Catástrofes naturales
Javier Urrutia


  • RESUMEN
  • PRESENTACIÓN
  • EL CONCEPTO DE CATÁSTROFE NATURAL
  • LA VIDA SE ABRE PASO ENTRE GRANDES PULSOS DE ENERGIA
  • LAS CATÁSTROFES FUERON FORJA DE DIOSES Y LEYENDAS EN LA HISTORIA
  • EL HOMBRE ACTUAL CON SU TECNOLOGÍA PRETENDE SUPERAR A LOS DIOSES
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    RESUMEN:

    El hombre de hoy tiene la sensación de que las catástrofes naturales se suceden en los tiempos actuales con una frecuencia, fuerza y peligrosidad como nunca haya sucedido. Sin embargo, la historia natural de la Tierra nos dice que nuestro planeta se encuentra en una de las fases más dulces y que la vida, en sus orígenes, se abrió paso entre cataclismos más potentes que los actuales.

    Hay algo de inevitable en las catástrofes, la componente de fuerza natural y otra componente más remediable, que es el desastre que se produce entre las poblaciones humanas. Los primeros hombres de la historia sabían acomodar su comportamiento social a los ritmos naturales, para ello elevaban al rango de dioses a las fuerzas de la naturaleza, por lo que se aseguraban una actitud de respeto y adaptación, lo que les permitía una mayor supervivencia. El hombre actual, más creyente en la tecnología que en aquellos dioses, tiende a vivir o bien ignorando estas fuerzas naturales o sintiéndose a salvo de ellas a través de la tecnología, lo que eventualmente le obliga a pagar un alto precio. (INDICE)


    PRESENTACIÓN:

    Cuando me pidieron que preparara un artículo sobre el tema de las catástrofes naturales, acepté gustoso mientras se agolpaban en mi mente imágenes escalofriantes de dolor y desgracias, personas muertas o desvalidas y los mensajes que una y otra vez en los medios de comunicación incitan a la solidaridad internacional

    Por mi recuerdo desfilaron las circunstancias catastróficas de los terremotos de Turquía, las inundaciones de Mozambique, las anteriores en Venezuela, Alemania y el Ganges en la India, los recorridos mortales de los huracanes Linda y el Mitz por Centro América...no puedo olvidar los desastres que ocasiona el Niño en su visita eventual a las costas y montañas de Perú...y de los volcanes que en Filipinas, Bolivia, Colombia, etc., van dejando estelas de poder y destrucción. Están también en mi mente los fenómenos más vulgarmente asociados al cambio climático y calentamiento de la Tierra, como la desertización, grandes sequías que destruyen cosechas y la esperanza de muchos pueblos, la regresión de los glaciares y hasta la devastadora acción de los aludes primaverales. ¿Por dónde empezar?

    La primera tentación fue recurrir a la abundante literatura que se está publicando en estos tiempos relacionando el evento oceanográfico llamado el Niño con la mayor parte de los desastres que se producen. En el artículo que el año pasado por estas fechas preparé para esta misma publicación electrónica sobre este fenómeno natural refería una relación de direcciones webs que presentaban datos de países de diversas regiones del mundo que relacionaban sus desastres naturales con el Niño. Sin embargo, he estimado preferible no cargar más las tintas sobre algo que es inevitable y ofrecer mis reflexiones sobre lo que las catástrofes naturales tienen de evitable. (INDICE)


    EL CONCEPTO DE CATÁSTROFE NATURAL

    Para poder al menos intuir los aspectos evitables de una catástrofe natural es necesario analizar los elementos que la componen.

