombos, cucos, barracas, pallozas, etc. o ante los paisajes
construidos, ha surgido en los últimos años, de
forma simultánea, en diferentes países, entre investigadores
sin comunicación entre sí.
El interés
cultural de este patrimonio construido ha hecho que por parte
del Consejo de Patrimonio Histórico se propusiese la inclusión
en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial el conjunto de Construcciones
tradicionales de piedra en seco, a iniciativa de la Comunidad
Valenciana, en colaboración con las Comunidades de Aragón,
Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha. Propuesta que fue ratificada
por el Consejo de Patrimonio Histórico en sesión
de 13 de junio de 2000, quedando abierta a la incorporación
de otras Comunidades así como de otros posibles países
dado que se trata de un bien cultural de proyección transregional
e internacional de acuerdo con los nuevos criterios de la UNESCO.
Los congresos internacionales
de Piedra en Seco han permitido intercambiar experiencias, aglutinar
intereses y dar a conocer paisajes y arquitecturas olvidadas.
Ban, Italia (1988); Barcelona, España (1990); Anogia, Creta,
Grecia (1991); Mallorca, España (1994); Pontedassio-Coldivana,
Imperia, Italia (1996) y Carcés-le Val, Var, Francia (1998),
han sido otros tantos hitos que han permitido el intercambio de
conocimiento de investigadores, llegados de un amplio abanico
geográfico, que va desde Israel hasta EE.UU. y desde Argelia
hasta Alemania.
Siguiendo los pasos
de los anteriores, recogiendo las experiencias y conclusiones
de los mismos, en el Congreso Internacional de Piedra en Seco
celebrado en Peñíscola (Comunidad Valenciana, España)
en el año 2000 se redactó la CARTA DE PEÑÍSCOLA
SOBRE LAS ARQUlTECTURAS Y PAISAJES DE PIEDRA EN SECO, que incluye
una serie de conclusiones y propuestas, que recogen por otra parte
del contenido de la 'Carta de Benasal (Comunidad Valenciana) sobre
el Patrimonio no catalogado" (1995). Estas propuestas se hacen
tanto a los organismos responsables de las políticas de
patrimonio histórico, como a las instituciones vinculadas
al estudio y la investigación, y a todas las entidades
y medios de difusión interesados en estas materias.
Recogiendo estas
propuestas, de acuerdo con uno de los objetivos del Primer Congreso
Nacional de Arquitectura Rural de Piedra Seca, como es concienciar
a las distintas administraciones y a la sociedad en general en
la conservación y protección de este patrimonio,
los abajo firmantes hacemos las siguientes:
CONDICIONES GENERALES
1 - Que el inicio
de la moderna idea de la conservación de los Bienes Culturales
es relativamente reciente en la historia de la humanidad y que
el desarrollo de esta idea se encuentra, todavía, en evolución.
Las primeras acciones de tutela y de restauración son de
reciente desarrollo. Que el ámbito de la tutela del patrimonio
arquitectónico ha ido ampliándose, abarcando un
número cada vez mayor de arquitecturas, pasando del Monumento
intencionado a los Conjuntos, al Centro Histórico, a la
Arquitectura Popular, al Sitio Histórico y al Paisaje Cultural.
2.- Que estas tendencias
actuales ven el territorio como un organismo histórico,
cuya memoria debe ser preservada y cuyas transformaciones deben
ser orientadas al respecto de la integración cultural.
Un atento análisis de la arquitectura vernácula
y del paisaje (tanto del natural como del construido) y de sus
valores culturales deben permitir dirigir con coherencia cultural
los procesos de transformación.
3.- Conforme al concepto
de Memoria, entendida como forma a priori común a cada
hombre, encuentra sentido y viene identificado el Patrimonio Monumental.
Junto a este concepto emerge el de elección, entendida
como la sabia operación capaz de distinguir aquello que
puede y debe ser conservado como Bien Cultural y como "Valor".
