Se dice que santa Teresa de Avila no abría nueva fundación
sin instalar antes en lugar visible una buena campana, incluso
cuando ello exigía prescindir de otros elementos por falta
de medios. Como me dijo una religiosa que entrevisté al
referirse a las campanas: "Forman parte de toda familia
conventual y se les guarda un cariño casi fraterno".
Fotografía:
Arantza Cuesta Ezeiza
-
El año 1659 se estableció un pleito ante el
Obispado de Pamplona (1). En el litigio, los conventos franciscanos
de Tafalla y Olite acusaban a los padres capuchinos de hacer
fundación de un convento en un edificio propiedad de D.
Juan de Asiáin, en Tafalla, de una manera clandestina,
colocando el "Santísimo Sacramento y una campana"
de noche y sin contar con las solemnidades y licencias de obligado
cumplimiento. Los demandantes decían que ello era en su
perjuicio, por las necesidades que acuciaban en la región
y por ende la escasez de limosnas. Oídas las partes y
los testigos seculares y religiosos, se dio por buena la fundación.
Pero el hecho que nos importa aquí es el papel de la campana
como símbolo para dar fuerza de ley a la fundación
de un convento.
Pero dejando de lado el tema de la relación conventos
y campanas, hay que saber que cada campana en función
de su tamaño y peso da una nota musical. Mientras que
para nuestros fundidores campaneros no tenía importancia
la precisión de la nota (tono arriba o abajo), en el resto
de Europa, grandes amantes de los carillones (alemanes, holandeses,
belgas, etc.), recurren al torneado interior para conseguir que
la campana suene en la nota musical deseada. Las hacen de un
grosor algo mayor del necesario y luego la afinan musicalmente,
usando un torno vertical, con el que le van quitando material
hasta conseguir la nota deseada. Así consiguen una campana
para cada uno de los tonos. Desde la octava más baja,
primera, y quintas, hasta la octava doble, y demás, son
ajustados los sonidos unos con otros, llegándose hasta
el decimosexto tono intermedio, toda una hazaña técnico-musical.
El afinado antiguamente se hacía con el auxilio del diapasón,
y hoy se usa también un aparato (pequeño, electrónico
y a pilas de valor entre las 50 y las 80.000 pts.) que se llama
"afinador cromático" que calibra perfectamente
el sonido y marca la frecuencia del tono.
Son dos conceptos de uso de las campanas. Mientras que en
nuestra península la campana es fundamentalmente un medio
para avisar, en las campanas que estamos comentando del norte
de Europa se busca un efecto musical. Ambas son campanas pero
tienen aplicaciones diferentes, y por lo tanto, también
lo es su construcción, aunque no me cabe duda de que en
origen en todas partes se emplearon para el mismo fin: comunicar.
Mientras en algunos países el gusto por el arte y la música
ha obligado a adaptar a estos fines las campanas (se torneaban
ya en Europa en el siglo XVII), aquí se ha mantenido la
función antigua: avisar, notificar. Esto no es privativo
de nuestra cultura: en Japón, por ejemplo, tampoco buscan
la finalidad musical y no las tornean.
De nuestro estudio de campo hemos podido sacar las siguientes
conclusiones sobre el uso de las campanas en nuestra zona:
A.- En la comunicación social.
1.- Para llamar
Por tradición
secular, los regidores de las villas se reunían en consejo
convocados por el tañido de las campanas (2). Las Ordenanzas
de la villa de Fuenterrabía de 1530 (3) recalcaban en
su apartado número 24. "Que no se haga ni se junte
ningún regimiento sin que primero se tenga la dicha para
ellos, y si de otra forma se junten no valga nada ni se cumpla
lo que allí se hiciere".
En algunas localidades navarras todavía se llama a
los vecinos una vez al año para que acudan a arreglar
los caminos con un toque de campana denominado "a vereda".
Otro tipo de llamada que ha subsistido hasta el presente es
el propio de ciertas comunidades, cuarteles y colegios, donde
al son de una campana o campanilla que marca los diferentes periodos
de la jornada.
2.- Para dar inicio a alguna actividad
Como en Larraun (Navarra), donde comenzaba el corte comunitario
del helecho a partir de la primera campanada de las doce de la
noche del día de Nuestra Señora de Septiembre (4).
O la partida de los trenes, señalado por el jefe de la
estación a toque de campana.
3.- Para comunicar noticias
Hasta no hace muchos
años, por un toque especial de campana sabían los
vecinos de una villa que había nacido un bebé en
su localidad. Esta atávica costumbre llegó a tal
extremo de depuración que el mismo sonido indicaba el
sexo del recién nacido.
Igual sucedía cuando un vecino agonizaba - toque de
"agonia" - o cuando había fallecido - "il-eskila"-,
señalándose en el segundo supuesto cuándo
se celebraría el entierro.
En la época en que las costas vascas eran refugio de
las ballenas, el atalayero instalado en una cima cercana a la
localidad hacía señales de humo para indicar que
el cetáceo atravesaba las aguas próximas; inmediatamente
se iniciaba el toque frenético de la campana de la cofradía
local que no cesaba hasta que todos los cazadores hubieran partido
en persecución del codiciado mamífero.
