1. Una cuestión
de actualidad.
En un artículo publicado en "Asmoz ta Jakitez", Jesús
M. Ugalde Uribe-Etxebarria reflexionaba sobre la situación de la
ciencia vasca y abogaba por la existencia de profesionales de calidad cuyo
perfil científico- humanista hiciese obsoleta la dicotomía
ciencias-humanidades (1). En este sentido, Ugalde
destacaba la figura del matemático Carlos Santamaría, "cuya
principal preocupación -dice- fue la persona en su integridad. No
en vano, su producción intelectual transcendió los límites
de la Estadística o del Álgebra Lineal, para adentrarse en
cuestiones como las naciones, la paz, la religión, la cultura vasca...".
Reflexionando sobre este hecho, el autor del artículo planteaba a
la comunidad "científica" una cuestión muy oportuna
y de importancia capital: "¿Permite el actual marco social,
en el que prima la especialización y la competitividad, la existencia
de este perfil científico?". Desde su condición de científico
contesta: "La respuesta es sí. Personalmente opino que ese es
el perfil adecuado para el científico".
Formulaba luego la misma pregunta a los "humanistas": "¿Permite
el actual marco social en el que prima la especialización y la competitividad,
la existencia de perfiles de humanistas que conozcan y aprecien la ciencia?
¿Es deseable ese perfil para los humanistas? ¿Los tenemos?
La ciencia es una actividad humana y por tanto es tan "humanidades"
como la literatura o la historia". En esta ocasión la pregunta
quedó sin respuesta, quizá porque el formulante no quiso interferir
en lo que entendió ser competencia del otro sector en litigio: el
humanista. Se trata, en cualquier caso, de un interesante reto que aceptamos
desde nuestra condición de humanistas.
2. Herencia cultural y proyección de
futuro.
En su artículo, J. M. Ugarte destacaba también la figura
del físico Pedro Miguel Etxenike(2) , a la
vez que inquiría: "¿Reflejan los recientes reconocimientos
a su labor un estado de la ciencia en Euskal Herria o, por el contrario,
estamos ante individualidades sobresalientes?". El propio autor contestaba:
"es indudable, que la investigación científica ha avanzado
mucho en los últimos 15 años, debido al apoyo de las instituciones
vascas y al esfuerzo entusiasta de sus investigadores. Yo creo, no obstante,
que estamos en el momento de orientar la política hacia la consolidación
de aquellos grupos de investigación que tengan nivel internacional
y a la vez no cejar en el empeño de seguir ofreciendo oportunidades
para que surjan nuevos grupos. Ahora bien todo exige un plan a medio plazo
y la valentía política para llevarlo a cabo. En este plan
las individualidades sobresalientes deben jugar un papel decisivo. Algunos
pasos en esa dirección ya se han dado en la actual legislatura, pero
hay que perseverar".
Pues bien, con el presente artículo queremos contribuir a la recuperación
para nuestra historia científica y filosófica de una de esas
"individualidades sobresalientes", tan importante como poco conocida
y no hace muchos años desaparecida. Nos referimos a Juan David García
Bacca, cuyo pensamiento y vida personal constituyen una buena ocasión
para reflexionar sobre la posibilidad exitosa de hacer dialogar fluida y
fecundamente al humanismo con la ciencia. A nuestro juicio, tal diálogo
exigiría pasar de la fase de las individualidades descollantes a
otra de formación planificada y sistemática de personas cuyo
perfil profesional fuese similar, aunque actualizado, al del ideal de hombre
renacentista; profesionales capaces de tender puentes entre ambos dominios
del saber.
Dentro del contexto dibujado debe entenderse la presentación
que haremos de García Bacca; una presentación que, a modo
de invitación, suscite el interés por él y, quizás,
nuevas aproximaciones a su pensamiento y obra (3).
