Bilbao ante el cambio de siglo. La metamorfosis de la metrópoli industrial
Ibón Areso

Bilbao nació el año 1300 como una villa medieval amparada en los privilegios otorgados por la Carta Puebla fundacional. En 1511 con la creación del Consulado se transforma en una villa mercantil, para convertirse a finales del siglo XIX en una ciudad industrial que se extiende a lo largo de toda su área metropolitana.

En la actualidad nos hallamos nuevamente en presencia de un momento clave de nuestra historia urbana, al estar en el umbral de un nuevo cambio de modelo, el cual se caracteriza por la entrada en declive de la etapa industrial , para dar paso a la nueva metrópoli post industrial, lo que nos obliga a preparar nuestro futuro mediante la necesaria reconfiguración urbana. Por ello podemos afirmar que nos encontramos más en presencia de una transformación urbanística profunda que de una evolución de la antigua metrópoli, transformación de la que surgirá la ciudad de nuestro próximo futuro.

Realizada esta introducción , voy a tratar de exponer a continuación el "porqué" y el "cómo" del proceso.

La necesidad de cambio
La pujanza industrial y mercantil que caracterizó a Bilbao desde su fundación hasta los años 70 del presente siglo, hizo del mismo el centro financiero y de servicios de un amplio "hinterland" que superaba el ámbito de la actual Comunidad Autónoma de Euskadi. La crisis iniciada en 1975 puso al descubierto una serie de problemas estructurales consistentes, fundamentalmente, en un monocultivo industrial basado en los sectores tradicionales de siderurgia, construcción naval y bienes de equipo, que son los que a nivel internacional más han sufrido y en una insuficiente autonomía del sector servicios que se hallaba muy vinculado al desarrollo industrial.

Esta situación produjo un considerable impacto social y urbano. Sus efectos .se manifestaron en la decadencia del sistema industrial, altos índices de desempleo, degradación del medio ambiente y del tejido urbano, procesos de emigración y estancamiento de la población y en la aparición de problemas de marginación social, efectos todos ellos que se han dado también en otras metrópolis industriales como Pittsburg, Glasgow, Hamburgo, Rotterdam o Turín.



Bilbao, afectado por esta situación, se ha visto en la necesidad de iniciar un profundo proceso de transformación urbana que sea capaz de generar nuevas oportunidades de empleo para sus ciudadanos, empleo que a medio plazo lo generará fundamentalmente el sector terciario.

En efecto, hasta el año 1800 la humanidad trabajó fundamentalmente en la agricultura, la cual hoy, en los países del entorno en el que nos integramos, sólo ocupa a un 3 o 4% de la población. A partir de esa fecha, con la revolución industrial, el sector secundario se convirtió en la principal base económica y de empleo del mundo desarrollado.

En los próximos años, la automatización, robotización y el desarrollo tecnológico, conllevarán ineludiblemente un descenso importante de los puestos de trabajo que podrá ofrecer la industria, con lo que en un futuro a medio plazo entre el sector primario -agropecuario- que ha dado trabajo a la humanidad durante 4.000 años y el secundario, -fabril- que ha dado trabajo durante 200 años, sólo se obtendrán el 30 o 35% de los puestos de trabajo necesarios. El 70% del empleo restante lo proporcionarán sectores como el comercio, el turismo, los servicios, el ocio, la cultura, la información y otras actividades que todavía están por desarrollar.

Ello no quiere decir que en Bilbao vayamos a renunciar a nuestra tradición industrial, ya que ésta una vez renovada tecnológicamente producirá riqueza, aunque menos empleo lo mismo que hoy ese 3 o 4% de la población activa que se dedica al sector primario produce mucha más renta agrícola que el 70% que ocupaba ese sector hace 200 años.

Por otro lado, la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, pasa además de por la citada necesidad de generar empleo y de aumentar su nivel de renta, por conseguir una mejora del hábitat, ofreciendo mayores oportunidades de ocio, cultura, medio ambiente etc. a sus habitantes.



Urbanísticamente, estos dos conceptos, calidad del entorno urbano y nivel de renta, en las ciudades de economía industrial como la nuestra se ha demostrado que con carácter general eran antagónicos, ya que prácticamente todas ellas fueron ricas y con un alto índice de ocupación, pero medioambientalmente muy deficientes.

Hoy la degradación medioambiental y un hábitat deteriorado, son causa de pérdida de competividad a nivel internacional , por lo que superar esa situación es condición "sine qua non" para posibilitar la creación de los nuevos puestos de trabajo que surjan del desarrollo del sector terciario y para captar las inverisones que los hagan posibles. Las ciudades compiten entre sí para atraer a las nuevas empresas que buscan emolazamientos alternativos, por lo que un entorno de calidad va indisolublemente unido a la obtención de un mayor nivel de renta.

El nuevo Bilbao metropolitano
Establecida la necesidad de superar el modelo industrial, ya que su crisis es estructural y no coyuntural, - como al principio muchos habían creído-, ha sido necesario iniciar el paso a la ciudad post-industrial, estableciendo las pautas de nuestro futuro desarrollo urbano mediante una ambiciosa renovación que deberá abarcar toda el área del bajo Nervión a fin de configurarnos como una metrópoli moderna.

Esta renovación se ha planteado con un doble alcance, físico y socioeconómico basándose en los cuatro ejes principales de actuación que a continuación se exponen, de los cuales los dos primeros están más incardinados en el campo físico o urbanístico, y los dos últimos corresponden más propiamente al ámbito socioeconómico.

