En 1974 tuve que impartir unas clases
en la Escuela Nocturna de Arrasate-Mondragón, y recuerdo
perfectamente que a los alumnos, además de intentar enseñarles
el euskara, traté de inculcarles referencias sobre la
cultura vasca, aun cuando por aquel entonces mi mochila cultural
no pesaba demasiado. Pensé que debía dedicar una
de las clases a Sebero Altube; por una parte por ser hijo de
aquella misma villa, y por otra porque en mi opinión realizó
una valiosa aportación a la cultura vasca. Dicho y hecho.
Para mi sorpresa, el desconocimiento por parte de los alumnos
sobre Altube era absoluto, y tampoco percibí un buen nivel
por parte de los profesores.
Tres años más tarde,
el 19 de febrero de 1977, el Consistorio de Arrasate dedicó
a Sebero Altube una hermosa Plaza, y acudí al evento junto
con Iokin Zaitegi. Tras escuchar las palabras de las autoridades
allí congregadas aquella tarde, Iokin me comentó:
"Deja por ahora lo que estás haciendo y escribe
la biografía de Sebero Altube, porque aquí nadie
sabe nada sobre nuestro conciudadano". He de adelantar
que por aquel entonces, y con la ayuda del propio Iokin, estaba
preparando su biografía, que se vería publicada
en 1981.
Dos años después,
en 1979, con motivo del centenario del nacimiento de Altube,
me dediqué afanosamente a lo instado por Zaitegi, y en
diciembre de ese mismo año presenté en el Congreso
organizado por Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca
en Arrasate el libro "Sebero Altube", en un entrañable
acto. Ése fue mi primer biografiado, e -insisto- es a
mi buen amigo Zaitegi a quien debo el ser el biógrafo
de Altube. Si bien se trata de la biografía más
completa realizada hasta ahora, las puertas están abiertas
para que quien desee la mejore. A ver si alguien se anima.
Se aproxima el veinte aniversario
de aquel acontecimiento y, ahora que hemos tenido conocimiento
de que el archivo del mondragonés depositado en Pau se
ha trasladado a Gernika, me ha parecido oportuno escribir unas
cuantas líneas en torno a Sebero, para que los lectores
de Euskonews & Media se hagan una idea sobre este hombre.
En esta ocasión me referiré sólo a su vida,
posponiendo la explanación de su obra para otra vez.
Sebero
Altube Lertxundi nació en Arrasate el 8 de noviembre de
1879. Sus padres eran Juan Alejandro y María Clara. Tuvo
tres hermanos: Benigno, Jesusa e Hilario Mercedes. La niñez
de estos jóvenes no fue de color rosa, ya que su padre
era un hombre muy rudo y tanto los niños como su madre
vivieron con frecuencia un doloroso ambiente. Fallecida la madre
de Sebero, su padre contrajo segundas y terceras nupcias, naciendo
de aquellos matrimonios otros dos hermanos.
Sebero cursó sus estudios
primarios en Arrasate, con el "Maisu Zaharra" o "Viejo
Maestro" Juan José Rodríguez. Y estudió
solfeo de la mano del organista Victoriano Balerdi. Pero Altube,
además de ser músico, destacó especialmente
en otro ámbito. Era lingüista, de excelente nivel
además, y profundizó sobre todo en lo concerniente
al euskara. ¿Dónde aprendió, y con quién?
Sin lugar a dudas, fue su fuego interno el que le suscitó
la pasión por la lingüística, y aun no habiendo
estudiado en ninguna universidad, supo cultivar el campo de la
lingüística a muy alto nivel. Ah! Y Altube, además,
ejerció también de empresario, en Gernika. ¿De
dónde procedía ese afán por aprender? Este
hombre comprendió desde pequeño que la clave de
la libertad de pensamiento la podía obtener a través
de los estudios, y eso es lo que trató de hacer durante
toda su vida. Quienes le conocieron dicen de él que era
"sabio, pero sin pizca de fanfarronería".
Sebero, su hermano Benigno y
Cristobal Bedia, los tres de Arrasate, formaban uno de los grupos
de dultzaina más populares de Euskal Herria. Habiéndose
propuesto orientar su vida hacia la música, opositó
para director de la Banda de Música de Gernika, obteniendo
el puesto en 1901. Fue miembro de la Banda durante quince años,
hasta el momento en que se dio cuenta de que le resultaba imposible
compaginar la gerencia de la fábrica "Alkartasuna"
con la dirección de música.
El 11 de abril de 1918 contrajo
matrimonio con Gregoria Gangoiti en Gernika. No tuvieron descendencia
y la pareja acogió a Elixabete, hija de su hermano Benigno,
gracias a la cual pude obtener muchos datos en torno a Sebero.
En 1931, Sebero fue nombrado
alcalde de Gernika. Los votos para que resultara elegido los
consiguió gracias al enorme trabajo realizado en pos de
esta ciudad y, en general, de Euskal Herria. No era él
un hombre político, pero los cinco años que permaneció
en la alcaldía dejaron un grato recuerdo en sus conciudadanos.
 1931: Sebero Altube es nombrado
alcalde de Gernika. De izda. a dcha.:
Victoriano Askondo (teniente alcalde), Jesús María
Leizaola, Sebero
Altube, José Domingo Iturrarán (arcipreste),
Antonio Astelarra, un
representante de la diputación y Eguileor (secretario
de la diputación).
(Fotografía: Enciclopedia Auñamendi)
El 29 de septiembre de 1936 tuvo
que salir al exilio. Primeramente marchó a Argentina,
donde fue acogido por los parientes de su mujer, y de allí
a Pau, ciudad francesa en la que residió durante veintidós
años y donde desarrolló sus trabajos más
importantes en el ámbito de la lingüística
y la filosofía.
En 1958 Seberio y Gregorio regresaron
del exilio. Para entonces Seberio era un anciano de delicada
salud; sin embargo, Gregoria murió antes, en 1961, cayendo
el espíritu de Seberio en la soledad y el dolor. No se
recuperó. Falleció dos años después,
el 27 de agosto de 1963. Su féretro fue cubierto con una
ikurriña, junto con un puñado de tierra cercana
al árbol de Gernika. En el funeral tomó parte la
Banda de Música de Gernika, la Banda de Sebero Altube,
motivo principal de su traslado de Arrasate a Gernika y uno de
los motivos de orgullo de nuestro hombre.
La presentación de las
obras del Sebero músico, empresario, lingüista, filósofo
y escritor la he dejado para otro artículo. Pocas veces
ha dado Euskal Herria hombres de tan diversos ámbitos
como este arrasatearra. Altube fue una de esas personas que se
forman a sí mismos sin cesar.
Josemari Velez
de Mendizabal, escritor |