3. García Bacca, un vasco universal para el siglo XXI.(4)
Juan David García Bacca vino al mundo en Pamplona el 26 de junio
de 1901, coincidiendo su nacimiento con el traslado profesional de su padre,
maestro a la sazón, desde tierras aragonesas. Fue el primero de los
cuatro hijos que Juan Isidro, natural de Belmonte de Calatayud, tuvo en
segundas nupcias con Martina Bacca Benabides, zamorana. De entre otros detalles
de su infancia en la capital navarra, dice C. Beorlegui: "La residencia
familiar donde nació Juan David estaba situada en la calle Pozoblanco,
cercana a la céntrica y emblemática Plaza del Castillo. Pero
muy pronto después de nacer, la familia trasladó su residencia
a la popular calle de La Estafeta, muy cercana a la anterior residencia,
y famosa por ser una de las tres calles por las que transcurren los conocidos
"encierros" de toros de las fiestas de S.Fermín. Por confesión personal de García Bacca, sabemos
que su padre era muy aficionado a los toros, y gustaba de contemplar con
sus hijos los "encierros" de los "Sanfermines", desde
el balcón de su casa, ataviados con el clásico atuendo festivo
de la capital pamplonica: camisa y pantalón blancos, con faja y pañuelo
al cuello rojos" (5) .
Tenía Juan David nueve años cuando su padre fue destinado
a San Sebastián, aunque no permanecería mucho tiempo en esta
bella ciudad al pedir su excedencia, por motivos de salud, y regresar con
toda su familia a la localidad zaragozana de Borja.
Juan David contaba once años cuando su padre falleció, siendo
entonces admitido en el colegio claretiano de Alagón, donde cursó
los estudios primarios. Ingresó en el Seminario de los Padres Claretianos
en Cataluña, realizando el Noviciado en Cervera (Lérida) el
curso 1916-1917. El 15 de agosto de 1917 hizo su primera profesión
religiosa. Estudió Filosofía (1917-1920) y Teología
(1920-1923) con los jesuitas en la Universidad de Cervera, desde donde se
trasladará a Solsona para estudiar Moral y Derecho, siendo ordenado
sacerdote el 6 de junio de 1925.
Dada la valía intelectual que demostró y la fama alcanzada,
el joven sacerdote claretiano fue enviado por sus superiores a Bélgica
para ampliar su formación filosófica y teológica (Lovaina),
doctorándose en Teología con una tesis escrita en latín,
lengua que dominó perfectamente al igual que el griego, alemán,
italiano, francés, inglés y catalán. Posteriormente
realizó estudios de física atómica y teoría
de la relatividad en el "Institut für theoretische Physik"
de Munich, con A. Sommerfeld y Hans Driesch, de Álgebra y Teoría
de los números, de Cálculo Infinitesimal y Ecuaciones Diferenciales,
de Geometrías y Topología, con O. Peron, Tize y Hartogs respectivamente.
Cursó lógica, griego clásico y otros estudios de filosofía,
en Bruselas, Friburgo y París. Durante su periplo europeo, García
Bacca fue discípulo de N. Hartmann, Grabmam, Landsberg, Geyser y
Becker.
Culminó sus estudios en la Universidad de Barcelona obteniendo la
licenciatura en Filosofía en 1934 y el grado de Doctor (con calificación
máxima y premio extraordinario) el 26 de abril de 1935, estando compuesto
el tribunal por Zubiri, Xirau, Carreras Artau, Serra Hunter y Font Puig.
Ya Doctor, ejerció la docencia en la Universidad de Barcelona y en
la Católica de Madrid. En febrero de 1936 opositó a cátedra
universitaria, obteniendo la de Introducción a la Filosofía
en la Universidad de Santiago, con el número uno. Formaban parte
del tribunal Zubiri, Gaos, García Morente y Besteiro. Pidió
el traslado a la Universidad de Barcelona para proseguir allí mejor
sus investigaciones, pero el proceso quedo truncado por el estallido de
la guerra civil mientras se encontraba impartiendo un curso en la Universidad
Internacional de Verano de Santander. Decidido a exiliarse, se trasladó
a Bilbao para embarcar con destino a Hendaya, desde donde se dirigió
a París; ciudad en la que permaneció hasta la finalización
de la contienda. Durante su estancia en el país galo, Juan David
no perdió ocasión para formarse, realizando estudios especiales
en el Instituto Henri Poincaré de París (1937-1938), Teoría
de Conjuntos (Lebesque) y Cálculo de Probabilidades (Borel).
