La música
en formato digital |
Angel Enfedake |
Hace unos días estuve ojeando una revista
de informática que hacía referencia a lo que eran
los ordenadores hace diez años. Hace diez años,
en 1990, me compré mi primer ordenador. Era un Macintosh
LCII, con pantalla de doce pulgadas en blanco y negro y lo compré
precisamente porque estaba estudiando composición. Los
ordenadores de Apple tenían fama entre los músicos
de ser las mejores herramientas para nuestros intereses. Me costó
350.000 pts. y el sonido que emitía era como el que emiten
hoy los teléfonos móviles. Aún así
le saqué chispas. Edité partituras, incluso de
orquesta, y con él comencé a crear mis primeros
sonido sintéticos de FM (frecuencia modulada).
Hoy, esas 350.000 pts. suponen hablar casi de un pequeño
estudio de grabación y edición de audio en casa.
Es decir, la posibilidad de editar partituras, grabar canciones
y crear nuestros propios discos en nuestro domicilio.
¿Qué ha ocurrido en estos diez años para
que hayan cambiado tanto las cosas?
Las razones pueden ser varias, pero se me ocurren como principales
causas; la casi generalización de la informática
por su bajada de precios y facilidad de uso y el gran desarrollo
de la tecnología tanto en capacidad de almacenamiento
como en potencia.
Las razones de mercado y la capacidad del usuario rebasan el
interés de este artículo por lo que nos centraremos
en el desarrollo tecnológico de la informática.
Usar un 600 o un MERCEDES
Supongamos que queremos un coche y sabemos positivamente que,
como vamos a transitar por una carretera secundaria, la mayor
parte de las veces conduciremos a una velocidad de unos 80 km/h.
y además rara vez llevaremos más equipaje de una
maleta. Si tuviéramos que escoger entre un 600 y un MERCEDES
posiblemente la decisión estaría muy influenciada
por el coste de los coches, pero sabríamos que cualquiera
de los dos nos serviría para ese tipo de trayectos.
Ahora supongamos que necesitamos el coche para hacer viajes de
grandes distancias, con mucho equipaje y a unas velocidades de
unos 200 km/h (aún sabiendo que el límite de velocidad
es 120). Sin duda, y salvo los enamorados de los 600, la mayor
parte elegiríamos el MERCEDES ya que es un tipo de máquina
construida con unas características adecuadas a nuestras
necesidades.
Ocurre exactamente lo mismo en la informática musical.
Según el tipo de trabajo que queramos realizar nos servirá
un ordenador de oficina o necesitaremos una estación de
trabajo. Los tres tipos de materiales musicales que se suelen
desarrollar son: la edición de partituras, el trabajo
con archivos de audio y el trabajo con archivos MIDI.
Edición de partituras
Los programas de edición de partituras vienen a tener,
salvando las diferencias, la misma filosofía que cualquier
programa de edición de texto. Es decir, nosotros nos encontramos
con una pantalla en la que podremos ir escribiendo las notas
como si escribiéramos una carta, ayudándonos del
teclado del ordenador, del ratón o de un teclado musical,
podremos imprimir la partitura y escucharla. Así que trabajaremos
en el mismo documento con información gráfica,
la notación, e información sonora, la reproducción
de las notas.
(EJEMPLO1)Ejemplo de partitura creada con SIBELIUS
Este tipo de programas no necesitan de máquinas potentes.
El ordenador más barato que se este vendiendo en este
momento es más que suficiente para poder trabajar con
ellos.
El mercado de programas de edición de partituras tiene
una particularidad que no ocurre con los programas MIDI y los
de audio. Esta particularidad consiste en que los fabricantes
no se han puesto de acuerdo en crear un tipo de archivo estándar
que pueda ser abierto por todas las aplicaciones. Esto nos crea
el problema de que si hacemos una partitura con "FINALE"
jamás la podremos abrir con otros editores como por ejemplo
"SIBELIUS" o "ENCORE".
Los programas más usados son los tres anteriores. Los
dos primeros son los que más posibilidades dan pero también
son de una mayor dificultad de aprendizaje. El tercero está
limitado a un tipo de notación clásica pero es
más fácil de comprender. Existen muchos otros.
Por ejemplo NOTATOR, MUSICATOR o MOZART como programas específicos
de edición o CUBASE, LOGIC o CAKEWALK como programas que
no se han creado específicamente para la edición
pero tienen esa posibilidad.
El MIDI (Interfaz Digital de Instrumentos Musicales)
El MIDI es un protocolo creado por los principales fabricantes
de instrumentos electrónicos a principios de los años
80. Su principal razón de ser es la de poder conectar
instrumentos electrónicos sin problemas de comunicación.
Esto que hoy en día nos puede parecer una tontería
era una auténtico quebradero de cabeza para los músicos
anteriores al MIDI. Cada sintetizador o teclado tenía
un lenguaje de comunicación propio de cada fabricante
por lo que conectar dos instrumentos de diferente marca podía
convertirse en una locura.
