Todas las rutas que cruzan territorios
ricos en historia y viejos pueblos cargados de nostalgias, adquieren
carácter prismático y pueden ser entendidas desde
diferentes ángulos: Una de las posibilidades encuadradas
en el amplio campo de la cultura es la de apreciar el patrimonio
artístico y monumental. El itinerario comúnmente
aceptado como ruta de peregrinación jacobea a través
de Bizkaia no es una excepción porque va jalonado de elementos
patrimoniales de cierta importancia. Otra cosa es que se expliquen
en el propio fenómeno de la peregrinación; por
el contrario, la mayor parte de ellos son frutos naturales de
las etapas culturales que se van sucediendo desde la Edad Media,
sin conexión directa con ella.
Si
inicia la ruta en la montaraz línea divisoria entre Gipuzkoa
y Bizkaia, cerca del mar Cantábrico, en el hoy impracticable
portillo de Arnoate. Desde ese punto o desde el de la Magdalena,
más cómodo, se desciende al valle de Artibai, donde
antes de ingresar en la villa de Markina hay que apreciar tres
monumentos. Uno es la barroca ermita poligonal de San Miguel
de Arrechinaga, interesante por contener dentro unas enormes
rocas de formas caprichosas que siempre debieron ser veneradas
como sagradas. El otro es la masiva iglesia de Santa María
de Xemein, uno de los mejores ejemplos de la tipología
de templo más caracterizada de Bizkaia: la iglesia columnaria
o iglesia salón renacentista. Su peculiaridad
reside en el enrasamiento de las tres naves, cuyas bóvedas
góticas apean en columnas renacentistas. Adosado a ella
está el cementerio neoclásico, una bella
opción vasca de jardín rodeado de pórticos.
Está datada en el año1851.
En la villa de Markina (carta
puebla del año 1355), aparte del trazado urbano en calles
regulares, merecen ser citadas dos torres fuertes góticas,
que entran en los cascos urbanos para intervenir en la vida pública.
Justamente extramuros, a la vera misma de la ruta, hay un palacio
barroco, estilo al que pertenece también el gran convento
de Carmelitas, con iglesia y claustro. Delante de ellos hay una
bella fuente en columna, de estilo neoclásico, datada
en 1787.
La
siguiente estación es Zenarruza, donde más
que la iglesia gótica, simplemente digna, hay que destacar
el conjunto antiguo, con el templo y su pórtico, la casa
del abad, y el claustro, todo en torno a una plaza cerrada. Varios
de estos elementos, junto con el desaparecido hospital, están
relacionados directamente con la peregrinación, a través
de la figura del abad Irusta, en la iglesia sepultado, promotor
jacobeo.
Gernika
es otro hito jacobeo,
e incluso recordaba esa condición un retablo en la parroquia,
hoy desmontado. Santa María es templo -inmenso
en sus proporciones- gótico (portada datada en 1449) y
renacentista (alzado tipo iglesia columnaria). Moderadamente
apartado de la población, forma conjunto con la Casa
de Juntas, importante elemento neoclásico (1827),
símbolo de las libertades vascas. En un jardín
contiguo se exponen al aire libre sendas esculturas modernas
del inglés Henn Moore y del vasco Eduardo Chillida.
Goikolejea,
que tiene como rancia
advocación la de los mártires de Calahorra Santos
Emeterio y Celedonio, es interesante conjunto rural, típica
anteiglesia vasca con iglesia, crucero, cementerio, bolera, escuela...La
iglesia es gótica del siglo XV, de una nave decorada con
pinturas murales coetáneas, e hispano flamenco su retablo
mayor.
Cuando la ruta pasa por Zamudio
hay ocasión de visitar junto a su iglesia
renacentista una importante torre fuerte bajomedieval, la de
Zamudio, precisamente, reciclada como casa de cultura. La torre
fuerte evoca uno de los períodos más dolorosos
de la historia vasca: las luchas banderizas entre clanes. A unos
pocos metros en dirección a Derio, a la derecha, el caserío
Cadalso es un buen exponentede la casa de labranza
del siglo XVI, con tejado de dos suaves pendientes y estructura
básica de postes de madera con portal adintelado al centro.
Antes de alcanzar Bilbao, en
una ladera que domina la ría del Nervión, está
el hoy barrio y otrora anteiglesia de Begoña que
posee una hermosa iglesia gótica de comienzos del siglo
XVI, donde se venera a la patrona de Bizkaia, una Andra Mari
gótica del siglo XIV.
Bilbao
nace en el año
1300 junto a la ría, allá donde la atravesaba un
viejo puente. Fue esencial hito jacobeo, cuya iglesia mayor hoy
catedral- es la única, junto con Compostela, de esa advocación.
Es notable edificio gótico iniciado a finales del siglo
XIV y tiene y tiene claustro, también gótico. Memorable
es la cabeza de Santiago atacando a los moros que procede de
su retablo mayor desaparecido labrado desde 1533 por el imaginero
franco-flamenco Guiot de Beaugrant.
Puente comercial es el de Castrejana,
sobre el río Cadagua, buena obra de cantería
bajomedieval promovida por Bilbao para disuadir a los trajinantes
burgaleses de la lana de embarcarla en Portugalete.
En Gueñes es alabada
su iglesia de Santa María, edificio gótico
(portada) que
sobre la marcha se recicla hacia el renacimiento, resultando
al final una importante iglesia columnaria. Es un edificio bien
amueblado, contándose en ello la sacristía y el
ajuar litúrgico. Un edificio palaciego moderno, que sirve
de sede consistorial, y se alza justo antes de la entrada al
puente, evoca el esplendor de muchas familias vascas vía
industria, vía emigración a América en la
frontera entre los siglos XIX-XX.
La última etapa del viaje
llevaba a los peregrinos hasta Balmaseda antes de que
se adentraran en la provincia de Burgos buscando el camino francés.
Su larga historia (carta puebla del año 1199), la más
antigua de Bizkaia), trazado urbano, sus palacios barrocos, su
casa consistorial, también barroca, y su gótica
iglesia de San Severino son algunos de sus alicientes
culturales. Y en esta última la magnífica capilla
renacentista del Santo Cristo, o de D. Juan de Urrutia, un típico
producto de burgués vasco enriquecido en el comercio en
Sevilla. La capilla es de Juan de Rasines y el retablo de Guiot
de Beaugrant, dos primerísimas figuras. El último
comentario en Balmaseda es para el puente de la Muza, de
tres arcos sobre el río Cadagua, una de las imágenes
más queridas del patrimonio colectivo vizcaíno,
indocumentado elemento gótico del siglo XV (torrecilla)
sobre arcos de medio punto que conservan marcas de cantero medievales.
Puente de función militar, comercial y fiscal, ha sido
testigo mudo del paso de infinidad de peregrinos a Compostela.
José Angel Barrio Loza,
historiador |