    Por un lado se trata de una exhibición del inmenso poder y energía de la Naturaleza que se concentra en el tiempo y el espacio. Por lo general, la Tierra actúa como una bomba de calor que utiliza el agua (estado líquido y vapor) como transmisor del calor que difunde del ecuador a los polos. Por eso la mayor parte de las catástrofes que se refieren a la bomba de calor, se traducen en grandes descargas de agua o sequías persistentes. Hay que añadir que la propia Tierra es una estructura no consolidada que guarda en su interior calor y energía en órdenes de magnitud inmensas... en realidad, debemos considerar que la parte habitable de la Tierra es una fina corteza que descansa sobre estructuras en permanente actividad y movimiento, las cuales liberan energía a través del vulcanismo y de los seismos y la tectónica de placas.

    La segunda componente de las catástrofes naturales se refiere a la ruptura de los equilibrios existentes en la fina capa que compone la biosfera: cuando se produce el desastre natural, no existe ser vivo en la biosfera capaz de convivir con tal irrupción de energía: Se destruyen los ecosistemas y los seres vivos.

    La combinación de ambas componentes conforman el sentido de una catástrofe natural: la concentración en el espacio y en el tiempo de enormes cantidades de energía que desbordan los niveles de tolerancia de los seres vivos sometidos al evento. Cuando se despliega una inmensa energía pero no se concentra a la vez en el tiempo y el espacio no se considera catástrofe: la elevación de las montañas y cordilleras desarrolla una gran energía pero a lo largo de dilatados espacios de tiempo, por lo que no producen efectos nocivos sobre los seres vivos. La catástrofe se define, sobre todo, por los efectos nocivos que tiene sobre la biosfera y más aún sobre el hombre.

    La Energía obedece a las leyes de la Física, por consiguiente, los procesos que liberan energía natural en grandes dosis podrían ser de alguna manera predecidos, aunque a los niveles de magnitud que nos referimos es improbable que el ser humano pueda hacer algo para evitarlos.

    Sin embargo, donde realmente se puede actuar es en la ruptura de los equilibrios biológicos: el ser humano podría utilizar lo que de previsible tiene el modelo físico para minimizar los daños en los ecosistemas y en sus asentamientos antes de que se produzcan los eventos de liberación de energía. (INDICE)


    LA VIDA SE ABRE PASO ENTRE GRANDES PULSOS DE ENERGIA

    Desde hace 5.000 millones de años, en que la Tierra empezó a conformarse como un planeta, estas irrupciones de energía han sido habituales. A medida que se ha enfriado la corteza, se han reducido los acontecimientos liberadores de energía. Quizá podemos afirmar que después de 5.000 millones de años este es el período más calmado energéticamente. Sin embargo, las pequeñas muestras que necesariamente se producen provocan enormes desastres para los seres vivos y sobre todo para el hombre ya que se ha extendido y asentado por todos los rincones del planeta. Sin embargo hay que dejar claro que en la evolución del planeta, la disipación de la energía inicial y la propia acción de los seres vivos han reducido los episodios de conflictividad para la vida en la Tierra.

    La actividad atmosférica de la Tierra apareció hace 3.700 millones de años cuando los gases procedentes de la actividad volcánica quedaron pegados a la Tierra dotándose de una gravedad determinada que hizo que se quedara con los gases más pesados y menos calientes perdiendo el Hidrógeno y el Helio. Cien millones de años de lluvias permanentes provocaron la formación de los océanos contribuyendo más aún al enfriamiento de la Tierra. En esta circunstancia, el planeta azul dio oportunidad al surgimiento de la vida: el efecto invernadero era miles de veces superior al de la atmósfera actual. La actividad energética de la Tierra se apaciguó. Los seres vivos se consolidaron en la Tierra y transformaron la atmósfera produciendo el oxígeno atmosférico como un residuo biológico de la acción de la fotosíntesis. La vida creó un mecanismo de defensa por medio del ozono estratosférico. Posteriormente, los seres vivos marinos captaron inmensas cantidades del CO2 atmosférico que se fue depositando en los fondos marinos en forma de carbonatos, con lo que el efecto invernadero de la atmósfera disminuyó progresivamente.