4.- Que esté
cambiando lo que se da en llamar la "Tutela dirijista" sobre los
Bienes Culturales basada en la iniciativa (única) del estado
dedicada a proteger edificios de una manera aislada, con una visión
centralista y en permanente choque de la sociedad civil, por un
"frente de tutela" articulado en una pluralidad de organismo (estado
central, autonómico, comarcal, municipal, asociativo...)
y actuando a distintos niveles (protección histórico-artística,
ambiental, urbanística...)
5.- Que estas tendencias
no están plenamente recogidas en las normativas nacionales
y supranacionales sobre la conservación de Bienes Culturales,
ya que los mecanismos de tutela existentes son insuficientes o
inadecuados para el patrimonio no catalogado como es la arquitectura
vernácula o el paisaje cultural. De igual forma, somos
conscientes de que las intervenciones en estas arquitecturas no
catalogadas no requieren los mismos procesos de restauración
que las arquitecturas con valores histórico-documentales.
TENÍENDO
EN CUENTA
El Llamamiento de
Granada (1975) del Consejo de Europa, sobre la arquitectura rural
y su paisaje.
La Recomendación
881 (1979) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa
sobre el Patrimonio Arquitectónico rural.
Los principios generales
de conservación propuestos por la Carta del Patrimonio
Vernáculo Construido, de Jerusalén (1996) ratificada
por la Xl Asamblea general de ICOMOS, de México, en octubre
de 1999 (Carta ICOMOS del Patrimonio Vernáculo Construido)
Las propuestas de
la Carta de Peñíscola (2000) sobre las Arquitecturas
y Paisajes de Piedra en Seco.
CONSTATANDO
Que la arquitectura
rural y, en general, el paisaje construido de piedra en seco reúne
los criterios que justifican su valor universal excepcional, como
simbiosis de características culturales y naturales, constituyendo
un sobresaliente ejemplo de ocupación tradicional del territorio,
representativa de una cultura vulnerable y sometida actualmente
a cambios y modificaciones irreversibles, que responde a un genio
creador anónimo capaz de consolidar este fenómeno
a través de la historia.
Que responde a las
máximas garantías de autenticidad, en todas sus
características, tanto en su concepción, materiales,
ejecución como entorno, y se corresponde a una tradición
continuada a los largos de siglos y hasta fechas muy recientes.
RECONOCIENDO
Que hemos podido
comprobar el acelerado y progresivo proceso de deterioro y abandono
de la arquitectura y paisajes de piedra en seco lo que sin duda,
provocará la pérdida irreversible de importantes
ejemplos de nuestro acervo cultural y patrimonial.
Habida cuenta que
estamos en una situación de emergencia y que está
en peligro la identidad de una cultura, es por lo que
PROPONEMOS
Formular y poner
en prácticas políticas y estrategias institucionales
coordinadas más decididas pava el análisis, el estudio
y la comprensión de las arquitecturas y paisajes de piedra
en seco. Estas políticas y estrategias no solamente deberán
estar orientadas hacia la tutela y rehabilitación de tales
arquitecturas, sino también a la actualización,
modernización y promoción de modos inteligentes
de conservación y promoción.
2.- Desarrollar la
legislación existente o crear nuevas figuras legales, que
permitan tutelar con eficacia las arquitecturas y paisajes de
piedra en seco.
3.- Impulsar, a partir
de estas políticas y estrategias, y con las garantías
de la tutela ejercida, el desarrollo de la candidatura de las
"Construcciones tradicionales de piedra en seco" con objeto
de su declaración como Patrimonio de la Humanidad.
4.- A las Universidades
y Centros de estudio e investigación integrar esfuerzos
e iniciativas conducentes a la realización de estudios
especializados, a la creación de escuelas de técnicas
constructivas tradicionales, organización de fondos documentales
y de archivo y a la difusión de conocimiento que permitan
una mayor valoración social de este patrimonio.
5.- A las Asociaciones
Culturales, Centros de Estudio, organismos locales y medios de
comunicación social, difundir los valores de las arquitecturas
y paisajes de piedra seca con el convencimiento de que esta divulgación
es imprescindible para la concienciación y para la adecuada
conservación de este patrimonio. |