Hablar de conservación de especies
amenazadas puede no parecer novedoso. Hace años que términos
como en peligro de extinción, conservación
o reintroducción nos son familiares a todos. Pero
hasta ahora, en Euskal Herria no se había tenido conciencia
de la necesidad urgente de trabajar para evitar la extinción
de alguna especie determinada. El caso del visón europeo
(Mustela lutreola) podría llegar a ser el primero.
Hasta fechas recientes, los problemas de conservación
se asociaban a animales exóticos o especialmente atractivos
(el oso panda, las ballenas, el oso pardo,... ). Los criterios
por los que algunas especies recibían atención
y otras no, eran bastante subjetivos y frecuentemente era decisivo
el que la especie en cuestión fuera grande y atractiva.
El mensaje conservacionista centrado en especies emblemáticas
ha permitido popularizar la conservación; sin embargo,
también ha supuesto ignorar especies más pequeñas
en favor de otras más "vendibles", en ocasiones
menos necesitadas de atención. En ausencia de especies
emblemáticas (salvo el oso y el quebrantahuesos en el
Pirineo) la conservación de especies amenazadas se ha
percibido muchas veces en Euskal Herria como algo más
bien lejano o se ha centrado en especies poco abundantes más
que en especies realmente en peligro.
Pero al igual que otros ámbitos, la conservación
de especies amenazadas está evolucionando y cambiando.
En 1994, la IUCN presentó una nueva lista roja que recoge
y clasifica las especies amenazadas de extinción; la novedad
de esta nueva lista roja es que el riesgo de extinción
de cada especie se calcula en función de criterios cuantitativos.
Esta nueva forma de valorar el estado de las especies elimina
la subjetividad que podía darse hasta entonces y permite
establecer prioridades claras en materia de conservación
de especies amenazadas. Un componente de nuestra fauna poco conocido,
el visón europeo, ha sido clasificado como especie en
peligro.
El visón europeo es un
pequeño carnívoro ligado a cursos y masas de
agua y al terreno inmediato a éstos. Aunque ocupaba gran
parte del continente europeo, desde el N de la Península
Ibérica hasta los Urales, desde el s. XIX viene sufriendo
una regresión que lo ha llevado a una situación
actual realmente delicada. Hoy sus poblaciones tan solo ocupan
dos pequeñas zonas: una en el suroeste europeo (en el
territorio comprendido aproximadamente entre Burdeos y La Rioja)
y otra en Europa oriental (parte de Rusia y Bielorrusia principalmente).
Observaciones recientes permiten suponer que aún subsiste
en el Delta del Danubio.
La situación socioeconómica de los países
en los que se encuentra la población oriental y la fuerte
regresión que todavía sufre el visón europeo
allí, hacen que las esperanzas de conservación
de la especie se centren en gran medida en la población
suroccidental. Gran parte de ésta vive en los ríos
y arroyos de Euskal Herria y ello nos hace en gran medida responsables
de la conservación de la especie a nivel mundial.
La tarea de conservar el visón se encuentra con dos problemas
serios: las causas de la regresión del visón europeo
no están claras y muchos aspectos básicos de la
biología de la especie se conocen muy poco todavía
(cómo son los ríos dónde puede vivir, cuántos
viven en esos ríos, de qué se alimenta, qué
enfermedades tiene, qué necesita para poder reproducirse
con éxito, cómo le afectan la contaminación
de los cursos de agua, qué influencia tienen las canalizaciones
y la desaparición de la vegetación de las riberas
así como otras actividades humanas, etc.). Por estos motivos,
en los próximos años investigación y
conservación tendrán que ir más unidos
que nunca.
Hasta ahora, en Euskal Herria,
diversos trabajos mostraban parcialmente su distribución
y se había realizado alguna aproximación al conocimiento
de algunos aspectos de su biología.
En este contexto, miembros de
la sección de Ciencias Naturales de Eusko Ikaskuntza y
del Departamento de Vertebrados de la Sociedad de Ciencias Aranzadi
comenzamos hace casi dos años a estudiar la especie de
manera continuada. Aprovechando la oportunidad que ofrece esta
revista, comentaremos los primeros trabajos iniciados por nuestro
equipo como argumento para dar a conocer al visón europeo
y las perspectivas para su conservación.
1. DISTRIBUCION DE LA ESPECIE: para estudiar la distribución
actual del visón hemos realizado la puesta a punto de
un método relativamente novedoso: el trampeo fotográfico.
