Introducción. El paso de la dictadura
del general Francisco Franco a la democracia, la aprobación de la
Constitución española de 1978, el posterior Estatuto de Autonomía
de País Vasco de 1980, trajeron consigo la oficialidad del euskera
- junto con el castellano - y el cambio del régimen jurídico
con respecto a la lengua. Además, se produjo un enorme cambio al
abrirse la vía a la creación en la Comunidad Autónoma
Vasca de sus propios medios de comunicación. Vía que desde
luego se siguió con la creación de ente público Eusko
Irrati Telebista (que engloba dos canales de televisión y cuatro
de radio), y que incluso se intentó con los medios impresos, cuando
en 1989-1990 se presentó un proyecto de diario íntegramente
en lengua vasca promovido por el Gobierno vasco, proyecto que finalmente
nunca vió la luz.
Sí lo hizo, en 1990, Euskaldunon Egunkaria, segundo diario
en euskera de la historia, después del efímero Eguna
(1937). Un diario que ha consolidado su posición en el mercado pero
que continúa con serios déficits estructurales que impiden
que sea para sus lectores el único diario de referencia. Ha de conformarse
por tanto con su papel de eterno segundón, complemento informativo
del sufrido vascoparlante, que, con una actitud generalmente bastante militante
(militante del euskera, quiero decir) compra día a día un
periódico que no puede informarle de las noticias de última
hora (más allá del horario de cierre impuesto por su dependencia
de ser impreso en rotativas ajenas, las 6 ó las 7 de la tarde) ni
de lo ocurrido los domingos, entre ellos esa información que tantos
lectores atrae: El fútbol.
Los medios oficiales. Lo cierto es
que, hoy por hoy, la radiotelevisión pública vasca es el medio
en euskera que llega a más vascos, traspasando incluso los límites
de la CAV. Llega a Navarra y al País Vasco continental, lugares ambos
donde no tiene competencia: ni en la comunidad foral ni en los territorios
vascos del departamento francés de los Pirineos Atlánticos
hay ningún otro medio oficial que emita íntegramente en euskera.
La radio fue la primera que emitió dentro del ente EITB.
Pero, aunque sería injusto desdeñar la importancia de Euskadi
Irratia y ETB-1 como medios que emiten completamente en euskera con recursos
que difícilmente un medio privado podría y, sobre todo, querría
manejar para atender a un mercado minoritario (siendo optimistas, sólo
una cuarta parte de los ciudadanos de la CAV es capaz de desenvolverse con
soltura en euskera), tampoco sería realista atribuir a EITB criterios
tan altruistas. Es obvio que, con ese modelo tan europeo y tan español
(casi calcado de RTVE) de financiación que parte del dinero público
(la mayor parte de los presupuestos destinados al departamento de Cultura
del Gobierno vasco) pero en absoluto desdeña los ingresos de la publicidad
(y bien que influye eso en la programación), la radiotelevisión
vasca tiene en sus canales en castellano sus buques insignia: no de otra
manera se explica la irrupción, el 31 de mayo de 1986, sólo
tres años después de la puesta en marcha de ETB (es decir,
del canal en euskera), de ETB-2, íntegramente en lengua española.
Se trata, además, de una apuesta que ha aumentado
el número de espectadores y ha superado la barrera de la lengua con
que se encontraban los muchos ciudadanos vascos que desconocen el euskera,
pero que de ninguna manera ha contribuido a paliar la diglosia en que está
inmerso el vascuence, y que ha sido repetidamente denunciada [1]. La programación de ETB-1 se ha nutrido de
muchas retransmisiones deportivas, sobre todo fútbol (que muchos
ven pero bastante menos escuchan porque desconocen el idioma, lo que engorda
los índices de audiencias pero supone un flaco favor al euskera),
programación para niños y una cierta apuesta por la producción
propia (en realidad, encargada a productoras externas; el mercado manda)
en la que destacan las series (la más exitosa, sin duda, el serial-culebrón
Goenkale) y los concursos, al más puro estilo de la televisión
privada. Y folklore, y algunas películas y series americanas dobladas
al euskera. Ya en 1984, una persona tan sensata y prestigiosa como Julio
Caro Baroja se marchó del consejo de administración en vista
del cariz que tomaban las cosas.
