La huella ecológica de los humanos
*  Traducción al español del original en euskera
Mikel Insausti Muguruza

¿Han pensado alguna vez en la huella o impacto que producen en el medio ambiente y en la tierra las nuestras comidas diarias, los desplazamientos al trabajo, la luz y demás tipos de consumo, la televisión, o la lavadora y demas tipos de consumo? Pues háganlo. Cada persona tiene una "huella ecológica" diferente que nada tiene que ver con la talla que calzamos, pero ya que aumenta o disminuye en función de los recursos que empleamos y los desechos que producimos.

Los humanos, para poder vivir, necesitamos tanto de los servicios que ofrecen los ecosistemas (agua, aire, protección frente a las inundaciones) como de la alimentación, así como de la capacidad que el medio ambiente tiene para combatir absorber y reciclar la contaminación y los residuos, no sólo los domésticos, sino incluso los originados dentro depor los procesos productivos industriales o en la actividad de los distintos medios de transporte. El uso de tales servicios ecológicos puede ser objeto de evaluación, en función del terreno que los ecosistemas de en los que se sustentan necesitan para su correcto funcionamiento. Es por todos conocido queQue los ecosistemas precisan de un terreno para existir no supone ningun misterio. La huella ecológica se emplea por tanto como un instrumento de contabilización"contabilidad", a través de la cual se calcula la porción superficie de tierra necesaria para que por medio de la explotación de los recursos y de la asimilación de la polución tengan lugar los distintos tipos de consumo humano.

No obstante, la extensión terrenalsuperficie terrestre de la que seres humanos, animales y plantas pueden disponer es finito. Si sumáramos la totalidad del terreno biológicamente fértil del mundo (es decir, la tierra susceptible de proporcionar distintos servicios ecológicos, tales como el sustento, frutos, madera, oxígeno, etcétera) y lo dividiéramos por la población mundial, veríamos que a cada habitante del planeta le corresponde un 1,7 de hectáreas terrenal, del cual un 0,25 sería agrícola, un 0,6 prado, un 0,6 bosque, y el resto terrenos modificados (ciudades, carreteras, etcétera).

Para vivir dentro de los márgenes de la capacidad ecológica del planeta, o, dicho de otro modo, para que entre la producción biológica del planeta y la demanda de recursos naturales de los humanos exista un equilibrio ecológico, la huella ecológica de cada persona debería ser la equivalente a 1,7 hectáreas, cifra ésta que debería servir como referencia de la realidaddel equilibrio ecológicoa. Se debería hacer un esfuerzo por que cada persona adecuara su huella ecológica a dicha magnitud.

La realidad, sin embargo, es distinta. Por una parte, porque sabemos que la huella ecológica del consumo alimentariode alimentos, de la madera y de la energía es superior al garantizable por el ecosistema mundial, cuya capacidad de aguante regeneracion se estima que en la actualidad se supera en la actualidad en un 30% — de acuerdo con estimaciones recientes,. De esta situacion se deriva el hecho de que situación en la cual el promedio de la huella ecológica de cada persona equivalgadría a 2,3 hectáreas. Este dato pone de manifiesto la destrucción a la que estamos sometiendo la riqueza ecológica del mundo, debido principalmente a la velocidad del desarrollo económico y a su falta de sostenibilidad.

Por otra parte, mientras aproximadamente un 75% del consumo global se encuentra en manos del 17% de la población mundial, el resto del consumo (25%) ha de ser repartido entre 5.000 millones de personas.; son Estas cifras que dan fe de la dimensión ética del dilema de la sostenibilidad. Si todos los humanos vivieran al igual tuvieran el mismo nivel de vida que un ciudadano medio norteamericano, se necesitarían al mínimo tres planetas para abastecer sus necesidades energéticas y materiales; no obstante, y al no disponer más que de un planeta, se observa que las diferencias con respecto a la propiedad y a utilización de los recursos son importantes. El hecho de que unos empleen infinidad detantos recursos obliga a otros a conformarse con menos. En otras palabras: en tanto que las personas y estados más acaudalados en cierta manera se han adueñado de la capacidad productiva de la biósfera, no han dejado para los más pobres sino una pequeña porción.

