Como
todos los años, ante la cercanía de las vacaciones
de Semana Santa, iniciamos una inusitada celeridad reglada por
una serie de rituales fijos propios de nuestra sociedad actual
(bombardeo de propaganda y
ofertas de los más variados viajes, puesta a punto de automóviles,
preparación o alquiler de casas de verano, etc.) y simultáneamente,
toda la parafernalia religiosa
(procesiones, cultos y ceremonias religiosas, imaginaria pedagógica,
etc.) se pone en marcha para
celebrar la pasión y muerte de Cristo. Curiosa dicotomía
de lo profano y religioso.
Pero, en el presente artículo,
tan sólo tratamos de presentar al gran público una
pequeña joya del folklore desconocido de Bizkaia. Algo,
hoy en día, marginal y en desuso pero un aspecto sobreviviente
de nuestra cultura. A caballo entre la ronda profana y el sentir
religioso ante el misterio
de la Resurrección, aparece la desconocida tradición
nestosana y carranzana de Las
Pascuas.
Lanestosa se ha destacado o destaca
por su acervo cultural (Danzantes de La Virgen de las Nieves,
Marzas, Carnavales, Semana Santa, etc.) en una zona limite con
Cantabria y Burgos.
Dentro de este contexto, el año
1998 en esta localidad la celebración de Las Pascuas (después
de un paréntesis de dos años) corrió a cargo
de una cuadrilla femenina de jóvenes adolescentes
con gran voluntad y apego por las tradiciones locales y que inexorable
o lamentablemente, no encuentra
el eco necesario entre las nuevas generaciones o incluso, es mirado
concierto recelo por algunas
personas.
Eran sobre las diez de la mañana
del Domingo de Pascua de Resurrección de 1998, el día
era invernal y la nieve cubría buena parte de los montes
cercanos del Moro, el Mazo y el Zalama.
Habían iniciado su recorrido por la carretera que viene
de Ranero, para visitar el centro de la villa, asistiendo a la
misa mayor, continuando su cuestación por las casas del
camino de Burgos y ya por la
tarde, visitaron los barrios carranzanos de Sangrices y La Calera.
Cuadrilla de nueve chicas (Itziar
González Ranero, Paola González Ranero, Leire López
Aguirreburualde, Verónica Crespo Ranero, Vanesa Cano Ranero,
Maite Gallego Gutiérrez, Janire Zubiaga Muñoz, Erika
González Rodríguez y Marta) que pese a lo adverso
de la climatología, a lo largo de su itinerario no cejó
en su empeño de llevar la tradición de "Las
Pascuas" a cada una de las casas locales y de las barriadas
carranzanas vecinas.

Las Pascuas.
Lanestosa (1998)
"Las Pascuas" han sido
y esperemos que sigan siendo, agrupaciones de jóvenes adolescentes
que antes salían a pedir el Sábado de Gloria y ahora
se ciñen al Domingo de Resurrección.
Todas ellas, van vestidas con blusa o camisa blanca y falda de
igual color, traje adornado
de encajes, media y zapatilla blanca. A la cintura llevaban un
lazo de raso en color rojo o rosa y en los hombros, doblado en
triángulo y anudado al pecho, un pañuelo de seda
de diversos colores. Dos de
ellas, portaban unas cestitas de mimbre (con profusión
de adornos de papeles, lazos y flores de celofán) donde
iban guardando los productos alimenticios (huevos y
chorizos). Por otro lado, en representación de los mozos
que les acompañaban antes, dos de
estas chicas vestían pantalón blanco, faja roja
a la cintura y pañuelo floreado al cuello. Como
antiguamente, una portaba una bolsa de tela para guardar el dinero
que les daban y la otra, llevaba un gran ramo de laurel, adornado
de flores multicolores de celofán y multitud de lazos de
papel violeta o blanco.
El canto que entonaban frente a
cada morada, se basa en la misma letra que cantaron en el
año 1995 y a la que hemos añadido, unas coplas obtenidas
a cierta gente mayor (*) y otra cantada
por una vecina (**) ese día:
ĦOh! Que sábado
de Pascua
ĦOh! Que domingo de flores (bis)
ĦOh! Que sábado de Pascua
ha amanecido señores (bis).
Esta noche ha florecido
entre el verde la cebada (bis)
así florezca la gracia
entre todas las casadas (bis).
*
Esta noche ha florecido
entre el verde la azucena (bis)
así florezca la gracia
entre todas las doncellas (bis).
*
Cuando hace que
no se ha visto
a Jesucristo con su madre (bis)
Cuanto hace que no se ha visto
desde el jueves a la tarde (bis).
Quítale el mantón
de luto
a la princesa María (bis)
Quítale el mantón de luto
y ponle el de la alegría (bis).
Quítale
el mantón de luto
porque el luto es muy pesado (bis)
Quítale el mantón de luto
que Cristo ha resucitado (bis).
Este ramo que traemos
de escalinas y escalones (bis)
lo han hecho siete doncellas
hijas de unos labradores (bis).
Después
de dar el donativo cantaban (curiosamente, la informante cantó
esta copla con la tonada usada en el canto de Marzas):
Vamos muy contentas
porque nos han dado (bis)
una gran limosna
vivan muchos años (bis)
y también nosotras
las
que las cantamos (bis). **
Las coplas presentan muchas similitudes
o semejanzas, melódicas y en sus letras, con "Las
Pascuas" usadas en los valles de Carranza y Soba e incluso,
de otras zonas de Cantabria. En todas ellas, el canto se realiza
al unísono por todo el grupo. Las referencias religiosas
son evidentes y se alternan
con coplas de agasajo, permiso, solicitud de donativo o agradecimiento
por lo aportado. Con lo obtenido en la cuestación, solían
hacer una merienda la semana siguiente y en la actualidad, se
lo reparten entre las participantes.

Las Pascuas.
Valle de Soba (1996)
Fiesta sencilla y curiosa pero que
en una sociedad donde se tiende a recrear y uniformar señas
de identidad locales, curiosamente ha perdido buena parte de su
vigencia en la villa de Lanestosa
y ha desaparecido en el vecino valle de Carranza. Tradición
en franca agonía, debido
al coste de la "modernidad" (principalmente,
cambios en el modo de vida) y a su localización
geográfica y cultural limítrofe que no sabe nada
de divisiones administrativas.
Desde la relatividad más
compleja de la cultura, creemos que el esfuerzo realizado por
estas nueve jóvenes es digno de ejemplo. Ya que además
de contribuir a la conservación patrimonial local, también
aportan un punto de encuentro intergeneracional (educando a las
generaciones venideras y reconociendo la cultura de sus mayores)
en el campo de la animación
socio-cultural. Nuestro más sincero y reconocido agradecimiento.
Josu Larrinaga
Zugadi, sociólogo |