    La litosfera cambia de forma permanentemente, los continentes se desplazan independientemente yendo a la deriva sobre la masa magmática interna. Hace 250 millones de años se reunieron las tierras emergidas en un solo continente al que se le ha denominado Pangea. Los desplazamientos de los continentes continúan en la actualidad dando lugar a grandes seismos y la formación de las montañas.

    Desde el origen de la Tierra nuestro planeta ha recibido la constante visita de masas estelares que incorporaron sus masas y energías a las de la Tierra. Hace 65 millones de años la llegada de un asteroide sobre la superficie de la Tierra provocó una catástrofe difícilmente reconocible de no haber sido por causar la extinción de la mayor parte de los dinosaurios.

    En la actualidad el planeta sigue enfriándose y el equilibrio de la atmósfera y los océanos condiciona gran parte de los desplazamientos de calor configurando el clima.

    La tectónica de placas permite hacer previsiones de lo que sucederá con los continentes: el Mediterráneo se cerrará, Australia se fusionará con el Extremo Oriente. Sin embargo, lo más relevante es que la actividad volcánica irá desapareciendo paulatinamente, la Tierra se enfriará, por lo que no habrá ni terremotos ni movimiento de las placas tectónicas. Dentro de 4.500 millones de años el océano podría cubrir la Tierra. La vida ya no existirá y el destino de la Tierra estará ligado más que nunca al del Sol.

    La vida natural ha estado condicionada permanente por los cambios producidos por la disipación de energía de la Tierra. A lo largo de la historia natural se han producido pulsos de energía de manera continuada, algunas de ellas produjeron la extinción en masa de los seres que entonces habitaban la Tierra. En la actualidad se considera que habitamos la Tierra solo el 1% de las especies que han existido. Por consiguiente, se puede decir que la extinción es una condición intrínseca a las especies biológicas. Alguna teoría supone que cada 25 millones de años se producen extinciones en masa de las especies vivas como consecuencia de la aproximación al sol de una estrella gemela a la que ya los científicos han denominado Némesis.

    Aún se podría decir más, la evolución de la vida se produce en razón a que los equilibrios de la Biosfera se rompen periódicamente permitiendo que especies poco significadas en un ecosistema puedan sustituir a otras más significadas pero que no aportan ventajas adaptativas en el nuevo ecosistema; como si la vida necesitara de las catátrofes naturales para progresar.

    Por consiguiente, la adaptación al entorno cambiante, cuando se considera como una estrategia a medio y largo plazo, es un valor de inteligencia que permite superar con éxito los estados conflictivos y catastróficos. Por otro lado, La catástrofe ambiental es una discontinuidad en la evolución natural en la que se enfatizan los mecanismos de la selección natural. (INDICE)


    LAS CATÁSTROFES FUERON FORJA DE DIOSES Y LEYENDAS EN LA HISTORIA

    Cuando el hombre dio sus primeros pasos en la Tierra, seguía la ley natural de la adaptación como medida de supervivencia: conocía el ambiente y los ritmos naturales en que vivía y adaptaba sus normas de conducta.

    En la prehistoria de Euskadi, los primitivos buscaban refugio lejos del alcance de riadas, desbordamientos e inundaciones. De esta forma encontramos las cuevas de Santimamiñe, Amalda, Ekain, Galdames y muchas otras, en las laderas de los montes, apartados de los cauces de los ríos y ensenadas marinas.

    Los fenómenos naturales fueron el origen de numerosos dioses, mitos y leyendas en la mayor parte de las tribus y pueblos de la Tierra. Buscaban la forma de convivir con ellos y procuraban evitar acciones que desataran su ira. Buscaron explicación para la mayor parte de las catástrofes naturales y si no la encontraban fabricaban una leyenda que permitiera mantener en la memoria colectiva la necesidad de adaptar las pautas de comportamiento a su presencia ocasional. De esta manera mitigaban sus efectos y consecuencias.

