El folclore y el currículum
Antecedentes de una carencia
Toda
iniciativa destinada a incluir la cultura tradicional o popular
de
Euskal Herria en la enseñanza, especialmente en sus primeros
niveles, parte de una carencia. En la actualidad, y a excepción
de algunas parciales y breves experiencias desarrolladas en unos
pocos centros escolares, el folclore, en sentido estricto, no
es una materia curricular.
En consecuencia,
se aprecia una generalizada falta de experiencia en lo que respecta
a la técnica y a la idoneidad temporal para impartir el
folclore, además de la necesidad de definir una base teórica
curricular que concrete los principios de los aspectos generales
del folclore, para el conocimiento y desarrollo de las facultades
de los estudiantes. De ahí que los escasos materiales disponibles
versen sobre aspectos muy precisos de este amplio campo, materiales,
por otra parte, que en la mayoría de los casos no pueden
ser objeto de un uso generalizado, dado que ni siquiera se suele
prever la posibilidad de su tratamiento escolar.
Desde el punto de
vista curricular, actualmente la Educación Infantil tiende
a introducir en su programa el ámbito del folclore, especialmente
la mitología, y a practicar actividades físicas
y psíquicas ligadas a la danza y al desarrollo rítmico
y melódico. Los educadores emplean para la formación
de los alumnos materiales específicamente elaborados para
esta etapa, tales como cuentos, actividades psicomotrices, música,
etc., para que de este modo desarrollen su capacidad coordinadora
y rítmica, y conozcan parte del corpus espiritual.
Una
buena base para la Educación Primaria sería aquélla
que garantizara la consecución de los objetivos de la etapa
infantil y el correcto empleo de los materiales, concerniendo
la ampliación de los conocimientos y habilidades a la Educación
Secundaria.
El Folclore y
el desarrollo curricular
En el proyecto curricular
de la Educación Primaria se observa una creciente tendencia
a distanciar al estudiante de la cultura espiritual vasca, tendencia
apenas perceptible en los primeros años de la Educación
Primaria, pero que resulta más y más evidente a
medida que se avanza en el proyecto educativo. En la Educación
Secundaria, las referencias culturales tradicionales/populares
pormenorizadas son por lo general muy escasas, salvo en el caso
del bertsolarismo, que constituye una excepción.
Esta realidad responde
a diversas causas: a la falta de programaciones específicas
del ámbito folclórico, a la pluralidad de contenidos
conceptuales, a la apertura a una cultura más universal
-en perjuicio de la finalidad consistente en que el alumno desarrolle
su realidad más próxima- , a la falta de materiales
apropiados con los cuales el educador pueda acercar la cultura
al aula de un modo simple y fácil, etc.

El objetivo general
Varios de los Objetivos Generales especificados
en el Diseño Curricular Básico de la Educación
Primaria denotan la necesidad de que los estudiantes conozcan la
cultura tradicional de la sociedad de la que forman parte, necesidad
que viene a justificar la presencia del folclore en el currículum.
El objetivo que más
claramente recoge esta necesidad general es el décimo,
que así dispone: "conocer, vivir y valorar las características
socio-culturales propias de Euskal Herria y de la comunidad a
la que se pertenece, adaptándose a su entorno y a la cultura
vasca a través de un proceso no conformista, sino activo.
De igual modo, conocer las características y el funcionamiento
de las sociedades y culturas cercanas, interesarse por ellas y
valorarlas". Supongamos que las claves de la consecución
de esta finalidad dependen del contexto, del conocimiento y de
la actitud, de la "identificación", del "conocimiento"
y de la "valoración" de una determinada sociedad,
con todas sus variables culturales, a través de un espíritu
crítico. Aquí es donde se concretan las normas relativas
a las actividades profesionales. Se trata de un objetivo general
de la etapa, donde no se deben delimitar ámbitos concretos,
y menos aún bloques de contenido. En el momento de satisfacer
los objetivos propuestos hay que tener muy en cuenta que la clave
metodológica de la Reforma Educativa se basa en la globalización
tanto general como particular.
Una mayor aproximación
a la realidad cotidiana del estudiante permite apreciar en el
Decreto de Desarrollo Curricular un apartado denominado Conocimiento
del entorno físico-natural y socio-cultural, en cuyo tercer
Objetivo General se explica la finalidad que persigue la introducción
curricular del folclore: "vincular las principales características
del entorno físico y social con las más frecuentes
actividades humanas que en él se desarrollan (trabajo,
cultura, ocio, etc.), descubriendo las diferencias sociales existentes,
adoptando una postura crítica ante ellas y rechazando las
desigualdades que puedan surgir".