La guerra civil y el exilio actuaron en García Bacca como desencadenantes
de una profunda crisis vital, de fe e intelectual que le llevaría
a romper con su orden religiosa y a dar un brusco giro a su pensamiento.
A la vista del itinerario vital e intelectual expuesto, se entiende que
García Bacca afirmara en una entrevista publicada en El País
(22-IX-1977): "Soy vasco-navarro, nacido en Pamplona, de padres aragoneses
y de formación cultural catalana".
Entre 1928 y 1936 García Bacca publicó 8 libros, 18 artículos
y 14 recensiones. Cabe destacar el hecho de que el filósofo vasco-navarro
fuera el introductor en España de la lógica matemática
y el único que la explicaba en la Península hasta la guerra
civil. Asimismo hay que señalar que en 1933
García Bacca redactó el primer artículo sobre "lógica
simbólica" aparecido en la Enciclopedia Espasa, y que algunas
de sus obras en dicho terreno fueron empleadas como libro de texto en universidades
alemanas (6).
Todo lo dicho hasta aquí habla sobradamente de la valía intelectual
de García Bacca pero, con ser mucho e importante, tan sólo
es el preludio de su andadura vital e intelectual.
Al finalizar la guerra civil, Juan David decide marchar al sur del continente
americano no sin antes rechazar varios ofrecimientos de universidades europeas
y norteamericanas, como el realizado por el lógico norteamericano
Alonzo Church, para ejercer en ellas la docencia. García Bacca, empujado
por motivos de salud (desde niño padeció de bronquios), se
decantó por la Universidad de Quito, partiendo hacia Ecuador en 1939.
Contrajo matrimonio en Quito, donde permaneció hasta 1942 para trasladarse
luego a México, donde ejercerá como profesor de filosofía
en la Universidad Nacional Autónoma de México. De nuevo recibirá
García Bacca varias ofertas universitarias, inclinándose esta
vez por la Universidad Central de Venezuela, donde impartirá filosofía
desde 1947. Afincado definitivamente en Caracas, el 29 de noviembre de 1952
le fue concedida la nacionalidad venezolana (cédula de identidad
nº 956577). Su condición venezolana no supuso, sin embargo,
menoscabo alguno para la de vasco, como lo demuestra el hecho de que en
una entrevista publicada por el periódico caraqueño El Nacional
(15-VI-1980), el autor de la misma presente así a nuestro hombre:
"Es vasco, lleva 32 años en Venezuela".
En 1971 García Bacca pasa a la condición de jubilado, aunque
su actividad intelectual no conocerá tregua hasta la fecha de su
muerte, en agosto de 1992. De la intensidad de dicha
actividad son silencioso testimonio los más de seiscientos títulos
que integran su obra escrita, en la cual dejará plasmada también
su herencia vasca: "¿Cuáles son las rebajas que introduce
Heidegger en las cuentas del gran capitán de Husserl, y, a través
de él, en todo el filosofar anterior? Cuando le preguntan a un vasco:
¿qué haces ahí? responde: estoy"
(7) ; "Apellidos: "García"
es vasco; "Bacca" es romano, latino; "Barranco" es griego"(8) .
García Bacca viajó a España en cuatro ocasiones, y
únicamente después de morir Franco, ya que se negó
hacerlo durante la vida del dictador "por motivos de conciencia democrática".
Estas ocasiones fueron el verano de 1977, el de 1979, en septiembre de 1981
y en octubre de 1984.
La labor intelectual desarrollada por García
Bacca durante su exilio fue ingente, beneficiándose de ella numeroso
países americanos, especialmente Venezuela, tal como indica Carlos
Beorlegui cuando afirma que el autor navarro se convirtió en "el
verdadero centro catalizador de todos los impulsos filosóficos de
esa nación americana", aunque "su prestigio (...) alcanza
a todas las naciones de habla hispana" (9).
