Han pasado diez años desde que se
creara la que se considera primera revista local en euskara, Arrasate
Press. Durante esta década han sido cerca de cincuenta las
que han seguido la andadura iniciada por la revista mondragonesa, y se ha
fundado la sociedad llamada Topagunea, punto de encuentro
de todas ellas. Según datos de la citada sociedad, la tirada general
de estas revistas ronda los 100.000 ejemplares, y el número de lectores
asciende a unos 300.000. Aun aligerando el hinchamiento derivado de la tendencia
a la autopropaganda de la mayor parte de las sociedades, es evidente que
las revistas locales constituyen un fenómeno muy relevante dentro
de la actividad cultural vasca.
En las III Jornadas sobre Revistas Locales organizadas el pasado noviembre
en Mondragón con ocasión del décimo aniversario, hubo
un tema que suscitó cierta controversia entre quienes acudimos a
ellas: la utilización de los dialectos vascos en las revistas locales.
Precisamente ese mismo año, el euskara unificado celebraba su 30º
aniversario desde su creación en Aránzazu. Y el año
pasado una pregunta circulaba en la actividad cultural vasca, realacionada
con ambas conmemoraciones: ¿euskara unificado o dialectos vascos
para las revistas locales? La cuestión en sí no es fiel reflejo
del euskara que se emplea en esas revistas, porque en la mayoría
todo se escribe en euskara unificado, y, entre las más relevantes,
en todas salvo en una. A pesar de ello, hay gente que está verdaderamente
preocupada sobre este asunto. Algunos proponen que en las revistas locales
se escriba en dialectos vascos. A la semana de los encuentros de Mondragón
hubo una mesa redonda en Vitoria-Gasteiz, formada por representantes de
cuatro revistas locales: eta kitto de Eibar, Berrigara
de Vergara, ttipi ttapa de Cinco Villas de Navarra y Guaix
de la Barranca de Navarra. Se trataba de responder a la siguiente pregunta:
¿euskara unificado o dialectos vascos en las revistas locales? La
composición de la mesa no me pareció muy adecuada para dar
una respuesta, pues parecía que todos estaban a favor de la utilización
de los dialectos. No obstante, al responder las preguntas formuladas por
los asistentes se empezó a fijar criterios y a ver los matices. Lo
cierto es que Berrigara y ttipi ttapa se publican
en euskara unificado, y que lo escrito en Guaix en dialecto
es de aproximadamente un 3%. El caso de Eta kitto es diferente;
en esta revista hacen un verdadero esfuerzo para que el euskara de Eibar
se vea reflejado en ella. También es cierto que lo tienen más
fácil, porque cuentan con una tradición escrita de su euskara
local.
Por tanto, ¿cómo así los cuatro representantes eran
desde el principio partidarios del dialecto? Yo creo, y trataré de
responder a la pregunta con toda la osadía del mundo, que no está
del todo claro lo que es el euskara unificado.
Los fundamentos del euskara unificado
El euskara unificado ha tenido desde el momento de su ideación
tres fundamentos que sigue teniéndolos: el verbo auxiliar, la declinación
y la ortografía, y ahora también el diccionario unificado.
La construcción del euskara unificado se erigió sobre esos
cimientos. Pero la casa del euskara unificado sería la suma de meras
columnas si no se vistieran; debe adornarse la casa, embellecerla. Y eso,
claro está, tiene que hacerse con los aperos de cada lugar. A pesar
de estar erigidas sobre los mismos cimientos, las casas pueden ser bien
distintas entre sí. Ahí es donde tiene lugar la aportación
de los dialectos vascos, ahí es donde tienen que vestir el euskara
unificado que se encuentra desnudo, cada cual a su manera. Los fundamentos
del euskara unificado no son tan estrechos; dejan una vía bastante
ancha para que cada construya su propio camino. Lo que ocurre es que los
edificios de las revistas locales se levantan la mayoría de las veces
y hasta ahora con una similitud muy grande en lo que respecta al tipo de
euskara, y en muchas ocasiones se trata de casas muy feas, muy lejos del
estilo local, con poco gusto popular, sin sal ni pimienta, encontrando entre
ellas bastantes cosas malas, erróneas e inadecuadas. Frecuentemente
nos hemos alejado demasiado del habla de la gente del pueblo, y hemos confeccionado
escritos que resultan incomprensibles para muchas personas, dificultando
enormemente la comunicación. Pero eso ha sucedido tanto en el euskara
unificado como en los dialectos.
No han sido las bases del euskara unificado las que nos han conducido
a ello, sino otra cosa. El unificado no nos ata en una cadena tan corta.
En ella pueden tener cabida muy distintos tipos de euskara, con todas las
riquezas estilísticas locales en lo referente al léxico, al
modo de expresión, de contar, etc. Las bases del euskara unificado
corresponden a la superficie de la lengua; no al contenido interior. "Heldu
den igandean jinen gara" y "datorren domekan etorriko gara"
tienen el mismo significado y ambas oraciones responden al euskara unificado.