En ese mismo ámbito,
el cuarto bloque, titulado Entorno Humano, presenta un conjunto
de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales desde
el punto de vista del folclore. Dentro del contenido conceptual,
el cuarto grupo se refiere a las "Actividades humanas",
y su segunda sección a las "Actividades culturales
e industriales". Resulta más obvio en el séptimo
bloque, que alude a la cultura tradicional, y en el cuarto grupo
de los contenidos conceptuales, "Pasado y presente de las
costumbres, usos y expresiones culturales de Euskal Herria".
Todos
los objetivos marcados en el ámbito de la Educación
Artística son, en mayor o menor medida, reflejo de la expresión
del folclore, especialmente los concernientes a la música
y a la coreografía. De hecho, el onceavo objetivo es la
resulta de la suma de los diez anteriores.
En lo que respecta
a los bloques conceptuales del citado ámbito, la sección
C del tercer bloque, que lleva por título "Música",
recoge la mayor parte de los aspectos del folclore, si bien algunos
constan en el apartado anterior, titulado "Conocimiento del
entorno", y otros son tratados desde la perspectiva lingüística:
1.Soportes y medios de la expresión
musical:
- Cuerpo. Danza.
- Instrumento musical. Pieza instrumental.
- Canción: aspectos musicales
más destacables.
2.Instrumentos musicales populares
de Euskal Herria.
El centro de enseñanza,
una vez que haya determinado sus signos de identidad y valores,
procederá a confeccionar su propio Proyecto Curricular.
En consecuencia, los grupos de trabajo y seminarios trabajarán
sobre programaciones para la aulas y confeccionarán unidades
didácticas gracias a los cuales los alumnos del tercer
curso puedan cumplir los objetivos previamente establecidos, entre
los que se encuentran los arriba mencionados. La clave para diseñar
estas unidades sobre el folclore, la auténtica célula
fundamental del proceso de aprendizaje tanto para el ciclo como
para el aula, es el contenido transversal.
Hoy en día
nadie concibe la enseñanza como la parcelación de
contenidos procedentes de grupos disyuntivos carentes de conexión
entre sí; al contrario, el proceso de aprendizaje responde
a la globalización de la consecución de objetivos
autónomos de diversos ámbitos. En pocas palabras,
el contenido transversal se basaría en la unión
de los mencionados ámbitos de una misma unidad didáctica
desde el punto de vista de la programación de la etapa,
del aula y del ciclo.
Metodológicamente
hablando, se trataría de aprovechar las relaciones "horizontales"
(contenidos transversales) del ámbito del aprendizaje (a
modo de bases verticales), a partir de las cuales la globalidad
emergería de una natural, contextualizada y significativa
forma.
Sugerencias para
diseñar unidades didácticas sobre el folclore
Hay
una idea que debe quedar bien clara: será el grupo de profesionales
pertenecientes a un determinado ciclo del centro de enseñanza
quien diseñe las unidades didácticas, atendiendo
en todo caso a las características de la escuela.
La finalidad del
folclore integrado en el curriculum de la educación escolar
de la E.P. y de la E.S.O. no es, de ninguna manera, la de formar
bailarines o músicos tradicionales, sino la de ofrecer
una visión general de la realidad a partir de la globalización
de diversos ámbitos, procurando que el niño adquiera
una serie de conocimientos, adopte correctas actitudes para su
desarrollo personal, y sea consciente de su inclusión en
una sociedad poseedora de unos determinados rasgos culturales
que debe conocer.
Precisamente ésta
ha de ser la finalidad de la unidad didáctica, al menos
en una primera fase. No se trata de dotar a los alumnos de un
excesivo desarrollo coreográfico, sino de instruirles sobre
determinados aspectos de la cultura popular de Euskal Herria y
procurar que acepten la misma como parte integrante de su entorno
humano y cultural del modo más atractivo posible.
La confección
de la unidad ha de encaminarse, asimismo, hacia la globalización
de los distintos ámbitos curriculares, en la cual el folclore
puede considerarse un tema bien dotado. Desde el punto de vista
de la E.P. y de la E.S.O., los mínimos integrantes del
desarrollo del folclore son los aspectos lingüísticos,
sociales y artísticos.
Fotografías: Danona Lekeitioko
Eskola Publikoa/Zubilleta Ikastetxea |