Presentaremos ahora, ordenados cronológicamente, los méritos,
títulos y distinciones a que se hizo acreedor García Bacca
durante su vida, los cuales, añadidos a lo expuesto con anterioridad,
muestran tanto el carácter universal de este vasco-navarro nacionalizado
venezolano como su capacidad para sintetizar humanismo y ciencia de forma
ejemplar. Desde esta perspectiva queda justificado lo prolijo de la siguiente
lista:
Miembro de la Sociedad Matemática Española, 1933; Miembro
de El Colegio de México, 1942-1947; Miembro de la Sociedad Matemática
Mexicana, 1943; Miembro del Instituto Panamericano de Cultura, 1950; Miembro
del Instituto de Cultura Americana, Bolivia, 1950; Diploma de Reconocimiento
de Méritos Universitarios de la Universidad Central de Venezuela,
1950; Miembro de la Sociedad de Epistemología de Argentina, 1952;
Miembro de la Sociedad de Filosofía Alemana, 1952; Miembro de la
Sociedad Filosófica Argentina, 1953; Miembro de la Sociedad Europea
de Cultura, Roma, 1953; Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias,
Caracas, 1955; Miembro Correspondiente de la Academia de Historia, Caracas,
1955; Doctor honoris causa por la Universidad Central de Lima, 1956;
Doctor honoris causa por la Universidad de San Marcos, Lima (Perú),
1956; Decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad
Central de Venezuela, 1959-1960; Director del Instituto de Filosofía
de Venezuela, 1959-1971; Diploma de la Orden Andrés Bello, Venezuela,
1960; Miembro de L`Institut Internartional de Philosophie, París,
1962; Miembro de la Hispanic Society, Nueva York, 1962; Miembro de la Societé
pour l`Histoire des Sciences, París, 1962; Miembro del Centro de
Estudios Humanísticos, Universidad de Nuevo León, Monterrey
(México), 1964; Miembro del Instituto Brasileiro de Filosofía,
1964; Miembro de la Casa de Bello, Caracas, 1964; Diploma Mención
de Honor otorgado por el Concejo Municipal del Distrito Federal de Caracas,
1967; Condecoración Orden 27 de Junio, Primera Clase, Diploma, Venezuela,
1972; Premio Nacional de Literatura, Venezuela, 1978; Calle dedicada a su
nombre por el Ayuntamiento de Caracas, 1979; Condecoración Orden
Nacional al Mérito, Ecuador, 1981; Ponen su nombre a la Biblioteca
del Instituto de Filosofía, Caracas, 1982; Institución de
la Cátedra Juan David García Bacca, Facultad de Humanidades
de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1982; Gran Cruz de la Orden
de Isabel la Católica, España, 1982; Gran Cordón de
la Orden El Libertador, Venezuela, 1983; Miembro Correspondiente de la Academia
(platónica), Atenas, 1983; Medalla de Plata de la Universidad Autónoma
de Barcelona, 1984; Doctor honoris causa por la Universidad Complutense,
Madrid, 1985; Miembro honorario de la Academia de la Lengua, Ecuador, 1986;
Premio de Humanidades Arturo Uslar Pietri, Venezuela, 1990; Miembro del
Consejo Asesor de Filosofía, del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), Madrid, 1990; Medalla de Oro del Gobierno de
Navarra, 1990.
Tan impresionante curriculum no permite albergar
dudas sobre la importancia del pensamiento y la obra del este vasco universal
escasamente conocido aún en nuestro país; un hombre cuyo perfil
intelectual incluía amplios y profundos conocimientos de teología,
filosofía, filología, física, geometría, matemáticas,
arte, poesía, literatura, historia, biología, economía....
incluso música (10) .