    La erupción de Thera o Santorini (Atolón del Mediterráneo griego que se formó como consecuencia de una erupción volcanica) en el 17th siglo AC se ha relacionado con el derrumbamiento de la civilización Minoica en la tardía Edad del Bronce, con el Éxodo Bíblico, y con la destrucción de la Atlántida.

    Aunque las fechas de la explosión del volcán son discutidas por los arqueólogos en relación a las dinastías egipcias, de donde se obtienen numerosas referencias, los modernos análisis de la acidez en los hielos antárticos y de C14 permiten centrar las fechas en el entorno del 1600 AC. Esta erupción pudo causar una liberación de energía en forma de calor superior a cualquier otro cataclismo de la prehistoria.

    Mott Greene ha estudiado con detalle los relatos de la Theogonia de Hesiodo y los compara con los acontecimientos acaecidos con motivo de la explosión del volcán de la isla de Thera. La batalla de Zeus y los Titanes, relatada por Hesiodo es un detallado y pormenorizado reflejo de los acontecimientos producidos por el volcán.

    La erupción del volcán debió de ser 10 veces superior a la del Vesuvio en el año 79 AC estimándose en más de 30-40 km3 de magma que fueron erupcionados violentamente, con una columna de cenizas de 36 km de altura que proyectó noche durante meses en el Mediterráneo y permaneció en la atmósfera durante varios años afectando a todo el hemisferio Norte. El enfriamiento causado por el polvo estratosférico quedó reflejado en los anillos de crecimiento de los árboles de Turquía, Irlanda y en California,(USA) y en los hielos polares. Produjo un tsunami (ola gigante) de alrededor de 10 m de altura.

    Mi buen amigo Tim Wyatt explicó estas razones en una conferencia de expertos en cambio climático en la misma isla de Santorini, elverano de 1999. Pero no abandonó la búsqueda de explicaciones en la literatura mencionada... a través de los diálogos de Platón, Timaeus y Kritias nos fue legada la historia de la ciudad sepultada por el mar, la Atlántida. Los análisis histórico-geológicos sitúan la desaparición de la Atlántida en la erupción del Thera. La cultura Minoica tuvo su declive precisamente en el entorno del siglo 17 AC, pudiendo ser el tsunami quien destruyó su poder naval, pasando posteriormente el poder al continente griego.

    Hay también quien relaciona las plagas de Egipto, el sol se oscureció, surgió fuego en el cielo, una nube de gases arrasaó los pueblos, el mar se abrió, como los acontecimientos de la erupción del Thera.

    Si estos acontecimientos se relacionaron por coincidencia en el tiempo o simplemente fueron recopilados por las diversas culturas y utilizados anacrónicamente según sus intereses no será fácilmente descifrable.

    En diversas culturas del Oriente próximo se recogen leyendas de algo similar a lo que la Biblia presenta como la Torre de Babel, para la confusión de las lenguas, e incluso hablan también de acontecimientos como el diluvio universal. No sabemos el origen de estas historias, incluso podría ser que el escritor sagrado las hubiera escuchado de otras culturas y las plasmara en sus escritos. Lo que sí importa es que las diferentes culturas recopilaron historias de catástrofes naturales adosándoselo a sus dioses para que sus lectores pudieran sacar conclusiones sobre la necesidad de conformar su conducta según las creencias que les dictaban.

    Por último, quisiera traer a colación el sentido religioso y cosmogónico de los egipcios: sus numerosos dioses estaban dotados de poderes y fueron protagonistas de notables leyendas en las que se repartían el mundo de lo natural: Shu, dios del aire, Tefnut, del fuego, Geb de la tierra, Rha del sol, Isis del agua y la tierra fecunda, Seth del desierto y la esterilidad y muchos otros incluso más importantes que no mencionaré por no extenderme. Seth mató por dos veces a Osiris y la diosa Isis, su esposa, le resucitó una primera vez y sin embargo, la segunda debió pasar al mundo de los muertos.