En resumen, la huella ecologica de buena parte de los países es superior a la extensión de sus biológicamente fértiles tierras biológicamente fértiles, sobre todo en el caso de aquéllos que cuentan con una pequeñas extensiones porción de tierra, gran densidad demográfica y un alto nivel de consumo per capita. Ante el "déficit ecológico" derivado de la insuficiencia de sus tierras para proveer abastecer el consumo de su población, estos países o bien se apoderan, o en otras palabras importan, o bien importan la capacidad ecológica de otros países que en la mayoría de los casos son económicamente pobres, aunque ricos en recursos naturales, y que cuentan con un "superávit ecológico".

En 1997, el Centro de Estudios para la Sustentabilidad de la Universidad mexicana de Anahuac llevó a cabo un estudio sobre la huella ecológica de 52 países, y el. El resultado demostró que sólo 10 de entre estos paises vivían dentro de su capacidad ecológica. El país con mayor huella ecológica por habitante son los Estados Unidos (10,3 hectáreas), y la menor corresponde a Bangladesh (0,6 hectáreas). La media de la huella ecológica por habitante en España se sitúa en 3,8 hectáreas, con un déficit ecológico de 1,6 hectáreas, dado lo cual cada español se sirve de la capacidad ecológica de 1,6 hectáreas de tierra extranjera.

Al igual que en el caso de los portugueses, laLa huella ecológica de cada habitante español es, en comparación con los países europeos, relativamente pequeña. Sin embargo, el déficit ecológico global del Estado español es mayor que la extensión de Suecia. Es decir, que el Estado español importa para abastecer su nivel de consumo servicios ecológicos equivalentes a la superficie de Suecia para abastecer su nivel de consumo.

De la lectura anterior se extraen pueden extraer una serie de conclusiones:

1. Las huellas ecológicas son demasiado grandes. La mayoría de los países estudiados tienen un déficit ecológico. Estos paises o bien se aprovechan de la capacidad ecológica de otros países o van mermando su base ecológica para responder a sus demandas de consumo. En consecuencia, para que su base ecológica no se vaya progresivamente destruyéndose y puedan responder a las necesidades del consumo, se aprovechan de la capacidad ecológica de otros países.

2. Es necesario cConocer nuestra situación en cuanto a la sostenibilidad ecológica. Es evidente que el modelo de desarrollo económico actual no es sostenible:; estamos traspasando los límites ecológicos. Ni la claseos políticaos ni otros actores sectores de la sociedad podrán en el futuropueden alegar el desconocimiento de causa ante esta realidad..

3. Diferencias Falta de equidad sociales y ecológicas. Una pequeña parte de la población mundial vive a cuenta de los recursos ecológicos correspondientes a otra mayor parte. El consumo de cada habitante de los países ricos es tres veces superior a la media mundial sólo porque el consumo conjunto de tres personas de los países pobres no es sino el correspondiente a una tercera parte de ese promedio.

4. Población y consumo. Es principalmente elEl consumo de los países ricos es el principal causante del agotamiento de la capacidad ecológica del planeta. Aun y todo, el crecimiento de la población mundial previsto para las próximas décadas supondrá una seriaun serio impedimento dificultad para alcanzar una buena calidad de vida global.

Nota:
Si desea averiguar su huella ecológica personal, rellene la encuesta (disponible sólo en inglés) que hallará en la siguiente dirección de Internet. Le informará sobre la extensión terrenal que se necesita para abastecer sus necesidades:

http://www.lead.org/leadnet/footprint/default.htm 


Mikel Insausti Muguruza, Coordinador de Comercio e Inversiones. WWF-Oficina de Política Europea. Tel: 0032 2 7438809-Fax: 0032 2 7438819
E-mail: Minsausti@wwfnet.org

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