La calidad en la base del éxito
Las "etxekoandres" de los caseríos
han sido durante largo tiempo responsables de la creación
de una cocina con identidad propia. Ahora,
esa responsabilidad recae en los cocineros profesionales que,
combinando conocimientos, técnica e inspiración
personal, convierten unos ingredientes determinados en obras
culinarias que siguen teniendo en su fundamento más profundo
el alma de nuestra tierra.
En un principio, los productos
agroalimentarios de nuestra tierra se producían para el
sustento de los propios caseríos y sin ningún tipo
de control. Sin embargo, con el transcurso de los años,
la evolución y el desarrollo de la cocina, han ido poniendo
de manifiesto la importancia de los alimentos como base de esa
cocina. Esto ha hecho que agricultores y arrantzales se hayan
unido a las instituciones vascas para poner en marcha la Fundación
Kalitatea, una fundación en la que se pone especial interés
en la calidad de los productos y en la que se lleva un severo
control sobre los mismos para llegar a obtener unos productos
de altísima calidad.
El abanico de productos de calidad
que nos ofrecen para su aplicación en la elaboración
de los platos de nuestra cocina vasca es muy amplio y contribuye
a su vez a aumentar la calidad de los mismos.
Una mirada hacia lo nuestro
Tenemos que ser valientes y cambiar
de talante. El embobamiento por las cosas del extranjero, sobre
todo cuando las de nuestra tierra han alcanzado un punto indiscutible
de calidad y de personalidad,
tienen el límite de la propia consideración y del
respeto por el trabajo bien realizado. Y desde luego es el caso
de los productos que llevan la K de "Kalitatea".
La cocina vasca siempre ha tenido
su personalidad sin perder sus matices y nunca ha tenido problemas
a la hora de adaptar lo antiguo a lo moderno. Sin rupturas, ha
sabido encontrar su equilibrio, soberbio de matices y juegos
de sabores, texturas, luces y sombras. Esta cocina ha sabido
tender un puente al pasado. Un puente por el que ha ido trayendo
lo mejor de su gastronomía y su esplendor. Desde las patatas,
los vinos, la carne, las verduras (pimientos, guindillas,...),
los pescados, pasando por las mieles, las alubias o el queso
Idiazabal. El maridaje entre todos estos ingredientes y otros
muchos con las tecnologías de conservación y de
cocción de los alimentos ha engendrado una de las cocinas
más importantes del mundo.
Gracias a la facilidad de transporte
y a los medios de conservación de los alimentos, hoy por
hoy, podemos utilizar unos ingredientes que antes se desdeñaban
por vulgares o por demasiado sencillos. Estos son precisamente
los productos que han adquirido un brillo inesperado
en nuestra gastronomía y es aquí donde la cocina
vasca tiene mucho que enseñar a otras cocinas.
Unión inteligente
En cierto sentido, el trabajo
de la cocina equivale a una tarea de laboratorio en la que el
cocinero experimenta con los productos para elaborar los platos.
Con el fin de consolidar esos resultados, tales experiencias
necesitan del sostén de una muy buena materia prima, que
es lo que está ocurriendo hoy en las cocinas de los restaurantes
de este país, gracias, en gran medida, a la existencia
de los productos Kalitatea.
Las formas de vida y las sociedades actuales
han incidido de forma notable en las formas y los hábitos
de consumo. Uno de los cambios que han sobrevenido debido a estos
cambios sociales, es el increíble aumento del número
de comidas que realizamos fuera de casa, un motivo más
para hacer hincapié en la importancia de la calidad de
los productos.
Hoy la búsqueda de sabores
y olores tradicionales y sencillos, junto con la preocupación
de una alimentación sana y natural, corren parejos con
la inquietud constante por renovar qué sienten quienes
se mueven en y alrededor de la gastronomía.
Muchos expertos afirman que la
tecnología culinaria combina ciencia y arte, porque, además
de tener en consideración los conocimientos adquiridos
mediante los estudios y la práctica de los elementos que
intervienen en el proceso de elaboración de un plato,
lo armonizan con ese saber hacer, tan lleno de inspiración
personal, que permite obtener de los ingredientes alimenticios
unos efectos sensoriales
determinados. Pero si estos productos no estuvieran controlados
y fueran de una gran calidad, no llegaríamos a obtener
estos resultados, por lo cual la importancia de los productos
Kalitatea es extrema. En la actualidad, estamos siendo testigos
de los resultados que está logrando la cocina de nuestro
pueblo, una de las más importantes del mundo. Lo mismo
que decimos de la cocina, lo podemos aplicar a los productos
"Kalitatea", porque es en unión, casados con
ellos como estamos obteniendo esos resultados tan excelentes. Pello García
Amiano, crítico gastronómico
Fotografías: Del libro "Donosti y sus pinchos"
de Pello García Amiano |