Sobre la relevancia del perfil intelectual y del pensamiento filosófico
del autor vasco-navarro da cuenta también lo que sobre él
dicen estudiosos y especialistas. Así, por ejemplo, José Luis
Abellán afirma: "Juan David García Bacca es quizá
la mente filosófica más poderosa de todas las que tenemos
en América y una de las primeras figuras de la filosofía en
lengua española de todos los tiempos. En lo
que se refiere a su preparación intelectual habrá pocas personas
que lleguen al nivel por él alcanzado" (11).
Por su parte, Carlos Beorlegui dice: "Nos encontramos ante una de las
obras filosóficas más importantes de nuestra historia cultural"
(12); "uno de los talentos más omniabarcadores
de la historia del pensamiento universal" (13).
En el mismo sentido apunta Abellán cuando considera que la obra de
García Bacca, Metafísica natural
estabilizada y problemática, metafísica espontánea
(1963), es "uno de los libros de filosofía más importantes
publicados durante este siglo, que no es precisamente flojo en tal tipo
de publicaciones, y, desde luego, uno de los más importantes que
nunca han aparecido en castellano"(14) .
Se comprende, pues, que C. Beorlegui llame la atención sobre la paradoja
existente entre la importancia de la figura de García Bacca y su
situación de olvido y desconocimiento entre nosotros (15)
. Se entenderá, igualmente, la urgencia de recuperar la figura de
García Bacca para nuestro acervo cultural, como elemento fecundador
de nuestro panorama intelectual. Hacerlo sería no sólo un
acto de justicia histórica sino, sobre todo, de reencuentro con la
propia identidad cultural; uno de esos reencuentros que permitan redimensionar
dicha identidad, preparándola para las demandas del siglo XXI.
Respondido en parte el reto que Jesús M. Ugalde lanzaba muy oportunamente
a los humanistas, queda pendiente, sin embargo, la cuestión más
difícil y compleja: cómo pasar de las "individualidades
sobresalientes" a la formación de profesionales en cuyo perfil
intelectual el humanismo y la ciencia queden co-implicados dialécticamente.
Esta tarea, que no es otra cosa que respuesta a una exigencia del estado
de ciencia y técnica en el umbral del tercer milenio, constituye
uno de los retos actuales más complejos tanto para los individuos,
como para organismos e instituciones públicos o privados. Desde esta
consideración, resulta justificado plantear la siguiente cuestión:
apelando a su trayectoria histórica y científica, ¿de
qué manera y en qué medida lo dicho afecta o involucra a EI-SEV?
NOTAS
- Cfr. "Seguimos anclados en
los esquemas universitarios españoles de principios de siglo",
Asmoz ta Jakitez, (Donostia) 1998, nº 12, septiembre (volver).
- Recientemente galardonado con el
premio "Príncipe de Asturias" (volver).
- No son muchos los estudios sistemáticos
profundos y amplios sobre García Bacca: ARECHAGA BURGOS, Roberto,
La filosofía de la técnica de Juan David García
Bacca (Tesis doctoral), Bilbao, Universidad de Deusto, 1998; BEORLEGUI,
Carlos, La filosofía del hombre en Juan David García Bacca
(Tesis doctoral), Bilbao, Univ. de Deusto, 1983; García Bacca.
La audacia de un pensar, Bilbao, Univ. de Deusto, 1988; El pensamiento
de Juan David García Bacca en el contexto del exilio republicano
(inédito); IZUZQUIZA, Ignacio, El proyecto filosófico
de Juan David García Bacca, Barcelona, Anthropos, 1984; PALACIOS
GAROZ, M. A., Filosofía en música y filosofía de
la música (Tesis doctoral), Valladolid, Univ. de Valladolid,
1990; Filosofía en música y filosofía de la música
de Juan David García Bacca, Madrid, Alpuerto, 1997; PERDOMO
DE GONZÁLEZ, Mireya, Bibliografía de Juan David García
Bacca, Caracas, Univ. Central de Venezuela, 1981 (volver).