En euskara unificado se puede escribir tan correcta, adecuada y ricamente
como en cualquier dialecto vasco, y en todos los pueblos vascos tenemos
magníficos oradores que pueden servir de modelos para aprender a
escribir. Jose Ramon Zubimendi, una de las personas que mayores esfuerzos
ha realizado en los últimos años en busca de un modelo vasco
escrito, suele escribir en euskara unificado, proponiendo un modelo lo más
cercano posible al habla verbal y tomando como ejemplo el euskara de los
libros redactados en dialectos vascos de la Colección Auspoa. Más
aún; ha publicado en euskara unificado varios textos que presenta
como modelos, escritos en su día en dialectos.
Dialecto en el habla y unificado en la escritura
El euskara unificado se creó en su día para el ámbito
de la escritura. Yo creo que en lo que respecta al habla, tenemos que seguir
utilizando el habla local para la comunicación local. Debemos sostener
las hablas locales y mantenerlas vivas. Pero las revistas locales no son
el medio adecuado; de ningún modo. Al igual que al César lo
que es del César, al oral lo oral y a lo escrito lo escrito. Hitz,
berba, ele egin o mintzatu son palabras sinónimas, pero
el verbo idatzi no tiene ningún equivalente, si no es eskribitu,
de origen castellano. ¿Será casualidad?
Para el sostenimiento del habla local, ahí están las escuelas,
radios y televisiones. Me parece que en aquéllas que tienen un ámbito
local, lo más apropiado sería apostar por el habla local.
De emplearse este habla en las revistas, sólo reflejaría el
de origen oral, por lo tanto, en las entrevistas y encuestas de la calle
que se publican en casi todas las revistas, pero de ninguna manera en los
textos que los periodistas han de escribir directamente. Precisamente todo
lo contrario a lo que sucede en algunas, puesto que al menos en aquellos
ejemplares que yo he examinado, las palabras de los parlantes estaban recogidas
en euskara unificado y los textos de los periodistas redactados en euskara
dialéctico. Además, en el caso de algunos de estos últimos
no puede decirse que el euskara que emplean corresponda a un dialecto, sino
a una posible transcripción fonética de lo manifestado por
un parlante local. Que yo sepa, eso no se hace en ninguna lengua de alrededor.
¿Imagináis algo así como zomo la meó revizta
qua zalío? Es de agradecer el esfuerzo realizado por acercarse
al lector por que la escritura sea lo más parecida posible del habla
local. Pero, ¿es conveniente llevar ese intento más allá
de los límites establecidos por el modelo de la lengua unificada
para la nación? No seré yo quien niegue la legitimidad a aquéllos
que se están esforzando en ese sentido, ¡desde luego que no!
Pero en mi opinión es un camino, cuando menos, difícil; a
medida que se aleja del modelo principal, con las normas y criterios generales
tambaleándose, todo está por hacer, por decidir, y el trabajo
se complica muchísimo, se multiplica; las dudas emergen a cada instante.
Preguntas y preguntas
¿Habremos de empezar a crear pequeñas Academias de la Lengua
Vasca por cada pueblo, para que propongan modelos de escritura? ¿De
verdad se consigue que la revista sea más entendible? Y, sobre todo,
¿para la totalidad de los habitantes? ¿Es homogéneo
el lectorado de esos pueblos, son todos nacidos en el pueblo, todos vascoparlantes
que hablan el euskara desde niños? ¿Cuántos modelos
hemos de proporcionarles a los jóvenes que van a empezar a escribir?
¿Tantos como revistas locales? Las preguntas son muchas, y pueden
formularse aún más: ¿De verdad se sentirá el
lector de Eibar más cercano a la escritura de eta kitto
que el de Mondragón al de Arrasate Press? Egunkaria,
Argia, los miles de libros, textos escolares
publicados en
euskara unificado en los últimos veinte años han hecho su
camino, y eso tiene sus consecuencias y repercusiones. De todos modos, en
los municipios en los que el euskara está muy vivo las hablas locales
permanecen igual que antes, no han cambiado por eso.
¿No bastaría con utilizar el dialecto unificado local en
todas las revistas locales de ese entorno en las regiones en las que el
euskara unificado provocara problemas de comprensión? Por ejemplo,
empleando el vizcaíno unificado en las revistas de los pueblos que
se hable vizcaíno.
Cuando menciono la dificultad de esa vía y opción que difiere
del euskara unificado, me refiero a que me percato de la escasez de recursos
humanos de la mayoría de las revistas locales, así como de
su situación: suele haber mucho movimiento de periodistas, y la preparación
y condiciones de trabajo son, en algunos casos, mediocres. En ese afán
de aproximarse a los ciudadanos, las tareas son muchas y el reto interesante,
y, no diría que es difícil, pero sí que requiere una
gran responsabilidad para quienes nos movemos en estas revistas locales.
De hacerlo correctamente, obtendríamos dos resultados: nos acercaríamos
a la escritura local y ataviaríamos la construcción unificada
con un castizo y rico sabor, provechoso para todos.
Ultimamente se escribiendo de un lado y de otro sobre este tema. Koldo
Zuazo, posicionándose a favor del uso de los dialectos, se refería
en el diario Egunkaria a la serie Goenkale como ejemplo
y modelo del habla castiza y popular, expresando que era precisamente ése
el motivo de su éxito; pero, he aquí lo curiosidad: castiza
y adecuadamente, pero en Goenkale hablan en euskara unificado. Iñaki Iturain, miembro del Consejo de Redacción
de dos revistas locales: Karkara de Orio e Irutxulo
de San Sebastián |