Neoplasias causadas por el tabaco
Jesús Alfaro

La adición al tabaco se considera hoy, el mayor problema de salud pública, a nivel mundial. Actualmente, mueren unos 2.5 millones de personas al año como consecuencia del hábito de fumar, y para el año 2050, llegarán a 12.5 millones. En el mundo occidental, las dos principales causas de muerte son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, siendo ambas, las causantes de más de la mitad de las muertes. De otro lado, sabemos que el tabaco es uno de los principales factores de riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular, y con mucho, la más importante para causar un cáncer. Sabido ésto, fácil es entender que cualquier medida que consiga disminuir la población fumadora, logrará salvar vidas y por consiguiente años de vida, de forma espectacular, en comparación a los tratamientos (cirugía, radioterapia, quimioterapia, etc.) que aplicamos. En un estudio realizado por Epps en 1995, se calculaba que el tabaco, en Estados Unidos, producía mas muertes que el alcohol, cocaína, crack, heroína, homicidios, suicidios, accidentes de tráfico, armas de fuego y SIDA juntos.



- Un poco de historia
- ¿Qué tipos de cáncer se asocian con el consumo de tabaco?
- ¿Qué y cómo produce el tabaco cáncer?
- Tabaco y cáncer de pulmón
- La nicotina
- ¿Y los fumadores pasivos?
- La gran industria del tabaco
- Estrategias para el control del tabaco
- Bibliografía para consultar


Un poco de historia

La relación de causa-efecto entre tabaco y cáncer se remonta al año 1761, año en el que J.Hill asoció por primera vez cáncer nasal con el hábito de aspirar tabaco. Desde entonces, la sospecha de esta relación fue constatada ante el escandaloso aumento de la incidencia de cáncer de pulmón en el varón, diez años después de finalizada la Primera Gran Guerra, y en el caso de la mujer, diez años después de la Segunda Guerra Mundial. En ambos casos se sospechó del aumento de la población fumadora en esos años y posteriormente, estudios epidemiológicos a gran escala, demostraron científicamente esa sospecha, relacionando directamente el aumento del consumo de tabaco con el aumento de los números de cáncer de pulmón. (INDICE)

¿Qué tipos de cáncer se asocian con el consumo de tabaco?

Los principales cánceres relacionados con el tabaco serían, además del cáncer de pulmón, los de labio, cavidad oral (lengua, encías, mucosa oral y de mejilla) , faringe, laringe (esfera ORL), esófago, páncreas y vejiga, principalmente. No obstante, estudios epidemiológicos realizados en tumores de otras localizaciones, demuestran una mayor incidencia y un mayor riesgo de padecer cáncer en otras localizaciones, como cuello de útero, riñón, estómago y colon-recto, en pacientes fumadores. (INDICE)

¿Qué y cómo produce el tabaco cáncer?

El humo del tabaco es una compleja mezcla de diferentes componentes(cerca de 4000 componentes han sido aislados) y diferentes análisis químicos han identificado más de 50 conocidos carcinógenos (nitrosaminas, ), cocarcinógenos (fenol) e irritantes en el mismo. El primer hidrocarburo cancerígeno del tabaco, el 4.4 benzopireno, se aisló por primera vez en 1993.

El mecanismo por el que producen cáncer parece ser distinto según la localización. Así, parece que sobre los tumores de las vías aero-digestivas superiores (cavidad oral, faringe, esófago y pulmón) existe un fenómeno de irritación local, mientras que para los de páncreas y vejiga, serían metabolitos activos, derivados del humo del tabaco y absorbidos desde los alvéolos pulmonares, a través de la sangre, los que lo producirían.

Todavía no se han podido demostrar los mecanismos moleculares que inducen la aparición de cáncer, pero sobre todo en el cáncer de pulmón, serían los componentes con capacidad carcinogénica e irritantes, los que provocarían un daño en el DNA (proteina componente de los genes) de una célula del pulmón, hasta entonces normal. Si este daño, mejor llamado mutación, no es reparado mediante mecanismos de seguridad que reemplazan los cambios o mutaciones que se van detectando, se irán provocando más alteraciones en cadena que provocarán una célula de forma y función diferente y sobre todo, una célula que no obedecerá a los mecanismos de control del organismo (célula tumoral). (INDICE)

