Durante
los últimos años estamos asistiendo en Bilbao a
una profunda renovación. Siguiendo el ejemplo de otras
ciudades europeas la ciudad, y su ámbito de influrencia,
está transformándose en una ciudad de servicios
en la que las infraestructuras turísticas y culturales
cobran un protagonismo hasta ahora inédito.
El Museo de Bellas Artes de Bilbao
como institución cultural con un prestigio ya consolidado
es plenamente consciente de su papel de complemento y referencia
dentro de la nueva oferta artística de la ciudad que,
sin duda, debe tender a ser amplia y siempre dentro de unos parámetros
guiados por la calidad. La consecución de este refuerzo
de la oferta artística pasa por la adaptación a
nuevas fórmulas, en ocasiones procedentes del ámbito
de la gestión empresarial, y por una mayor flexibilidad
a la hora de establecer acuerdos con instituciones publicas y
privadas.
Teniendo en cuenta estos factores,
en 1997 el Museo propuso un Plan Director en el que se analizaban
las nuevas condiciones en las que a corto y medio plazo se iba
a desarrollar la vida del Museo y se proponían una serie
de objetivos. Con posterioridad, en septiembre del pasado año,
se presentó a instancias del Consejo de Administración
del Museo de Bellas Artes de Bilbao, el denominado Plan Museo
2000 (biMila) en el que se exponen las tres líneas de
actuación fundamentales del Museo de cara al siglo XXI.
Esas líneas fundamentales quedan resumidas en tres programas
de actuación: Programa de infraestructuras, Programa de
Gestión y Programa Artístico. El objetivo final
del Plan es la mejora de las instalaciones, servicios, modelos
de gestión y actuación artística del Museo
para conseguir ocupar un lugar relevante dentro de las infraestructuras
culturales del ámbito europeo.
Dentro del Programa de Infraestructuras
se desarrolla el Proyecto de Reforma y Ampliación
que durante el verano de ese mismo año comenzó
a materializarse. La conclusión de la primera fase del
Proyecto supuso, en primer lugar, la entrada en funcionamiento
de un nuevo sistema de climatización para las salas del
edificio antiguo. En segundo lugar, el traslado de las dependencias
técnico-administrativas a las nuevas instalaciones ubicadas
ahora en el sótano del mismo edificio.
Durante todo el presente año
se está acometiendo la segunda, y más decisiva,
fase del Proyecto en la que se acometerán las intervenciones
que influirán de manera más rotunda en la vida
del Museo. La conclusión de esta fase supondrá:
- la ampliación en torno
a 1.500m2 del espacio expositivo.
- la remodelación y ampliación
de los servicios de Biblioteca, Cinemateca y Departamento de
Educación y Acción Cultural.
- la reforma y cambio de ubicación
en los accesos al Museo.
- la creación de nuevos
servicios comerciales como, por ejemplo, tienda-librería
y cafetería.
- la construcción de una
nueva galería que comunicará los dos edificios
que integran el Museo mediante rampas de tránsito entre
los distintos niveles de ambas edificaciones.
A pesar de los lógicos
inconvenientes derivados de esta intervención arquitectónica,
el Museo ha realizado un gran esfuerzo por mantener todas sus
actividades, tanto expositivas como educativas y de difusión,
superando incluso el número de visitantes de años
anteriores y alcanzando la cifra de 230.000 visitantes.
El capítulo dedicado al
Programa de Gestión pretende sentar las bases para hacer
posible un aumento en la capacidad de autofinanciación
del Museo a través de la explotación de los nuevos
servicios comerciales de tienda-librería y cafetería,
del desarrollo del patrocinio corporativo y privado y del, ya
existente, Servicio de Amigos del Museo, y de la adecuación
de los órganos rectores del Museo para favorecer y estrechar
la relación del Museo con la sociedad civil. El desarrollo
actual del Programa de Gestión ha permitido alcanzar una
cuota de autofinanciación del 38%.
Las líneas generales Programa
Artístico persiguen una puesta en valor de la colección
permanente y su enriquecimiento junto al desarrollo de actividades
temporales de calidad e interés, en ocasiones en asociación
con otras instituciones.
Así, la programación
de exposiciones para el segundo semestre del año se ha
iniciado con un importante proyecto internacional organizado
en colaboración con la National Gallery de Londres y el
Museo del Prado sobre el periodo inglés del pintor italiano
Orazio Gentileschi (1563-1639). La exposición Orazio
Gentileschi en la Corte de Carlos I, que ya ha gozado de
gran éxito de crítica y público en Londres,
es la primera exposición consagrada a la obra del pintor
italiano.
A finales del mes de septiembre
se inaugurará la muestra Fotografía Pública,
tras su paso por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,
que refleja el desarrollo de la fotografía de vanguardia
durante el periodo de entreguerras, analizada a través
de su relación con el diseño gráfico y los
medios impresos.
Para finalizar el programa expositivo
correspondiente a este año, durante el mes de diciembre,
se inaugurará lo que, sin duda, constituye uno de los
proyectos más ambiciosos hasta ahora emprendidos por nuestro
Museo. Se trata de la exposición El Bodegón
Español. De Zurbarán a Picassoque tratará
de representar la evolución del género del bodegón,
o naturaleza muerta, en la pintura española desde los
albores del Siglo de Oro hasta la edad contemporánea a
través de cerca de 80 obras procedentes de importantes
museos y colecciones privadas tanto nacionales como internacionales.
Así, se reunirán obras de Sánchez Cotán,
Loarte. Van der Hammen, Zurbarán, Velázquez, Antonio
de Pereda, Juan de Arellano, Luis Meléndez, Pablo Picasso,
Juan Gris, Joan Miró y Salvador Dalí, entre otros. Miguel Zugaza,
director del Museo de BB.AA. de Bilbao |