Tal
como decía en un artículo anterior, si impresionante
fue la vida de Sebero Altube, mucho más asombrados nos
pueden dejar las obras realizadas por el mondragonés,
principalmente -e incluso en aquel entonces quiso dejarlo bien
claro- por ser un hombre que carecía de educación
académica. Cultivó numerosas disciplinas del amplio
espectro del campo del saber, si bien fue la música lo
que le atrajera desde un principio.
¡Vayan ustedes a saber
lo que hubiera sido de nuestro hombre de no haber salido nunca
de la pequeña localidad de Arrasate, precisamente tras
hacerse con la dirección de la Banda de Música
de Gernika! No siendo posible dar una respuesta, será
mejor que nos atengamos a las referencias que conocemos y expliquemos
cuál fue la aportación científica de Sebero,
no sin antes prevenirles de que no soy nada experto en valoraciones
científicas. Además, al pertenecer Altube a varias
disciplinas, tampoco cualquier tasador efectuaría bien
el trabajo. Pero dejemos de lado esa cavilación y vayamos
al grano.
Ignoro lo que decía la
tarjeta de visita de Sebero Altube, pero estoy seguro de que
si le pudiéramos preguntar lo que le hubiera gustado que
figurara, respondería Músico. Sebero formó
junto con su hermano Benigno y Cristobal Bedia -los tres naturales
de Arrasate- uno de los grupos de dulzaina más populares
de Euskal Herria. Su formación musical lo llevó
en 1899 a dirigir la Banda de Música de Arrasate, aunque
un par de años más tarde se hizo gracias a la marcha
"Cor Jesu" con la dirección de la Banda de Música
de Gernika. Entonces trasladó su residencia de Arrasate
a Gernika.
En Gernika formó un Coro
y también una Academia de Música. Llevado por su
afición, pronto comenzó a publicar artículos,
sobre todo en la "Revista Musical" de Bilbao y en la
"Euskalerriaren alde" de San Sebastián. Aunque
resulte curioso, cuando Sebero se dedica a analizar el euskara,
sostiene que nuestra lengua vasca debería ser investigada
por su morfología, sintaxis y tono, abriendo así
una nueva puerta para los quehaceres de la lingüística
vasca.
Podemos decir que empezó
a trabajar sobre el ámbito de la lengua a principios de
siglo. Reconocía que la lingüística le atraía
y que había leído obras de varios reconocidos lingüistas
europeos. Comenzó a estructurar sus teorías, en
base a las de Hovelacque, Dauzat, Gregoire, Meillet y de otros
más. Teorías con frecuencia rompedoras que Altube
quiso aplicar al caso del euskara.
Los primeros contactos que mantiene
con Azkue datan de 1909, principalmente por motivo de léxico
vasco. Cuando Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos organizó
su primer Congreso en Oñati en 1918, allí estuvo
él. De ahí surgió la idea de crear Euskaltzaindia-Real
Academia de la Lengua Vasca, decidiendo la primera formación
al año siguiente. El 22 de junio de 1920 designaron a
Sebero Altube miembro de Euskaltzaindia para ocupar el puesto
vacante tras la muerte de Txomin Agirre. Ya para entonces sus
obras sobre el euskara eran conocidas. Más adelante citaré
los trabajos más sonados de Sebero en este campo.
Pero especial mención
merece el titulado Erderismos. Este trabajo, publicado
en la revista "Euskera" en 1929, se editaría
un año después como libro. La obra constituyó
una de las aportaciones más debatidas hasta entonces a
la lingüística vasca. Azkue no llegó a aceptarlo,
y al cabo de unos años Luis Mitxelena le dirigió
una dura crítica, acusando a Altube de mezclar "lo
que es y lo que querría que fuera".
Es cierto que ese trabajo de
Altube no evalúa la sintaxis vasca en su totalidad, y
que la crítica que se le pueda hacer en ese aspecto es
justa. Pero la intención de Sebero no era la de realizar
un estudio sobre todos los dialectos vascos. Pretendía
sobre todo establecer unas normas para así evitar los
errores más trascendentales que percibía en los
escritores vascos de su época. Muchos imputan a Sebero
el querer imponer otro purismo, además del concerniente
al léxico. Afirman que quiso crear una sintaxis irreal.
Puede ser, porque muchas veces se muestra bastante inflexible,
pero no es menos cierto que gracias a la teoría de Altube
se ofrecen correctas respuestas a numerosas preguntas que se
pueden formular en torno a nuestra lengua.