Tabaco y cáncer de pulmón

En la actualidad, existen suficientes evidencias epidemiológicas como para afirmar con rotundidad que la principal causa del cáncer de pulmón es la exposición al tabaco. El cáncer de pulmón, muy poco frecuente a principios de siglo, es ahora un problema sanitario global. Es el cáncer más frecuente en el mundo, y la epidemia sigue creciendo. La incidencia global mundial, crece un 0.5% anual, por lo que el cáncer de pulmón continuará como principal causa de muerte por cáncer, en el siglo XXI. De hecho, y según algunos autores, el hábito tabáquico es responsable de cerca de un 96% de tumores de pulmón, en los varones occidentales (Etiología del cáncer y carcinogénesis. M.V. Tornamira, R.Colomer. En Oncología Médica. H.Cortés-Funes y cols. 1999. Nova Sidonia). Que el cáncer de pulmón es causado por la exposición al humo del tabaco es incuestionable. Otros factores tienen una importancia relativa menor. Entre un 85%-90% de los pacientes con cáncer de pulmón son fumadores. En poblaciones donde la exposición al tabaco es prácticamente nula, el cáncer de pulmón es casi excepcional. Por ejemplo, existen poblaciones femeninas de ciertos países africanos donde las tasas ajustadas de incidencia de cáncer de pulmón se sitúan entre 1-3 casos por 100.000 habitantes, en comparación a otros registros, como por ejemplo las poblaciones negras de los Estados Unidos, donde la incidencia es cerca de 250 veces superior.

Sin embargo, aunque sabemos que el tabaco es, por mucho, la causa más importante de cáncer de pulmón, menos del 20% de fumadores van a desarrollar un cáncer de pulmón (aproximadamente uno de cada diez), lo que hace pensar en factores genéticos protectores en la mayoría de los fumadores. Se han implicado a unos genes, denominados supresores de tumores, como los que diferenciarían a personas con mayor susceptibilidad para desarrollar un cáncer al no poseer los mecanismos de reparación suficientes. De hecho, el humo del tabaco provoca alteraciones en la mucosa bronquial y de la cavidad oral en todos los fumadores, pero en la mayoría de ellos, en el momento en que se produce una alteración importante en el DNA, los mecanismos previstos para su reparación se ponen en marcha con la máxima eficacia. Aquéllos que por razones desconocidas hasta ahora hayan perdido esta capacidad, estarán en peligro de desarrollar un cáncer. (INDICE)

La nicotina

La nicotina no se encuentra entre los productos del humo del tabaco con capacidad para provocar un cáncer. Sin embargo, aparte de ser uno de los principales causantes de enfermedades cardiovasculares, la nicotina genera el principal problema para la aplicación de medidas antitabáquicas, y éste es la ADICCIÓN. De hecho, algunas industrias del tabaco han intentado "suavizar" su imagen fabricando cigarrillos de bajo contenido en nicotina, consiguiendo un efecto contrario al deseado, por lo menos por parte del mundo sanitario. Así, dado que la adicción se caracteriza por la necesidad de ingerir una cantidad mínima del producto, los fumadores de cigarrillos de bajo contenido en nicotina consumirán más número de cigarrillos hasta conseguir la dosis que el organismo necesita. (INDICE)

¿Y los fumadores pasivos?

Respecto a los fumadores pasivos he de decir que aunque el objetivo principal de cualquier campaña de prevención del consumo de tabaco debe de ir dirigida a los fumadores, existen estudios realizados en mujeres de fumadores que demostraban un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón de estas mujeres en comparación con la población general. A partir de ahí, se han realizado más estudios en personas cuyas profesiones tienen contacto con ambientes de alto contenido en humo de tabaco, como camareros, trabajadores de casinos y con asistentes de vuelo y todo parece indicar que existe un mayor riesgo para ellos. (INDICE)

La gran industria del tabaco

No obstante, y a pesar de los graves problemas de salud que provoca el tabaco, la industria del tabaco sigue aumentando su promoción a través de anuncios en prensa y televisión, patrocinando a deportistas de élite, etc, etc, de tal modo que en USA, en el año 1997 se estimó, gastaron 5.66 billones de dólares en publicidad. De todos modos, gracias a campañas de salud organizadas desde la administración y desde el mundo sanitario, los norteamericanos están consiguiendo bajar la tasa de fumadores. Cada vez, menos norteamericanos comienzan a fumar y más comienzan a dejar de fumar. Sin embargo, la industria del tabaco sigue aumentando los beneficios y la producción. Ha encontrado nuevos mercados donde vender sus superproducciones en los paises del sudeste asiático, y así continuará mientras los dirigentes se lo permitan. La industria del tabaco mueve inmensas cantidades de dinero que van a parar no sólo a los socios sino también a los gobiernos, a través de impuestos que van a las arcas del estado. Todos los países están implicados, pero ninguno tomará iniciativas para controlar la producción. (INDICE)