Medios locales. Buena parte del presente
y seguramente del futuro del periodismo en euskera está en la cantera
de los medios de comunicación locales. La existencia de una línea
consolidada (dentro de la línea general de precariedad que domina
buena parte de la producción cultural vasca [2]
) en la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la
Universidad del País Vasco, con aproximadamente una quinta parte
de los alumnos y alumnas cursando sus estudios en lengua vasca, es otro
factor que da algo de esperanza al siempre inseguro panorama de la comunicación
en euskera.
El fenómeno, dejando a un lado algunos precedentes
de la posguerra[3], es bastante tardío.
En 1988 nace en Mondragón Arrasate Press, bajo la dirección
de Joxe Aranzabal. Más tarde nacerán Arrasate Irratia y Arrasate
Telebista. Hoy, una pléyade de medios de comunicación impresos
y audiovisuales se extiende por Gipuzkoa, Vizcaya y, en menor medida (no
en vano es la provincia con menos hablantes de euskera), Álava. "Nazio edota probintzi mailako prentsak betetzen
ez duen hutsunea eta eskaintzen ez dituen aukerak hartzen ditu prentsa lokalak
bere gain, hau da, herri eta eskualdeko informazioa zuzenki eta era sakonean
plazaratzen du", ha dejado dicho Miguel Ángel Elkoroberezibar.
La mayoría de las revistas locales[4],
de hecho, están redactadas íntegramente en euskera.
El perfil de las mismas es: semanario o quincenal, en formato A4, se
distribuye gratuitamente en las casas, y se financia mediante subvenciones
públicas y publicidad[5]. Dos o tres
personas están contratadas y el resto son colaboradores más
o menos esporádicos. Tónica que, si es lógica en medios
con estructura más o menos ajustada como es el caso de estos medios
pequeños, se repite igualmente en otros medios de más entidad
(la propia EITB), que se nutre de becarios y becarias procedentes de las
facultades de periodismo de la Universidad del País Vasco y, en menor
medida, de Navarra, y que desempeñan generalmente horarios y cometidos
que exceden con mucho los términos de la beca y se acercan sospechosamente
a los del trabajador asalariado (aunque en este caso, esto es lo mejor,
sin salario: los becarios y becarias cobran unas 30.000 pesetas mensuales,
aproximadamente la séptima parte de lo que percibe un periodista
en el ente público).
La apuesta de Internet. En Internet, sin duda, la iniciativa más
interesante corresponde a Argia. Probablemente sean los más
novedosos no sólo en el campo del periodismo en euskera, sino en
todo el panorama periodístico vasco en Internet, bastante penoso
en general. A finales de 1997 Argia mostró los primeros pasos
de un ambicioso sitio web, que tenía previsto incluir la edición
semanal de la revista impresa, un archivo de búsquedas interactivas
de todas las entrevistas publicadas en la revista desde 1963 en adelante,
más de 35 años, y dar en definitiva valor añadido a
la edición tradicional, algo que otros medios más poderosos
no han sabido ni querido comprender. La creación de bibliotecas (en
este caso, hemerotecas) virtuales es una tendencia creciente común
a todo Internet que el periodismo tendrá que liderar si no quiere
quedarse atrás en el muy agresivo mercado de la información.
Conclusiones. En los años que han transcurrido desde la
promulgación de la Constitución española de 1978, el
Estatuto de Autonomía vasco de 1980 y la Ley de Normalización
del Euskera de 1982 hasta hoy, los avances de la lengua vasca y de los medios
de comunicación en euskera han superado con creces los conseguidos
en siglos.
Pero eso no quiere decir que el panorama sea idílico. Hoy por
hoy, sólo los medios en euskera de EITB parecen tener garantizado
su futuro. Y eso que ni siquiera son los más potentes del grupo,
y de que el modelo de radiotelevisión pública está
permanentemente en crisis en toda Europa. Las arcas públicas han
sido hasta ahora capaces de mantener el ente, pero ¿lo serán
indefinidamente? Y, sobre todo, ¿están cumpliendo estos medios
los fines para los que, al menos sobre el papel, fueron creados?
El euskera está ausente de los grandes medios privados de comunicación.
Ni las radios privadas comerciales más poderosas ni los periódicos
de más ventas lo utilizan. El mercado impone sus reglas estrictamente,
y todos los esfuerzos oficiales no valen para doblegar esa realidad inapelable.
