José de Olaizola Gabarain nació
en Hernani el 27 de Enero de 1883. Muy pronto se despertó
su vocación musical, en parte debido al entorno familiar.
Cuatro tíos, hermanos de su madre, eran "bertsolaris"
y disfrutaban contendiendo en las fiestas y reuniones de la familia.
Sus primeros estudios de solfeo, armonía, piano y órgano
los hizo en su pueblo natal con el organista y director de la
Academia de Música, D. Manuel Cendoya. Su precocidad y
buena disposición para el estudio le permitió sustituir
en el órgano a su maestro y a alguno de los txistularis
ocasionalmente.
En 1899 consiguió una
beca de la Diputación de Gipuzkoa para ingresar en la
Academia de Bellas Artes de San Sebastián, fundada y sostenida
por la Real Sociedad Económica Vascongada de los Amigos
del País hasta que fue asumida por el Municipio Donostiarra.
En este centro docente cursó sus estudios de Armonía,
Contrapunto, Composición, Organo y Conjunto vocal con
los Maestros Echeverria, Jauregui, Cendoya, Antón del
Saz y Sainz. Al terminarlos, se dedicó a ampliarlos bajo
la dirección de los Maestros Lizarriturri, Agesta, Mugica
y Santesteban.
Compañero de estudios
de Secundino Esnaola, formaron parte de la Sociedad Coral que
dirigió D. Angel Sáinz y posteriormente D. José
Mª Etxeverria, hasta que falleció éste acordando
disolverla y junto con otros coralistas pasaron al recién
creado Orfeón Donostiarra. En 1902 le encomendaron a Esnaola
su dirección y Olaizola colaboraba como repasador y acompañante.
Nombrado organista de la Iglesia
de San Pedro del Muelle donostiarra, sustituía al Maestro
Santesteban (José Antonio) en el Cavaillé-Coll
de la Parroquia de Santa Maria y cuando éste falleció
logró como titular, en concurso-oposición, dicha
plaza. El 11 de Octubre de 1906 fue nombrado por el Obispo de
Vitoria, Monseñor Cadena Eleta, siendo Párroco
de la citada Iglesia Matriz D. Isidoro Bengoechea.
Aunque su vena artística
la dedicó fundamentalmente a la música, su vocación
también le orientaba al teatro euskérico, en el
que se inició con "Bizi modu Berriya", siguiendo
con "Oyanederko lilia" y en 1908 "Markesaren alaba",
al año siguiente "Ingelesaren euritakoa". Le
fueron premiadas "Oleskari zaharra", "Bigar arte?",
"¡ja, jai!" y "¡ Gora antziñeko
legiak!" a las que siguió "Baso jauna".
La poesía en euskara también ocupó su espacio
en la producción de Olaizola, numerosas fueron las que
escribió, entre ellas "Udaberri" fue premiada
en Baiona.
Aún como obra teatral,
es necesario destacar "Oleskari zarra", cuyo libreto
premiado en 1916 por el Ayuntamiento de San Sebastián,
se estrenó como idilio lírico en Oñati en
1918, en ocasión del I Congreso de Estudios Vascos. Posteriormente,
reelaborada como ópera, se presentó en 1956 en
el teatro Victoria Eugenia donostiarra. También compuso
la música de la zarzuela "Zorigaiztoko eguna"
y los ballets "Sorgiñeta" y "Asto ipuilaria".
Fue fundador con un grupo de
artistas del célebre "Saski-Naski", espectáculo
musical de danzas y escenas vascas, que llegó a triunfar
en el Teatro de los Campos Elíseos de París. Se
presentó en 1928 en San Sebastián, creado a través
de una idea surgida en el seno de Comité Organizador de
la Semana Vasca. Para estas representaciones compuso las estampas
"Umezurtza", "Anguleros del Nervión",
"Asparrengo jaietan", "Pasaiko batelzaleak"
y "Ni naiz Kapitan Pilloto".
Desde su organistía de
la Iglesia de Santa María, en la que se mantuvo como titular
hasta su fallecimiento el 8 de Junio de 1969, con la forzada
ausencia motivada por la guerra civil y sus posteriores consecuencias,
desarrolló una amplia producción de obras musicales
sacras, a partir de la "Assumpta est Maria" que para
coro, orquesta y órgano se estrenó el 14 de Agosto
de 1907 por el Orfeón Donostiarra bajo la dirección
de Secundino Esnaola, varias misas, innumerables Motetes y otras
composiciones, algunas de carácter gregoriano, que constituyen
un interesante catálogo de más de un centenar de
partituras para el culto litúrgico.