    De aquí quería destacar que la diosa Issis era la representación del Nilo, el agua y la tierra fecunda y era quien daba la vida, sin embargo Seth era un dios malo, el del desierto y la esterilidad. La relación es perfecta cuando se conoce los efectos benefactores del Nilo sobre las tierras de los alrededores. Las huertas y cultivos que se mantenían a lo largo del Nilo usaban numerosos canales para el regadío. En Egipto, el regadío conllevaba la salinización de las tierras, de tal manera que solamente se podía cultivar en las zonas que regularmente eran inundadas por las crecidas del Nilo: el agua lavaba la sal que se depositaba como una costra en la superficie y la regeneraba con ciemo que depositiaba recuperando así la fertilidad de la tierra; era la acción benefactora de Isis. Donde no llegaban las crecidas, las tierras se volvían estériles por la sal acumuladay el desierto se adueñaba de ellas; era el mundo de Seth. Los egipcios entendieron cómo había que convivir con las crecidas del Nilo y respetaron sus normas elevándolas a rango religioso.

    Las diferentes culturas han sabido convivir con los fenómenos naturales, con las catástrofes, dándoles un lugar preferente entre los dioses, a quienes temían y respetaban. (INDICE)


    EL HOMBRE ACTUAL CON SU TECNOLOGÍA PRETENDE SUPERAR A LOS DIOSES

    Quizá sea el de los egipcios el ejemplo que mejor nos puede introducir en este nuevo punto de la reflexión. A ningún egipcio de la antigüedad se le habría ocurrido construir sus palacios y tumbas en medio de los campos de cultivo. Las regulares crecidas del río y sobre todo las más irregulares dictaban cuáles eran los límites del lugar del descanso diario o del eterno en el mundo de los muertos. Tampoco a nadie se le habría ocurrido que podría controlar las crecidas de Isis.

    Cuando alcanzado el siglo XX DC se construyó la presa de Assuán lo hicieron hombres que habían olvidado el culto de Issis: el objetivo era controlar las crecidas, aplicar un mayor regadío y sobre todo aprovechar la producción hidroeléctrica del salto de la presa. Ahora ya pueden los egipcios situar sus casas y palacios, sus hoteles y ciudades en las mismas orillas del Nilo, mientras desplazan sus campos hacia el desierto ya que los canales de cemento les llevarán el agua que requieren.

    Sin embargo, la presa se ha convertido en un punto débil de la defensa nacional además de ser un elemento transformador de los ecosistemas: las tierras de cultivo se siguen salinizando como antaño, pero esta vez no cuentan con la acción regeneradora de Issis, por lo que el 35% de las tierras de cultivo de Egipto está siendo afectada por un exceso de sal. Por otra parte, más de 100 millones de toneladas de sedimentos, calizas y arena que antes fertilizaban los campos de cultivo río abajo, rellenan el lago Nasser, imponiendo un aumento importante en la importación de fertilizantes artificiales. El bloqueo de los sedimentos tiene también importantes consecuencias negativas para los fabricantes de ladrillos y para los pescadores del Delta. Antiguamente las pesquerías de la costa, sardinas principalmente, mantenían una importante riqueza, pero se están agotando por la falta de fertilización de las aguas costeras dependientes de los flujos de nutrientes procedentes del Nilo. El mismo Delta está en franca regresión, ya que es un equilibrio entre los depósitos que realiza el río y los sedimentos que retira el mar: al faltar los aportes del río el delta está desapareciendo. Por último, los canales de irrigación son la fuente más importante de la persistencia de una importante enfermedad parasitaria transmitida por el agua que afecta a importantes colectivos de la población provocando incluso la muerte: la esquistosomiasis.

    Si aconteciera un sabotaje , lo que no sería impensable en una región y país tan inestables política y sociológicamente, con tantos grupos extremistas, o una circunstancia no prevista rompiera la presa de Assuan, serían inconmensurables las pérdidas humanas y el desastre natural que se produciría. Si los antiguos sacerdotes egipcios levantaran la cabeza sin duda dirían que ellos ya lo habían advertido, que si no se respeta a Issis llegaría el dominio de Seth.

