El abogado e historiador Jean Claude Larronde,
de Villafranca de Laburdi, quien elaborara la conocida tesis doctoral sobre
Sabino Arana Goiri, prosigue con su investigación; en especial en
torno a varios hechos y personajes destacables de la historia del patriotismo
vasco de la primera parte de este siglo XX, tales como el batallón
vasco Gernika, el lehendakari Jose Antonio Agirre, el historiador Eugène
Goyenetche, el obispo Klement Mathieu o la sociedad internacional de amigos
Euskaldunes. En esta ocasión le ha llegado el turno a Manuel de Ynchausti,
un "mecenas de gran elocuencia".
Larronde publicó este trabajo en francés en 1993, en la
revista Bulletin du Musée Basque, y ahora, con la ayuda del Gobierno
Vasco, lo edita en euskara y castellano en la colección Bidasoa gracias
a la traducción de Susana Preboste, al poco de fallecer a los 92
años la esposa de Ynchausti, Ana Belen Larrauri, en Uztaritz.
Cada una de las traducciones consta de alrededor de 70 páginas,
y quienes pudimos conocer a Manuel de Ynchausti tenemos la oportunidad de
descubrir nuevas particularidades por la información que su viuda
y su hija Miren han facilitado al escritor.
Manuel de Ynchausti nació el 19 de octubre de 1900, en el seno
de una acaudalada familia vasca de comerciantes marítimos afincada
en Filipinas, cuando la colonia española estaba bajo el mando de
los Estados Unidos. Tenía 6 años cuando realizó la
primera visita a Europa, y con 20, al fallecer su padre, cursó sus
estudios superiores de Derecho en Madrid. Con la ayuda de algún que
otro fraile vasco, se apercibió de su fe cristiana e identidad vasca.
En su juventud amistó para siempre con Rikardo Leizaola, hermano
de Joseba, y tomó por esposa a Ana Belen Larauri, una donostiarra
de veinte años. Se casaron el 26 de julio de 1926 en San Sebastián,
y pronto se dirigieron hacia Manila.
En Manila, junto con su madre y esposa, Manuel tomará unas drásticas
decisiones, procediendo a la venta de algunos bienes y repartiendo otros
cuantos entre los campesinos sin tierras; luego, con la llegada de los hijos,
a partir de 1933, la familia abandona Manila y se establece en San Sebastián
hasta la guerra de 1936.
Al comenzar la guerra, la familia Ynchausti parte hacia Uztaritz, donde,
junto con el obispo vasco Mathieu, proporcionará una inmensa ayuda
a los fugitivos vascos de la guerra, tanto económicamente como en
todos los demás aspectos, reuniendo a diversos arzobispos de Francia
y varios católicos de renombre en torno al cardinal Verdier y el
escritor François Mauriac.
En agosto de 1939, a las puertas del inicio de la guerra de Alemania,
la familia Ynchausti parte hacia Norteamérica. Allí, recordando
su experiencia de Filipinas y con las palabras del cardenal de Nueva York
Spellman o del filósofo Jacques Maritain, nuestro fervoroso hombre
intenta convencer de la necesidad de crear una institución Católica
de Auxilio Mundial. Al tener que desistir de ese proyecto por problemas
de salud, se aferra a otra idea junto con el lehendakari Jose Antonio Agirre:
construir la unión de todos los vascos del mundo entero.
Al regresar con su familia en 1947 a Europa y a su casa de Uztaritz,
Manuel de Ynchausti sigue adelante con ese propósito. Lo cierto es
que nunca realizará su sueño en su integridad, pero por encima
de los altibajos de su salud, trabajará en ese tema con brillantez.
Así, en el Congreso de Eusko Ikaskuntza de 1948, celebrado en Biarritz,
participó tomando a su cargo la X sección llamada "Euskaldunak
Munduan" ("Los Vascos en el Mundo"), y en 1954 la sala denominada
"Euskaldunen Hedapena Munduan" ("La Propagación de
los Vascos en el Mundo") le será ofrecida al Museo Vasco de
Bayona, regido por el comandante Boissel.
Para entonces, desgraciadamente, la enfermedad ha hecho mella en el corazón
de Manuel de Ynchausti, y, al poco de perder de repente a su gran amigo
Jose Antonio Agirre el 22 de marzo de 1960, el buen Dios llama también
a él a su lado el 17 de abril de 1961, en Uztaritz. Los dos funerales
fueron oficiados por el obispo Klement Mathieu, uno en San Juan de Luz y
el otro en Uztaritz. Piarres Xarriton,
miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca y de Eusko Ikaskuntza. |