I.- La accesibilidad exterior y la movilidad interna de la metrópoli
Las comunicaciones físicas e inteligentes son determinantes a la hora de atraer inversiones a una zona. Las actuaciones correspondientes a la ampliación del puerto de Bilbao, el nuevo aereopuerto, la construción del metro, la reforma viaria y ferroviaria, la pendiente Estación Intermodal, representan esfuerzos múltiples y de envergadura en este sentido, sin olvidar tampoco las "autopistas de la información" desarrolladas basícamente mediante el cableado de fibra óptica.


II.- La regeneración medioambiental y urbana
La metrópoli bilbaína se ha desarrollado con las servidumbres medioambientales propias de las zonas industriales. Hoy la calidad del entorno no sólo es un elemento fundamental que debe buscar toda ciudad para sus habitantes, sino que, como ya hemos explicado, en nuestro caso resulta también imprescindible para el desarrollo de las nuevas actividades económicas de futuro y para la captación de inversiones exteriores que cada vez requieren entornos más selectivos.
La mejora del medio físico, son actuaciones concretas en la reducción de la contaminación atmosférica, el saneamiento de las aguas, la gestión de los residuos urbanos e industriales, la ampliación de los parques y zonas verdes, etc., son los ejes de actuación necesarios para lograr un Bilbao metropolitano con una ciudad mejor diseñada, más amable y que oferte viviendas y equipamientos colectivos.
Además esta recualificación urbana es absolutamente imprescindible para propiciar un cambio en la imagen de la ciudad y el grado de satisfacción que la misma debe ofrecer a sus habitantes, lo cual se precisaba para crear el ánimo social colectivo necesario para el desarrollo de las nuevas actividades, superando el pesimismo y la falta de fe en el futuro que en la ciudanía originó el cierre de gran número de empresas.


III.- La inversión en recursos humanos y la transformación tecnológica 
Los nuevos motores económico se asocian al conocimiento, la cultura y, en general, a lo inmaterial.
La capacitación de los recursos humanos en la industria y en los servicios es necesaria para adquirir competitividad. El Bilbao metropolitano debe adecuar su oferta educativa a las nuevas circunstancias. La universidad, la formación profesional, la relación formación-empleo, la formación de postgrado y la política empresarial en recursos humanos, deben ser campos de actuación preferente.
Valores como el conocimiento, la creatividad, la dedicación y la motivación se deben asumir como el reto. El mundo que viene es el mundo del saber.
Esta capacitación nos tiene que conducir a transformarnos de una metrópoli de servicios avanzados en una moderna región industrial, lo que refleja la convicción de que la industria y los servicios son inseparables en un entorno ecónomico proyectado hacia el siglo XXI. La industria crea riqueza y los servicios proporcionarán una importante aportación de empleo.


IV.- La centralidad cultural
El impulso de la actividad cultural es un elemento de dinamización interna y de promoción de la metrópoli de cara al exterior.
En efecto, en las sociedades contemporáneas la actividad cultural, artística, deportiva, de ocio y tiempo libre, representa el termómetro de la vitalidad colectiva y determina el atractivo de una urbe, además de contribuir a la proyección exterior de las ciudades y a establecer las condiciones que permitan la captación de nuevas actividades.
En este apartado, la potenciación del Museo de Bellas Artes, el Teatro Arriaga, el Palacio Euskalduna de Congresos y de la Música, la red de bibliotecas, la temporada de la ópera, la creación de campos de golf, etc. son elementos necesarios para el impulso de nuestra metrópoli, siendo sin duda el proyecto estrella en este campo el museo Guggenheim, que ha aportado además una importantísima contribución a la citada proyección internacional.

Para finalizar este recorrido sobre el porqué y el cómo de la evolución metropolitana de Bilbao, señalaré algunos aspectos que la han de caracterizar:

* Esta recualificación debe tener uno de sus hitos más significativos en la transformación y recuperación de la Ría. La convivencia,-posible en un principio-, de las actividades productivas y residenciales debido al talante artesanal de aquéllas, desaparece con la revolución industrial que conlleva unas formas productivas incompatibles con la necesaria calidad del hábitiat humano.
Así podemos decir que hoy en gran medida, Bilbao está construiendo de espaldas a la Ría, pero que la misma liberada de sus actividades productivas y por tanto con sus márgenes portuarias disponibles a corto y medio plazo se muestra como un elemento de enorme potencialidad , ya que discurre a lo largo de gran parte del consolidado urbano, por lo que debe constituirse en el espacio más cualificado y vertebrador de la metrópoli, articulando espacios lúdicos, residenciales y actividades terciarias, representando el eje principal de la nueva ciudad, así como su elemento más emblemático.

* La nueva metrópoli deberá poner un acento mucho mayor en la transformación interna que en generar nuevos desarrollos, teniendo como objetivo principal renovar y recualificar las zonas más obsoletas y degradadas que hemos heredado de la crisis industrial. Es decir, se trata fundamentalmente de convertir los "problemas" en "oportunidades".

* La arquitectura y el diseño urbano de prestigio deberán ser elementos a los que se les deberá prestar una singular atención, ya que no sólo configurarán la calidad de vida de los habitantes metropolitanos, sino que contribuyen de forma muy importante a la proyección de Bilbao en el ámbito internacional, facilitando con ello la atracción de visitantes e inversiones. 


En definitiva, si todas la ciudades evolucionan desde el deseo de ofrecer mejoras a sus residentes, en nuestro caso, el nuevo Bilbao metropolitano será consecuencia de un proceso mucho más profundo y que obedece no al deseo sino a la "necesidad" de transformarnos. La ciudad industrial ha periclitado.


Ibón Areso, Teniente de Alcalde-Delegado de Urbanismo, Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao

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