La
escasa incidencia en la mediación de conflictos que se
da en el País Vasco, se debe a la tradición existente
de no confiar en un tercero, a no ser que fuera del ámbito
policial. Para la catedrática de psicología de
la Universidad de Sevilla Lourdes Munduate, esta falta de confianza
puede deberse a que esos terceros no han sido históricamente
neutrales. Cualquier conflicto se ha tendido a llevar ante los
tribunales sin tratar de recurrir a la figura del mediador.
La incidencia de la cultura en
los conflictos es muy importante. "Cada cultura tiene sus
valores y normas. En las culturas individualistas como la de
USA -según un estudio internacional realizado sobre La
aceptación de la mentira en la negociación-
no se acepta la mentira bajo ninguna circunstancia. Sin embargo
en las culturas colectivistas -sería el caso de China-
lo importante es conseguir el bien del grupo. Si mentir a la
otra parte beneficia al grupo, la mentira está totalmente
aceptada".
En el transcurso de la VII conferencia de la Asociación
Internacional para la Resolución de Conflictos que se
ha celebrado en el seno de los Cursos de Verano de la UPV-EHU,
se está analizando también los aspectos positivos
del conflicto.
Durante muchos años se ha considerado el conflicto como
algo a evitar a toda costa, sin embargo ultimamente en todos
los estudios que se vienen realizando se tiene una perspectiva
contraria. "Los estudios están indicando que cualquier
grupo sin ningún tipo de conflicto no funciona mejor que
los que tienen cierto grado de conflictividad. La ausencia total
de conflicto está anunciando una actitud de estancamiento,
de desidia". Según la catedrática Munduate,
las investigaciones están demostrando que el conflicto
sirve para motivar a los miembros del grupo, es motor de cambio,
de ver otras alternativas promoviendo así la creatividad.
En definitiva, contemplar otras alternativas nos hace revisar
nuestros planteamientos de siempre".
La negociación tiene unas fases. La primera es la pura
confrontación de intereses. El intentar salir de esta
fase tiene sus propias estrategias. "Cualquier movimiento
por una de las partes para facilitar el proceso puede interpretarse
como debilidad y no como generosidad pudiendo dificultar el proceso
porque la otra parte puede incrementar sus aspiraciones. Es por
eso necesario moverse con precaución. ¿Cómo
se calcula el tanteo?, con la agenda. No es lo mismo tener dos
años o dos días para negociar.
La búsqueda de nuevas alternativas son las formas de empezar
a andar. El papel del mediador en esta fase es muy relevante.
El mediador puede analizar el conflicto con cierta distancia
y tiene acceso a la información de las dos partes que
entre ellas no están dispuestas a intercambiar. Esa información
que tiene el mediador puede provocar esas nuevas alternativas
al conflicto. "Si hubiese que destacar una estrategia básica
en el proceso de negociación, sería salirse de
lo habitual y tratar de hallar nuevas fórmulas".
Lourdes Munduate es miembro del comité de dirección
de la Asociación Internacional para la Resolución
de Conflictos. Asociación que nació hace 12 años
y que se reúne en años alternos en USA y Europa.
De sus 260 miembros, tan sólo 98 no son americanos. Entre
sus objetivos cabe destacar la búsqueda de puentes entre
el ámbito académico y la práctica profesional
de la mediación. Analizan casos concretos y últimamente
analiza la influencia de la emociones en la gestión del
conflicto.
Texto elaborado por el Departamento
de prensa de los Cursos de Verano de la UPV / EHU. |