Participó en el Congreso
de Estudios Vascos celebrado en Oñati en 1918, siendo
miembro activo de Eusko Ikaskuntza desde su fundación
y leyendo una ponencia sobre la situación de la música
vasca en su VII Congreso desarrollado en Biarritz en 1948.
 José Olaizola Gabarain
en la reposición, en 1956, de su ópera "Oleskari-Zarra"
Hasta 1936 simultaneó
su actividad organística y de composición con una
importante labor docente impartiendo cursos de solfeo, armonía,
piano y órgano. Por su "pequeño conservatorio"
en expresión de uno de sus brillantes discípulos,
pasaron ilustres músicos: Gelasio Aramburu, Regino Sorozabal,
Angel Cabanas, Jose Mª Zapirain y Enrique Jordá fueron
algunos de ellos. También dictó cursos monográficos
en otros centros docentes y mantuvo amistad y colaboración
con sus contemporáneos Usandizaga, Guridi, Esnaola, P.
Donostia, Almandoz, Larrocha, Pagola, Otaño, Valdés,
Ugarte, Zapirain, Sorozabal, Figuerido, Agesta, Urteaga, Uruñuela,
Ansorena, Fagoaga y otros, porque su gran actividad, que no cejó
durante su exilio, le condujo a ser un profesional con amplias
relaciones. En Francia siguió el ejercicio musical, componiendo
algunas de sus más importantes obras y su trabajo como
organista litúrgico además de sus relaciones con
el Conservatorio de Música de Burdeos, a través
de su amistad con el Director Mr. Carrère, como miembro
de los tribunales para premios de fin de carrera.
Cofundador en 1927 de la Asociación
de Txistularis del País Vasco, fue su primer director.
Dirigió sus primeros alardes en 1929 y 1930 en Donostia
y Bilbao y vuelto del exilio, nuevamente en 1957 en Bilbao. Llegó
a conjuntar más de 250 txistularis en alguno de estos
conciertos populares. Son varias las obras que compuso para txistu,
contribuyendo con otros autores a mejorar el nivel artístico
e interpretativo de este instrumento. Fue también en 1928,
vicepresidente fundador de la Asociación de Organistas
de la Diócesis de Vitoria, para reivindicar la figura
litúrgica de estos profesionales.
Colaboró en la creación
de Eusko Abesbatza, en 1931 y ya exiliado en 1937, en la fundación
y puesta en marcha del conjunto coreográfico-coral "Eresoinka",
que paseó en triunfo la música vasca por los principales
teatros de la Europa democrática.
Concejal por elección
popular, por el distrito del muelle donostiarra, en dos períodos,
de 1920-1923 y 1931-1936, dedicó sus afanes principalmente
a la problemática cultural, debiendo destacar la consolidación
de la Banda Municipal de Txistularis con la incorporación
de Isidro Ansorena y la reforma de la Banda Municipal de Música
bajo la dirección del Maestro Ariz con la integración
de prestigiosos músicos como Valdovinos, Rivalta, Luengo
y Cortés, consiguiendo que fuera una de las mejores del
Estado.
En Septiembre de 1965 fue nombrado
Académico correspondiente de la Academia de la Lengua
Vasca- Euskaltzaindia-.
En su producción musical,
además de las mencionadas, compuso otras obras, algunas
para txistu: "Aupa Mutillak", "Mendian bai alai",
"Erriko jaietan", "Etxeko jaun", "Mendiko
aizeak", etc. Para piano: "Ixil ixilik", "Bertsolariya",
"Oñaze egaletan". Para canto y piano: "Il
da txoria", "Uxo maitagarria", (ambas canciones
premiadas), "Malko bat", etc. Para órgano: "Misa
Mariana", "Gran Entrada Episcopal", "Marcha
Nupcial", "Una improvisación", "Tocata",
etc. El poema sinfónico-coral "Urte leloak".
El "Agur Jaunak" (en 5 versiones, para piano, coros,
orquesta). Como música coral: "Mendietan", "Agur
Begoñako" (ambas premiadas), "Agur Izar ori",
"Maite oroi", "Donosti", "Udaberri",
"Udazken denean", "Pagotako auzoan", "Kun-ku-lun"
y su íltima obra "Zaar ta berri" y tantas otras,
son algunas de las muchas que escribió.
Imanol
Olaizola. Musicólogo. |