- Para los datos biográficos
hemos tomado como obras de referencia las siguientes: ANTHROPOS (Revista
de Documentación Científica de la Cultura), Barcelona, 1991,
nº 9 (nueva edición; número monográfico dedicado
a García Bacca); BEORLEGUI, Carlos, "El pensamiento de Juan
David García Bacca, un filósofo navarro desconocido",
Príncipe de Viana (Pamplona), VI (1986), nº 6; García
Bacca. La audacia de un pensar, Bilbao, Univ. de Deusto, 1988; "Grandes
maestros del exilio vasco. IV. Juan David García Bacca (1901-1992)",
Mundaiz (Univ. de Deusto, Donostia), 1994, nº 47; "El
pensamiento Filosófico en el País Vasco: ayer y hoy. Una
primera aproximación", en HEREDIA, Antonio (ed.), Mundo
Hispánico-Nuevo Mundo: Visión Filosófica, Salamanca,
Univ. de Salamanca, 1995; El pensamiento de Juan David García
Bacca en el contexto del exilio republicano (inédito); DIAZ
DIAZ, Gonzalo, "García Bacca", Hombres y documentos
de la filosofía española, Madrid, CSIC, 1988, Vol. III;
IZUZQUIZA, Ignacio, El proyecto filosófico de Juan David García
Bacca, Barcelona, Anthropos, 1984; PERDOMO DE GONZÁLEZ, Mireya,
Bibliografía de Juan David García Bacca, Caracas,
Univ. Central de Venezuela, 1981 (volver).
- El pensamiento de Juan David
García Bacca en el contexto del exilio republicano. Esta obra inédita de C. Beorlegui contiene la más
completa biografía sobre García Bacca realizada hasta el
momento. Dicha biografía ha sido elaborada con los datos que tanto
el filósofo navarro como sus familiares le proporcionaron. De hecho,
del párrafo citado dice Beorlegui en nota a pie de página:
"Estos datos los recibo directamente de J. D. García Bacca,
comunicados en una entrevista personal tenida conmigo en Madrid, el 13
de junio de 1979" (volver).
- Tal fue el caso de su Introducción
a la lógica moderna (1936) en la Universidad de Münster,
de la cual se sirvieron profesores como Scholz o Greenwood (volver).
- Existencialismo, Xalapa (México), Universidad Veracruzana, 1962, p. 54
(volver).
- Sobre Virtudes y Vicios, Barcelona, Anthropos, 1993, p. 16 (volver).
- "El pensamiento de Juan David
García Bacca, un filósofo navarro desconocido", Príncipe
de Viana (Pamplona), VI (1986), nº 6, p. 218 (volver).
- A su amplia cultura musical, García
Bacca unía su condición de consumado pianista. Aprendió
a tocar este instrumento durante su infancia en Pamplona, de la mano de
D. Hilarión Eslava, siguiendo el método Czerny (Cfr. el prólogo
que el propio García Bacca escribe para la obra ya citada de M.
A. Garoz: Filosofía en música y filosofía de la
música de Juan David García Bacca. Beorlegui también
hace referencia a este detalle en el capítulo 1 de su obra inédita
citada) (volver).
- Filosofía española
en América (1936-1966). Madrid, Guadarrama,
1967, p. 193 (volver).
- El pensamiento de Juan David García
Bacca, un filósofo navarro desconocido" Príncipe
de Viana (Pamplona) VI, (1986), nº 6, p. 239 (volver).
- "Grandes maestros del exilio
vasco. IV. Juan David García Bacca (1901-1992)". Mundaiz
(Universidad de Deusto. San Sebastián) 1994, nº 47 pp. 150
y 146 respectivamente (volver).
- Cfr. Filosofía española
en América (1936-1966), pp. 193-194 (volver).
- Cfr. v. g., "El pensamiento
de Juan David García Bacca, un filósofo navarro desconocido",
pp. 219, 239-240; "Grandes maestros del exilio vasco. IV. Juan David
García Bacca (1901-1992)", pp. 145, 150-151 (volver).
Roberto Arechaga Burgos, Doctor
en Filosofía |