El escultor Anton Mendizabal albergaba desde hacía tiempo la idea de crear un foro en el cual desarrollar el arte y la cultura vasca, pero el salto definitivo lo dio en octubre de 1997, cuando el pintor y poeta Imanol Irigoien y Mikel Mendizabal, productor de vídeos y hermano suyo, se aunaron y formaron la sociedad cultural Pagoarte Kultur Elkartea, en el Polígono Industrial del barrio Ergoien, en Oiartzun. En los últimos tres años se les han incorporado el pintor Xabier Mendarte y la restauradora artística Maite Arratibel.

Anton Mendizabal explica que "en Pagoarte se diferencian dos aspectos: por una parte está el trabajo personal de cada una de las personas que formamos Pagoarte, puesto que cada cual tenemos nuestra propia profesión; y por otra parte tenemos a Pagoarte Kultur Elkartea, agrupación que hemos creado entre sus miembros. Somos nosotros quienes organizamos y programamos las exposiciones y actos cuya financiación asumen Kutxa, el Gobierno Vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Oiartzun".

En palabras del escultor, "el objetivo principal de Pagoarte Kultur Elkartea consiste en fortalecer y fomentar la cultura vasca y desarrollar un centro artístico". Su actividad central gira en torno al mundo creativo y experimental, y otorga especial interés a la función de alentar y ayudar a los jóvenes que consideran seriamente este mundo. Con tal objeto, suelen exponer las obras de jóvenes artistas junto con las de otro ya famoso, dado que el poder de atracción de este último resulta muy provechoso para que el joven se de a conocer.

Esta sociedad cultural con sede en Oiartzun prepara igualmente exhibiciones especiales en las que dar a conocer el arte y la cultura, puesto que tal como declara Mendizabal, "no nos interesan las exposiciones corrientes; tiene que haber trabajos de experimentación o que cuenten con algún tipo de peculiaridad que tiendan a fomentar la creatividad".

FRONTALDI "Ezkerrez txokora". 1994 50 x 35 x 34 zm. Aritza

Fusión de distintos ámbitos de la Cultura Vasca
Dentro de este aspecto de la experimentación, Pagoarte Kultur Elkartea ha puesto en funcionamiento experiencias en las que mezclan distintos ámbitos de la cultura vasca que han permanecido alejados entre sí. Eso es lo que han hecho con "el bertsolarismo y la poesía. Juntamos al renombrado bertsolari Andoni Egaña y al joven Arkaitz Goikoetxea con el escritor Harkaitz Cano y un músico", informa el escultor.
Especial fue asimismo la exposición de Jose Luis Zumeta. Exhibió un solo cuadro, el Gernika, aunque se trata de una obra de siete metros de ancho y tres y medio de alto. En otra experimentación se combinaron el deporte y el bertsolarismo, de la que resultó una sesión de bertso-pelota.

En estos momentos la sala de exposiciones de Pagoarte acoge las obras de la sociedad de informadores gráficos de Euskal Herria, quienes han construido una nueva entidad de la que forman parte tanto gente de la parte continental como de la peninsular, y de cuya primera exposición se ha encargado la sociedad.

Desde el inicio, los promotores de Pagoarte eran conscientes de la relevancia que tiene la difusión y divulgación de su obra. Anton señala que "el camino está trazado y la sociedad ya conoce Pagoarte, pero al principio no sabía de su existencia; de modo que al poco llegamos a una serie de acuerdos con los medios de comunicación, y gracias a ellos nuestras actividades tienen un buen seguimiento".

Los jóvenes, protagonistas de los retos futuros
Aunque hasta el momento la responsabilidad y el peso de la sociedad han recaído en sus miembros, uno de los principales retos futuros de Pagoarte Kultur Elkartea consiste en que sea la juventud quien tome las riendas. El escultor residente en Oiartzun opina que "puede decirse que actualmente Pagoarte se encuentra en una fase de normalización. Ahora necesita una nueva organización y gestión, conque necesitamos la colaboración y la iniciativa de los jóvenes, porque su labor en la creación y conocimiento de la cultura vasca es imprescindible".

El arte vasco, hoy
Manifiesta Anton Mendizabal que la mayoría juzga el arte desde un punto de vista comercial, y que la sociedad contempla las obras de los museos y galerías como si de un espectáculo se tratara, si bien hay quienes lo interpretan de otro modo. El escultor capta un gran vacío en la sociedad vasca que en su opinión radica en una falta de planteamiento popular del arte.

"Por un lado, la escuela no ofrece una educación adecuada para que los jóvenes vascos puedan entender el arte, ante lo cual se debe confeccionar una nueva didáctica artística que enseñe a los niños a entenderlo y participar en él. Por otro lado, las instituciones públicas deberían involucrarse en mayor medida y de un modo más inteligente para una mejor coordinación".

Mendizabal entiende que en las exposiciones dirigidas al público se deberían incluir anexos con la finalidad de ayudar a entender la exhibición, aproximar al público al arte y dinamizar su participación, tal como se hiciera en la exposición que él mismo organizó en la Casa de Cultura Barrena de Ordizia: el artista explicaba a los visitantes, tanto niños como ancianos, el significado y justificación de su obra, y ponía a su disposición diverso material por si les apetecía reflejar lo que las obras de arte les sugería, dándoles la oportunidad de crear sus propias obras. Fue tal el éxito, que las obras de Anton casi quedaron ocultas entre los trabajos espontáneos. Los visitantes no sólo entendieron el arte, sino que además elaboraron sus propias creaciones.