Los medios en euskera dependen en buena medida del sostén oficial.
Es cierto que compiten en desventaja con los medios en castellano: sólo
una escasa cuarta parte de los vascos conoce suficientemente el euskera,
pero ni siquiera eso garantiza su uso. No nos engañemos: todos los
esfuerzos institucionales del mundo no pueden sustituir a la voluntad del
hablante, aunque puedan ayudarle. De ello alertó en su día
Mitxelena.
Existe otro fenómeno al que pocos se refieren, pero que está
ahí: cada vez más personas conocen el idioma, pero eso no
quiere decir que lo utilicen habitualmente. De hecho, muchos, sobre todo
los jóvenes de determinadas zonas, cuyo único medio de transmisión
lingüística son precisamente la escuela y los medios de comunicación,
apenas emplean el euskera más que en determinados ambientes donde
es de uso "obligado". El valor simbólico adherido
a una idea nacionalista, aunque no todos los nacionalistas, ni siquiera
una mayoría, lo hable que a menudo se otorga a la lengua vasca
nos hace pensar, con miedo, en una situación como la del Eire: cada
vez más personas conocen el irlandés, merced a un gobierno
que lo ha convertido en lengua oficial y lo enseña en todos los centros
escolares, pero cada vez menos personas lo usan.
NOTAS
- Torrealdai, Joan Mari. Euskal
telebista eta euskara. Donostia: Elkar, 1985, p. 193.(volver)
- Hasta la década de los
años 90 no ha comenzado la producción de manuales en euskera
de las diferentes asignaturas de las carreras de Periodismo y Comunicación
Audiovisual. Los profesores Javier Díaz Noci (Kazetaritza-Idazkuntzarako
eskuliburua: informazio- generoak. Bilbo: Euskal Herriko Unibertsitatea,
1995), Iñaki Zabaleta (Komunikazioaren Ikerkuntzarako metodologia:
metodo enpirikoak eta interpretatzaileak. Bilbo: Udako Euskal Unibertsitatea,
1997), Jose Inazio Basterretxea (Komunikazioaren eta informazioaren
oinarriak, Bilbo, Udako Euskal Unibertsitatea, 1997, y Semiotika
eta masa-komunikazioa: panorama europarra, con Marian González
Abrisketa, también en Bilbao, Udako Euskal Unibertsitatea, 1997),
Josu Amezaga (editor: Komunikazioa eta gizartea. Gasteiz: Txalaparta,
1998) y Txema Ramírez (Kazetari-lana Euskal Herrian: interpretaziorako
eta espezializaziorako abiadurak. Bilbo: Udako Euskal Unibertsitatea,
1998) son, a la hora de redactar este artículo, los únicos
que, salvo error u omisión, han publicado libros de texto en lengua
vasca para los alumnos y alumnas de la facultad de Ciencias Sociales y
de la Comunicación de la Universidad del País Vasco.(volver)
- Véase Díaz Noci,
Javier. Euskarazko aldizkari, egutegi eta almanaken erroldea (1834-1959).
Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1994.(volver)
- Elkoroberezibar, Miguel Ángel.
Prentsa lokala Euskal Herrian. En: Jakin, 69, 1992, Donostia, p. 11.(volver)
- Existen dos interesantes estudios
sobre las revistas locales en euskera, ambos publicados en el número
6 de Mediatika, cuaderno de sección de medios de comunicación
de la Sociedad de Estudios Vascos, correspondiente a 1997. Uno de ellos
lo firma Sabin Oregi y el otro un equipo compuesto por los periodistas
de ETB Jotxo Larrañaga, Asier Aranguren y Miren Gabantxo (OREGI,
Sabin. Euskarazko herri prentsa. banaketa eta finantzaketara hurbilpena.
Mediatika, 6. 1997. Donostia: Eusko Ikaskuntza, pp. 41-50; ARANGUREN, Asier;
GABANTXO, Miren; LARRAÑAGA, Jotxo. Sei herri aldizkari: edukin azterketaren
bidetik hurbilketa bat. En: Mediatika, 6. 1997. Donostia: Eusko Ikaskuntza,
pp. 15-40).(volver)
Javier Díaz-Noci, presidente de la sección
de Medios de Comunicación de Eusko Ikaskuntza |