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Entender el mecanismo que determina el
reclutamiento en las poblaciones de peces es un reto importante
en la investigación pesquera. En estos últimos
años, se ha puesto de manifiesto la relevancia de procesos
oceánicos de mesoescala y las condiciones climáticas
que guían a éstos en la determinación de
los niveles de reclutamiento (BAKUN & PARRISH, 1982; BAKUN
et al., 1991). La selección natural implica que
las estrategias reproductivas son la respuesta a los factores
medioambientales más cruciales que regulan el éxito
reproductivo (BAKUN, 1985). Consecuentemente, las poblaciones
de peces fijan sus periodos y áreas de desove, para que
así, aumente la supervivencia a través de los estadíos
de la vida y del mismo modo, se incremente el nivel de reclutamiento
bajo condiciones climáticas de carácter favorable.
Se presentaron algunas hipótesis
diferentes, tratando de explicar los principales mecanismos que
nos llevan a la variabilidad del reclutamiento. (HEATH, 1992).
Resaltamos que los procesos físicos y biológicos
(alimentación y depredación) son la base de estas
diferentes hipótesis (HJORT, 1914; CUSHING, 1975; ILES
& SINCLAIR, 1982; SINCLAIR, 1988).
 La
pesca de anchoa ha cambiado de forma significativa durante este
último siglo en el Golfo de Bizkaia. JUNQUERA (1986, 1988)
relata el incremento (1920-1960) y la caída (1967-1986)
de las capturas de anchoa, así como diversos eventos biológicos
en el Golfo de Bizkaia, y cambios oceanográficos de carácter
general en el Hemisferio Norte. VALENCIA, et al. (1996),
que han estudiado 40 años de series de temperatura, viento
e irradiación de la superficie de la mar, han demostrado
que algunos fenómenos medioambientales que se han desarrollado
en el sureste del Golfo de Bizkaia, son una respuesta local a
los eventos oceanográficos y meteorológicos del
noreste Atlántico. Estos autores han demostrado que existe
una relación entre estos fenómenos medioambientales
y el dominio de los vientos del este - nordeste, los cuales producen
un afloramiento en dicha área.
La anchoa es una especie con
una vida corta, para la cual el reclutamiento juega un papel
muy importante a la hora de fijar el nivel de stock. Su desove
en el Gofo de Bizkaia se produce en primavera, principalmente
desde Abril hasta Julio (CORT et al., 1976; ARBAULT &
LACROIX-BOUTIN, 1977; LUCIO & URIARTE, 1990; MOTOS et
al., 1996). Esta población de anchoa desova en áreas
donde pueda darse una producción biológica importante
(MOTOS et al., 1996): plumas de ríos, frentes de
plataforma continental y giros oceánicos.
En general, el desove se limita
a las costas españolas y, principalmente, francesas (sur
de 46º30’N y este de 5ºO).
A la temperatura dominante en
el área durante la época de mayor desove, el huevo
tarda 3 días en desarrollarse (MOTOS, 1994) y la larva
precisa de 60 a 90 días (SMITH, 1985; PALOMERA et al.,
1988). Así, los huevos de anchoa y la larva se desarrollan
de Abril a Agosto. Tras la metamorfosis los juveniles de anchoa
tienen lugar de Agosto al invierno siguiente, que es cuando se
dispersan en el área. Los eventos oceanográficos
que ocurren en dicho periodo y área juegan un papel primordial
en la dinámica de los distintos estadíos de la
vida de estos peces y en la consiguiente fuerza de reclutamiento.
 BORJA
et al. (1996), demostraron para el periodo de 1967-1989
que las condiciones oceanográficas causadas por los vientos
del norte-este de baja y media intensidad en primavera-verano
en el Golfo de Bizkaia, parecen inducir a buenos niveles de reclutamiento
de la población de anchoa. Este tipo de viento produce
débiles afloramientos de escasa turbulencia y expande
la influencia de las plumas de los ríos franceses sobre
la plataforma continental. Se correlacionaron los índices
de afloramiento y turbulencia con un índice del reclutamiento
anual de la anchoa, resultando altamente significativos (p<0,0001).
En el informe anteriormente mencionado,
los autores sostienen que se debe comprobar la relación
existente entre el reclutamiento de la anchoa en el Golfo de
Bizkaia y las condiciones oceanográficas (afloramiento
y turbulencias), comparándolo con la más reciente
información, con el fin de excluir cualquier tipo de correlación
errónea. Actualmente, existe una nueva serie de información
de vientos ya que el algoritmo que recaba campos de presión
de superficie ha variado sensiblemente. Por lo tanto, se han
mejorado los resultados de afloramiento y turbulencia. Además,
se ha obtenido más información sobre vientos e
índices de reclutamiento hasta el año 1996, incrementando
por lo tanto, la información previa disponible. Así,
se ha vuelto a analizar la relación existente entre el
índice de reclutamiento y el índice de afloramiento,
con objeto de confirmar la relación encontrada previamente.
Reclutamiento de anchoa, Engraulis encrasicolus, en el
Golfo de Bizkaia (miles de individuos capturados por cohorte
y barco al año) y afloramiento (m3 . s -1
. Km -1) desde Marzo hasta Julio durante los años
1967-1996 (Figura superior). Regresión e intervalos de
confianza (95% y 99%) entre el reclutamiento y afloramiento (Figura
inferior). Modificado tras Borja et al. (1998).
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JUNQUERA (1986, 1988) sugirió
que el medioambiente puede ser el factor que cause los cambios
en la pesca y la población de anchoa existente en el Golfo
de Bizkaia durante el siglo actual. BORJA et al. (1996)
explicaron la relación existente entre el medioambiente
y la población desde 1967: relación positiva entre
el reclutamiento de la anchoa y el floramiento originado por
la prevalencia de los vientos del norte y del este en el Golfo
de Bizkaia durante la primavera y principios del verano. Información
existente en dicho informe nos ha permitido confirmar la relación
encontrada anteriormente incluyendo métodos directos (DEPM)
e indirectos (de capturas) para la medición del reclutamiento.
Los procesos oceanográficos
unidos al arriba mencionado régimen de vientos, parecen
incrementar la estabilidad y productividad general en el Golfo
de Bizkaia, y aumentar, por tanto, la disponibilidad de larva
y juveniles para la alimentación, incrementando así
sus expectativas de supervivencia. Se ha hablado sobre numerosos
mecanismos oceanográficos y ecológicos directos
con el fin de explicar este descubrimiento (débiles condiciones
de afloramiento, la influencia del caudal de los ríos,
estabilidad y estratificación del perfil de las aguas,
etc.). Estos mecanismos se correlacionan bien con los factores
físicos que condicionan el reclutamiento y con la variabilidad
de la tasa de mortalidad en los estadíos de vida primarios.
Sin embargo, estos u otros mecanismos fundamentales deberían
ser mejor identificados y estudiados en investigaciones futuras.
Los resultados obtenidos sugieren
la utilización de este índice de afloramiento para
pronosticar el reclutamiento de la anchoa del Golfo de Bizkaia.
Ángel Borja, Dpto. de Oceanografía y Medio Ambiente
Marino
Fotografías: Auñamendi |