Estrategias para el control del tabaco

Sabemos que el abandono del hábito de fumar a cualquier edad disminuirá las posibilidades de desarrollar un cáncer, sobre todo el cáncer de pulmón. Se conoce también que las medidas que conlleven una disminución de la población fumadora reducirán la incidencia de cáncer de pulmón y por consiguiente, la mortalidad debida a este tumor. Desde hace años, las estrategias utilizadas para el control del hábito tabáquico han sido individuales, pero recientemente, nos hemos dado cuenta de la importancia de implicar a toda la comunidad para conseguir el éxito. No obstante, no debemos olvidar que la ayuda individual también es importante. Según unos datos publicados en USA, al 77% de fumadores existentes en el país, les gustaría poder dejar de fumar. Para ello, creo que también el mundo sanitario debe implicarse en campañas y ayudas a fumadores más de lo que hasta ahora lo hace. Para ello, existe un Plan de Intervención Para Fumadores descrito por Manley y cols y Fiore y cols, que podría reducirse a cinco apartados:

1) INTERROGAR a todos los pacientes sobre el hábito de fumar.

2) ACONSEJAR a todos los pacientes fumadores que dejen de fumar ya mediante consejos claros, contundentes y personalizados


3) IDENTIFICAR a los fumadores dispuestos a dejar de fumar.

4) AYUDAR a los pacientes que quieran dejar de fumar, escogiendo el día de cese, analizando los anteriores intentos frustrados, considerando la prescripción de chicles o parches de nicotina.

5) ACORDAR visitas de seguimiento, fijando una visita después de una o dos semanas de la fecha de cese, llamándole por teléfono, etc.

Respecto a los métodos para dejar de fumar, existen más de 300 métodos descritos en la literatura, desde los grupos de terapia, la hipnosis, la acupuntura, etc. No obstante, el método que ha demostrado una mejoría en el número de ceses en el hábito de fumar ha sido la utilización de suplementos de nicotina, bien en forma de chicles, bien en forma de parches. No obstante, los resultados no son hasta ahora muy alentadores, dado que de un 70 a un 80% de fumadores que utilizan diferentes métodos para abandonar el hábito de fumar, vuelven otra vez. En estos momentos se están investigando nuevas moléculas como el bupropion que parece puede crear nuevas expectativas.

Pero también la comunidad y el estado debe realizar intervenciones a nivel de subida de impuestos, evitando en lo posible el acceso a los más jóvenes y restringiendo el uso del tabaco en locales públicos. De otro lado, se podrían también utilizar parte de los impuestos que el tabaco aporta para campañas de educación para la juventud. ¿Y por qué en la juventud? Porque cualquier política preventiva en relación con el tabaco debe tener como primer y principal objetivo el de evitar el inicio del hábito tabáquico. Para ello, deberían potenciarse métodos dirigidos a superar las presiones sociales y que pudieran ser aplicables en las escuelas, y con posterioridad, a lo largo de la vida, dado que si sólo nos limitamos a realizar campañas en edad escolar, probablemente, sólo conseguiremos un retraso en el inicio del hábito de fumar.

Y finalmente, los medios de comunicación deberían obligatoriamente realizar campañas de información que pudieran contrarrestar la excelente publicidad que la industria del tabaco produce. (INDICE)

Bibliografía para consultar:

  • Oncología Médica. Nova Sidonia Oncología. H. Cortés-Funes y cols. 1999
  • Documentos Consenso Oncología. Cáncer de pulmón. Nova Sidonia Oncología Coordinador R. Rosell. 1999
  • Cancer. Principles and Practice of Oncology. 6ª ed. Vincent. T DeVita y cols. Lippincott Williams and Wilkins.
  • Manley M y cols: Clinical intervention in tobacco control. A National Cancer Institutte Training Program for Physicians. JAMA 1991; 266:3172-3
  • Fiore MC y cols: Smoking cessation: information for specialist. Clinical practice guideline. Quick reference guide for smoking cessation specialis, nº 18. Rockville, MD: US Department of Health and Human Services, Public Health Service, AHCPR Pub. Nº 96-0694, abril 1996. (INDICE)

Jesús Alfaro, Servicio de Oncología Médica. Instituto Oncológico-San Sebastián (Obra Social de la Kutxa)
Fotografías: De las web medicinatv.com, larioja.com salud y univision.com

Euskonews & Media 124.zbk (2001 / 5-25 / 6-1)


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