    Estos desastres naturales no son tan infrecuentes, como no lo fueron entonces en el imperio egipcio. De hecho, en la actualidad se especula sobre la causa de las inundaciones de Mozambique y se piiensa que ha sido más debido a la liberación del agua represada por Sudáfrica que a las lluvias propiamente dichas, por importantes que fueran.

    El hombre construye ciudades de grandes edificios sobre inmensas fallas geológicas como la falla de San Rafael: la península de California se desliza hacia Alaska friccionando con el continente americano a través de l gran falla de San Rafael, región donde se asientan ciudades de las más populosas del mundo. La película americana "Terremoto" anticipó lo que sería una gran catástrofe natural en la ciudad de los Angeles.

    Turquía y Grecia son dos países que están asentados sobre una región tectónica intensamente sísmica. La placa sobre la que descansa Turquía se mueve hacia Europa mientras la de Grecia se desplaza hacia Africa. Se han sucedido y seguirán aconteciendo permanentemente terremotos en esta región y, sin embargo la construcción de las casas no cumplen los mínimos de seguridad para estas regiones. De ahí que los movimientos naturales se constituyen en grandes catástrofe en gran medida previsibles y en cierto modo evitables.

    Cuando el hombre se asienta en una región debería tener en cuenta las posibles circunstancias de la naturaleza que podrían acontecer: asentamientos humanos y fabriles en cauces secos de ríos o en las riberas inundables, como sucedió en Extremadura, en el Lago de Sanabria, en Tous, en Biescas y en tantos otros lugares... Hay muchísimos asentamientos urbanos en el mundo, y no necesariamente en el tercer mundo, en España son abundantes, que están ubicados en áreas de alto riesgo de inundaciones, avalanchas, desbordamientos, sin ninguna precaución, confiando en su suerte: no se respetan los cauces ni se mantienen libres de elementos que puedan constituir represas naturales.

    Las lluvias torrenciales que han desatado el desastre de Venezuela eran menos previsibles por su alto grado de eventualidad pero los que conocían la ubicación de los endebles ranchitos malplantados en las barrancas de los alrededores de la capital podían estimar que si tal evento sucedía la catástrofe sería enorme: y fue la propia naturaleza quien había fabricado las barrancas por la erosión por medio del agua.

    La ciudad de Méjico, como dice la canción, está edificada sobre una laguna que se está hundiendo un metro cada diez años y pasa por ser la ciudad más populosa del mundo.

    Holanda ha construído ciudades en los polders, protegidas por los diques sin atender las enseñanzas bíblicas de Job cuando decía: "¿Quién puso puertas al mar cuando impetuoso salía de su seno, diciéndole de aquí no pasarás?".

    Desde los hombres de la prehistoria hasta nuestros días, pasando por todas y cada una de las etapas y culturas hemos acumulado suficiente conocimiento para saber cómo hemos de actuar, qué normas de comportamiento debemos aplicar en relación con las fuerzas de la naturaleza. Es probable que el hombre confíe demasiado en que la tecnología podrá superar las inmensas fuerzas desatadas de la naturaleza, los dioses tan temidos y respetados en las culturas de antaño.

    O quizá prefiramos probar la fortuna pensando que nada acontecerá en nuestro entorno mientras vivamos. ¿Autosuficiencia, estupidez o ignorancia?

    Lo único seguro es que la Naturaleza es muy poderosa y que muchas de sus exhibiciones de energía podrían ser catástrofes humanas de mucha menor magnitud si estuviéramos dispuestos a evitarlo. (INDICE)


    Javier Urrutia, oceanógrafo
    Fotografías: Páginas web de Cáritas, ENEE y Santorini

    Euskonews & Media 87.zbk (2000 / 7 / 14-21)


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