No obstante, los hay -claro-
quienes ensalzan el trabajo del mondragonés. Aita Villasante,
Aita Onaindia y Iokin Zaitegi son, entre otros, expertos que
han defendido en más de una ocasión la tarea de
Altube. Y es que este hombre, al fin y al cabo vivía el
euskara y amaba lo cotidiano, sencillamente: "Atara aixetara
geure izkera maitiau, erabilli beti ta beti, edonun ta edonorekin,
emon orretaraxe bizija ta indarra... Beste asmokeri ta barrikerizko
bideok, alperriko ta kaltegarri baño eztira..." (Sacad
a los cuatro vientos nuestra querida lengua y empleadla siempre
y en todo lugar y con cualquier persona, dedicad a ella vuestra
vida y fuerzas... Los caminos de las otras pretensiones y novedades
no son sino vanos y perjudiciales...)
Dejando por ahora de lado la
lingüística de Altube, recordemos que hubo un Altube
filósofo, profundamente preocupado por los problemas de
la sociedad. Afirmaba que el afán por conocer la causa
del dolor humano nació en él tras el bombardeo
de Gernika. Como consecuencia de ello y tras leer las obras de
los filósofos más destacables de Europa, publicó
en Pau el libro "La fonction de la douleur".
Por otro lado, en lo que es la
literatura creativa, basa su obra más conocida, Laztantxu
eta Betargi, en el bombardeo contra su villa natal. Emplea
un euskara pulcro -aunque quizás resulte bastante difícil-
para hacer una descripción histórica ficticia de
tan atroz acontecimiento.
Más arriba he dicho que
la obra de Sebero Altube ha sido analizada con ojo crítico.
Y la crítica no siempre ha resultado muy favorable; se
le ha imputado sobre todo falta de rigurosidad a la hora de aplicar
las teorías sobre la sintaxis a todo el euskara. Es posible
que así sea. Configuró teorías que hoy en
día no se darían por buenas. Pero me parece que
al menos se le ha de reconocer ese mérito, por haber sido
osado cuando los pilares de la lingüística vasca
eran débiles. Sebero abrió un camino a la lingüística
vasca. No es poco, como él mismo decía, pedir que
se investigue el euskara en su sintaxis, morfología y
tono. Pedir, y, claro está, ponerse a ello, tal como el
mondragonés lo hizo.
Así decía Aita
Villasante en mi libro "Sebero Altube": "Como
en la mayoría de los hombres, también en Altube
puede haber límites. Pero la persona y obra del señor
Altube, con todo su valor y todas sus limitaciones, siempre estará
ahí erguida, como espejo y como hito. Una fuente de aprendizaje
para todos".
REFERENCIAS DE
ALGUNAS OBRAS LINGÜÍSTICAS DE
SEBERO ALTUBE
1911. Euskerazko
itzak (Euskal Esnalea, I-58/60)
1919. De sintáxis euskerica (Euskal Esnalea, IX)
1920. Euskeraren
joskera dela ta (Euskal Esnalea, X, XI, XII)
Erderatiko
itzak; itz barrijak eta antxinako itzak (Euskera II)
Izkuntz jakintzia
eta euskeriaren bizitzia (Euskera 1921)
1922. Euskel
itz barrijak, eurok eraltzeko erderak zetara lagundu bear deuskuen
(III Congreso de Eusko Ikaskuntza)
1923. De fonética
vasca (RIEV XV)
1925. Modismos
euskericos (Euskera VI)
1929. Erderismos
(Euskera; y como libro, Gaubeka Irarkola)
1932. El acento
en la prosa y en el verso (como libro, Gaubeka Irarkola)
1933. La vida
del euskera. Divulgación a los principios de la lingüística
general aplicables a su defensa. (Euskera XV; como libro,
Gaubeka Irarkola; junto con la Morfología de Azkue, La
Gran Enciclopedia Vasca)
1934. Observaciones
al tratado de morfología vasca de Don Resurrección
María de Azkue (Euskera, XV; como libro Gaubeka Irarkola;
y La Gran Enciclopedia Vasca)
1936. Más
sobre la vida del euskera (Euskera, XVII; como libro Gaubeka
Irarkola)
1948. Fonética
y etimología esukéricas (Eusko Jakintza I,
II, III, IV)
1949. La unificación
del euskera literario (Eusko Jakintza, III)
1950. Erderakadarik
txarrenak (Euzko Gogoa, I, II, III)
1956. Literatur-
euskara: sobre sintaxis vasca (Euskera I)
1960. Euskerari
buruz (Euskera V) |
Josemari Velez
de Mendizabal, idazlea |