La principal característica del MIDI al trabajar en un
ordenador es que estamos trabajando con un material sonoro "subjetivo".
¿De donde viene la subjetividad del MIDI ? Cuando ponemos
un Compact Disc nos suena igual, con más o menos calidad,
independientemente del equipo reproductor en que lo hagamos sonar.
Sin embargo con el MIDI no ocurre esto. Un archivo MIDI rara
vez sonará igual en dos ordenadores diferentes a no ser
que tengan el mismo modelo de tarjeta de sonido.
Esto es debido a que el MIDI sólo trabaja con información
numérica de la mayor parte de los parámetros del
sonido, con la excepción del timbre.
Supongamos que queremos hacer sonar un archivo MIDI que contenga
una sola nota con timbre de flauta. Abriríamos nuestro
secuenciador, asignaríamos el timbre adecuado y pulsaríamos
la nota en nuestro teclado. Una vez grabada esa nota el ordenador
almacenaría datos numéricos de, por ejemplo: que
nota he pulsado, cuanto tiempo la he pulsado, con que fuerza
la he pulsado o con que velocidad la he soltado. Al reproducirla,
como la tarjeta de sonido de nuestro ordenador es la última,
más moderna y magnifica del mercado que nos costó
cerca de 150.000 pts, escucharemos un placido, dulce y timbrado
solo de flauta que no desmerece nada a Jean-Pierre Rampal. A
continuación ese archivo lo guardamos en un disquete y
lo abrimos con mi querido LCII de hace diez años. Al pulsar
sobre la tecla "PLAY" percibiremos un pitidito muy
poco agraciado y muy similar al de un teléfono movil.
Sin embargo, el archivo que estamos reproduciendo es el mismo.
Esa es la gran ventaja y desventaja del MIDI. Los archivos, al
carecer de información tímbrica, ocupan muy poco
espacio, permiten una gran variedad de transformaciones de su
información sin grandes exigencias de ordenador con la
excepción de la tarjeta de sonido que tendrá que
ser de buena calidad si queremos unos resultados tímbricos
aceptables.
Trabajando con ondas
Tanto en la edición de partituras como en la música
MIDI hemos estado hablando de información que se almacena
o transmite en unos y ceros, es decir en formato digital.
Realicemos el proceso más sencillo de grabación.
Preparo mi equipo, me pongo delante del equipo y digo "Hola".
Sigamos el proceso. El "Hola" que sale de mi boca está
formado por un conjunto de ondas que producen un cambio de presión
en el aire. Hasta aquí estamos hablando de una señal
acústica. Este cambio de presión, en forma de ondas,
chocan contra las membranas del micrófono y esa presión
ejercida se transforma en pequeños impulsos eléctricos.
Estos impulsos son conducidos a través del cable hasta
la entrada de la tarjeta de sonido, donde está conectado
el micrófono. Hasta aquí la señal es analógica.
En la tarjeta de sonido estos impulso eléctricos, gracias
a un aparato denominado conversor analógico/digital digital/analógico,
se transforman en una señal binaria, es decir en señal
digital. Esta señal digital, gracias a un programa denominado
editor de audio, se representa en pantalla de forma gráfica.
Si pulso "PLAY" en el editor de audio me escucho diciendo:
"Hola".
Lo que he hecho ha sido una digitalización de audio.
(EJEMPLO2) Procesos de grabación y reproducción
en un ordenador.
Una vez que tenemos la muestra dentro del ordenador podremos
guardarla en un formato de audio de los muchos que existen. El
más común es el formato "WAV" creado
por Microsoft. Un archivo "WAV" con calidad de CD viene
a ocupar uno10 Mb por minuto. Esto nos da una pista sobre que
tipo de ordenador es necesario para trabajar con audio. En principio,
tomando como muestra la equivalencia anterior, una canción
de cuatro minutos ocuparía unos 40 Mb.
Esta cantidad ya es considerable para trabajar por lo que necesitaríamos
capacidad de almacenamiento y memoria RAM en el ordenador. Si
además queremos transformar nuestro sonido con efectos
como reverberaciones, coros, ecos, etc. Necesitaremos velocidad
de procesado para no tener que irnos a dar un paseo cada vez
que queramos hacer una operación.
Por último hablaremos un poco de la gran novedad del audio
digital, el MP3. El MP3 es un formato de audio digital similar
al WAV pero que tiene la importante característica de
que ocupa diez veces menos sin perder apenas calidad. Y digo
apenas, porque el MP3 consigue sus ratios de compresión
eliminando mediante un proceso de psicoacústica las frecuencias
que no son audibles por el oído, lo que produce una perdida
de señal sin que el oído la perciba.
Angel Enfedake, compositor |
Euskonews
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