Ya de niña, Kontxu Odriozola sabía
que su futuro estaba sobre el escenario. Habiendo cursado los
estudios de magisterio, durante diecisiete años ejerció
de profesora en diversas ikastolas de Gipuzkoa, pero lo que esta
azpeitiarra deseaba era ser actriz. Para cuando empezó
a asistir a cursillos de interpretación, tales como cursos
de doblaje y la primera escuela teatral del Gobierno Vasco, ya
era madre de tres hijos. Hemos podido verla actuar en la obra
teatral "Ama begira zazu" y en la película "Hamaseigarrenean
aidanez", de Andu Lertxundi. Hoy es una joven abuela de
cincuenta y cuatro años que reside en el barrio donostiarra
del Antiguo, aunque en la mayoría de las casas de Euskal
Herria se la conoce como la Maria Luisa de la teleserie Goenkale.
Al menos por el momento, Kontxu no tiene intención de
abandonar su trabajo: "de cara al futuro no veo más
que nuevos trabajos, y si son exitosos, tanto mejor".
-¿Cuándo
y cómo comenzó su andadura en el terreno de la
interpretación? Reconozco sin ninguna
vergüenza que a mí no me ha costado nada ser actriz.
Mi padre era el encargado de los decorados, y ya de pequeña
me solía llevar
a ver las obras teatrales. Me sentaba en un rincón desde
donde podía divisarlo todo. Entonces fue cuando descubrí
todos los secretos que encierra esta profesión. Los años
que más adelante ejercí de profesora me sirvieron
también de gran ayuda; representaba obras con los niños,
y solía emitir un programa radiofónico.
Justo cuando mi marido y yo vinimos de Azpeitia a Donostia, Euskal
Telebista se estaba preparando para ponerse en funcionamiento,
y entonces abrieron una escuela de doblaje. Yo estaba deseosa
de hacer cualquier cosa que tuviera que ver con el mundo del
teatro, pero tenía el inconveniente de que no conocía
a nadie. Empecé por participar en un programa infantil
de Herri Irratia los sábados por la mañana,
y me apunté a todos los cursillos vinculados a la interpretación,
pero cuando el Gobierno abrió la primera Escuela Teatral
de Euskal Herria, me dije a mí misma: "ahora o nunca".
La verdad es que nunca me he arrepentido de la decisión
que tomé de dejar todos los cursillos e involucrarme en
la escuela.
-¿Qué aprendió
en la Escuela Teatral?
Nunca se llega a sentir lo que se siente sobre
el escenario. Aprendí muchas cosas durante los tres maravillosos
años que pasé en la Escuela Teatral. Eso de que
la interpretación se lleva en la sangre es verdad, pero
hay que trabajarlo y sacar lo que se lleva dentro. La Escuela
me enseñó a hacer uso de mis propias herramientas.
-No debe resultar fácil
ser madre, ama de casa y actriz... A mí no me
ha parecido nada difícil. Mis hijos siempre me han visto
hacer payasadas, desde pequeños. Cuando les ayudaba a
hacer los deberes nos solíamos disfrazar, y eso les gustaba
muchísimo.
-¿Qué le
ha aportado Kontxu Odriozola actriz a Kontxu Odriozola mujer? En esta profesión
la responsabilidad del trabajo recae en uno mismo. Cada personaje
que se interpreta, cada historia, cada director, los compañeros...
son nuevos y distintos, lo cual me parece muy enriquecedor. Aquí
no hay lugar para la monotonía. Además, se supone
que la gente que noche tras noche nos ve desde su casa es inteligente,
y eso para el actor se traduce en una contínua superación.
En la televisión, si no tienes éxito, te retiran
enseguida. Es un horno peligroso que, de no andar con cuidado,
quema.
-Entre la televisión,
el teatro y el cine, ¿con cuál se quedaría? Me parece que los
actores de aquí no tenemos mucha elección. Para
nosotros, trabajar en el cine es toda una suerte. Sólo
unos pocos actores vascos
tienen la posibilidad de conseguir éxito cinematográfico,
y la mayoría de las veces tienen que salir fuera. Da la
impresión de que los actores que estamos aquí somos
los peores que pueda haber y que no tenemos derecho a protagonizar
una película. La mayoría de los trabajos que llegan
a nuestras manos son de cuarto o quinto nivel, y si encima les
dices que no, te tachan de arrogante. Cada uno tiene que arreglárselas
según las oportunidades que se le ofrecen, y en Euskal
Herria, por el momento, sólo contamos con el teatro y
con la televisión. Para mí el teatro es lo más
bonito que pueda existir, pero es muy duro trabajar en él.
Ahora que los teatros se han derruído, hay que actuar
en frontones, o, si no, preparar la obra y salir fuera. A decir
verdad, los actores de aquí sólo podemos trabajar
en la televisión, pero, como en todas partes, no hay sitio
para todos. Hay muchos actores en paro.
-¿Cuál es,
a su parecer, la situación actual de la interpretación
vasca? Salta a la vista
que aquí tenemos una escuela muy buena, porque los actores
vascos, cuando salen fuera, hacen unas interpretaciones buenísimas.
También en el teatro se hace notar el éxito que
cosechan las obras de Euskal Herria. De la misma manera que tenemos
buenos futbolistas, tenemos buenos actores, aunque nuestro país
nunca se ha ocupado del mundo del teatro. En mi opinión,
nos merecemos la misma fama que tienen los españoles,
si bien es cierto que en este momento lo veo difícil.
Ahora que se reclaman actores por doquier, se diría que
cualquier persona sirve para actuar, con lo cual día tras
día uno tiene que andar demostrando la calidad de tu trabajo.
Es verdaderamente muy duro, aunque reconozco que también
aporta grandes satisfacciones.
-Los actores vascos tienen
una presencia cada vez mayor en las teleseries españolas.
Usted misma ha participado en Médico de familia... Cierto, pero el problema
es que los que van a Madrid tienen que volver a empezar de cero.
-¿Hasta
qué punto se siente identificada con la Maria Luisa de
Goenkale? Muchas mujeres elogian
a Maria Luisa por atreverse a expresar abiertamente lo que piensa.
En este país muchas las mujeres callan su verdadera opinión,
pero Maria Luisa es atrevida y dura, aunque auténtica.
Desde el mismo momento en que llego a Miramon, soy Maria Luisa
para el día entero. Soy consciente de que mi físico,
mi voz y mi fuerza ayudan al personaje, pero no me gustaría
quedarme con la etiqueta de Maria Luisa para el resto de mi vida.
Una de las cosas que más agradece un actor es poder tener
diversos registros.
-¿Con qué
se encuentra Kontxu Odriozola al mirar hacia el futuro? Egoístamente,
diría que vislumbro mi futuro lleno de nuevos y exitosos
trabajos. Me gustaría muchísimo poder trabajar
sin tener que salir de Euskal Herria, que es lo que por ahora
estoy haciendo. El futuro dirá. Fotografías: Teresa Sala
La fotografía en blanco y negro: Enciclopedia Auñamendi
(Ref. "Habe")
Euskonews & Media 83.zbk (2000
/ 6 / 16-23) |