La idea se tomó del método propuesto por el USDA
Forest Service para la detección de carnívoros
en Norteamérica. Gracias al soporte económico de
la Unidad de Fauna Silvestre de la Diputación Foral de
Gipuzkoa, hemos adaptado el método a las características
de la especie y de nuestro territorio. Tras varios ensayos, hemos
definido un protocolo de muestreo que ofrece buen rendimiento:
mientras que con los métodos "tradicionales"
el rendimiento de captura de carnívoros se encuentra por
debajo del 5%, con este método los valores obtenidos rondan
el 35%. El disponer de métodos altamente rentables nos
permitirá actualizar la distribución de la especie
en un breve periodo de tiempo y repitiendo la prospección
periódicamente podremos además valorar las tendencias
poblacionales del visón europeo (hoy en día imposible
de hacer con la información disponible).
Tras la puesta a punto del método, hemos empezado a prospectar
de manera sistemática. No podemos aún adelantar
datos sobre la distribución que presenta el visón
europeo en Euskal Herria, pero de los resultados obtenidos hasta
el momento podemos extraer conclusiones interesantes. Cabe destacar
que las riberas de ríos y arroyos de fondo de valle son
frecuentadas por mayor variedad de especies de carnívoros
que las que en principio cabría suponer y es que además
de visones, son frecuentes las garduñas (Martes foina),
ginetas (Genetta genetta), tejones (Meles meles)
y gatos (Felis catus). Incluso la marta (Martes martes)
comparte hábitat con el visón en determinados momentos
del año. Además de ofrecer una visión de
los bosques de ribera que no teníamos, estos datos pueden
ser utilizados a la hora de plantear la conservación del
visón europeo y serán útiles para interpretar
aspectos de su biología.
2.- COMPORTAMIENTO ESPACIAL: hemos comenzado a estudiar una población
de visones europeos en un río de Gipuzkoa por medio del
radiotracking. El método consiste en colocar a
los animales un pequeño emisor de radio que permite localizarlos
con precisión en cualquier momento y conocer así
aspectos de su actividad diaria: horarios de actividad, tramos
de río frecuentados, reacciones ante las actividades humanas,
etc. Los primeros resultados nos muestran un animal relativamente
tolerante a los medios humanizados aunque discreto. Es capaz
de establecer sus refugios a escasos metros de caseríos,
zonas frecuentadas por pescadores, cultivos, pero desarrolla
su actividad en las horas de menor presencia humana en su territorio.
El seguimiento previsto en los próximos meses permitirá
conocer mejor cuales son sus exigencias en cuanto a tipo de orillas,
tamaños de río con características favorables,
etc. y una variada información necesaria para poder valorar
el potencial que tiene esta zona para mantener poblaciones de
visón europeo y sus perspectivas de conservación..
3.- COORDINACIÓN DE
ESFUERZOS: la conservación
del visón europeo exige la coordinación de todos
los equipos que actualmente investigan la especie. A este respecto
queremos destacar la buena relación existente entre nuestro
equipo y el recientemente formado en el departamento de zoología
de la UPV y también la relación que mantenemos
con investigadores del este de Europa que trabajan con la población
oriental de visones. Con estos últimos nos hemos reunido
recientemente (junio de este año), en el marco del 3rd
European Mammal Congress celebrado en Finlandia, para compartir
los últimos resultados de nuestros respectivos trabajos
e intercambiar impresiones. El contraste de opiniones puso de
manifiesto una vez más que la conservación de
la especie va a depender en gran medida de lo que hagamos aquí
a partir de ahora.
Todo esto nos lleva a una última
reflexión: ¿Vamos a ser capaces de asumir la responsabilidad
que nos ha caído encima?
En el aspecto técnico, este país dispone ya de
capacidades y conocimientos suficientes como para poder desarrollar
las líneas de investigación que el caso requiere
y los resultados que se empiezan a obtener así parecen
avalarlo. En el aspecto legal, nos encontramos con un marco realmente
propicio: bastaría con que se aplicasen con rigor las
leyes que protegen las masas de agua y su entorno (leyes de las
que disponemos hace años) para que el visón europeo
"pudiese respirar tranquilo". Por otro lado nuestro
país disfruta de una situación socioeconómica
"favorable" que permite que problemas como la conservación
de la naturaleza puedan considerarse, si no como "prioritarios",
sí como "de primer orden".
Sin embargo, para que acometer con alguna perspectiva de éxito
el reto que se nos ha planteado deberán darse algunos
cambios en la política de protección de especies
que realiza la compleja administración pública
vasca: será necesario dedicar tiempo y dinero a una especie
poco conocida, habrá que financiar líneas de investigación
continuadas y centradas en una sola especie de nuestra fauna
(algo inédito aquí), deberá aplicarse con
rigor la legislación que protege el hábitat fluvial,...
De la prontitud con que se produzcan estos cambios dependerá
en gran medida la conservación del visón europeo.
Más sobre el
visón europeo en Euskonews&Media #19
Iñaki
Irizar, Jorge Gonzalez, Idoia Villate, miembros de la Sección de Ciencias Naturales
Eusko Ikaskuntza y del Departamento de Vertebrados, Sociedad
de Ciencias Aranzadi. |