Anecdótico pero significativo era el uso que hacían
de las campanas y también de los cencerros los vecinos
de Murelaga (Bizkaia): cuando algún matrimonio de la localidad
reñía en voz alta, o hasta se agredían,
los vecinos iniciaban un concierto de estruendos que terminaba
por acallar las disputas (5).
4.- Para dar la señal de alarma
Es frecuente todavía repicar las campanas cuando en
su pequeña localidad se produce un incendio. Esta llamada,
denominada "su-eskila", persigue que todos los vecinos
del pueblo incluso de sus alrededores, acudan solidariamente
a sofocar el fuego. Tal vez de aquí se derive el que los
antiguos coches de bomberos, policía, etc. portasen una
campana que hacían sonar en sus desplazamientos urgentes.
La campana señaló durante siglos el inminente
peligro de saqueo, fuera por parte de los piratas en los núcleos
costeros o por los bandidos en el interior.
Como complemento diremos que durante la guerra civil de 1936-1939,
el repiqueteo de campanas avisaba de la presencia de la aviación
enemiga, para que los vecinos corrieran a refugiarse en lugares
seguros.
Los fareros y los barcos también hacían sonar
sus campanas durante los días de niebla para avisar el
peligro.
B.- En las comunidades religiosas.
1.- Para llamar
Llamar a cualquiera de sus miembros a alguna de las dependencias,
por lo que había campanas de diferentes sonidos (distintos
diámetros) que se identificaban con uno u otro lugar (portería,
refectorio, capilla...). Según el tipo de toque se sabía
para quién era el mensaje o de quién procedía,
actuando a la manera de una carta con remite: el sonido indicaba
quién llamaba y a quién se llamaba, e incluso desde
donde se emitía.
2.- Para dar inicio a alguna actividad
Las campanas, además, marcaban los tiempos tanto profanos
como religiosos: la hora del recreo, la comida, el reposo o las
horas litúrgicas (misa, confesión, reflexión...).
3.- Para comunicar noticias
Un bautizo, un funeral.. Las campanas notificaban asimismo
a los religiosos o religiosas que una jerarquía eclesiástica
había fallecido o la proclamación de un nuevo Papa.
En algunas villas navarras todavía repican las campanas
conventuales cuando pasa por sus proximidades la imagen de San
Miguel Excelsis o "San Migel-Eskila".
Para terminar tenemos que tener muy en cuenta:
A.- Que eran elementos explícitamente religiosos: con
sus lemas sagrados, sus nombres santos, bendecidas o bautizadas.
B.- A su sonido se atribuían virtudes benéficas:
alejaba las tormentas y atraía la protección divina.
C.- Por último, el tañido solemnizaba los momentos
importantes de la vida en la comunidad: al ascender el Santísimo,
en presencia del obispo, durante las procesiones, con la muerte
de una persona y en el instante de su entierro.
En consecuencia, decir que las campanas sirven "para
llamar" resulta del todo punto simplista. Se trata de todo
un lenguaje lleno de matices, rico en expresiones y con connotaciones
espirituales.
A N E X O S
ANEXO 1º
Transcripción de la obra Fórmula para dar el
hábito y profesión en la Orden de las Recoletas
de N.M. Santa Brígida; Sacada de la Regla de la misma
Orden. Reformada por Nuestra Muy Venerable Madre Doña
Marina de Escobar, publicada en Valladolid en 1647.
"CAP. IV. DEL MODO Y ORDEN DE TAÑER LAS CAMPANAS.
Ha se de tañer siempre para entrar en la Oración
de la Comunidad, y para el Oficio divino por espacio de un Miserere,
a Tercia, se dan dos signos. El primero media hora antes de entrar.
El segundo quando se huviere de entrar en el Coro. A Vísperas,
y Maytines se darán dos Signos, haziendo algún
intervalo de una a otro, como de tres Credos. Por la mañana,
quando se sale de la Oración, se tañe la campana
en alto, y luego a Missa, y no se buelve a tañer quando
se empieza Prima. Los días de primera y segunda clase
y que se cantan solemnemente se dan tres signos a Vísperas
y Maytines mas largos, que los ordinarios y si hubiere dos campanas,
se tañe en ambas en semejantes días, y se tañera
las vísperas un quarto antes. De manera, que se den en
ellos dos signos, y el ultimo con las tres, que es a la hora
que se empiezan. Los días solemníssimos como el
de N. Madre santa Brígida, y la advocación de la
casa se empezara a tañer a Vísperas media hora
antes. A la Missa mayor se toca la campana en alto en los días
festivos y en estos y todos los demás se han de dar cinco
campanadas mientras se alza a la misma Missa.
Quando son los Maytines cantados, se tañe al Te Deum,
mientras se dize, y quando ay Procesión se tañe
mientras dura, en la Pascua del Espíritu Santo mientras
se dize la sequencia de la Missa mayor y el signo, para entrar
en Tercia, durara toda la Octava, hasta que se acaba el Hymno
de Veni creator.
Quando muriere alguna Religiosa, si es de día se darán
en el espirado tres signos largos, si es de noche se darán
en amaneciendo. También se darán otros tres a la
Missa de Requien y se tocara la campana o campanas del Convento
mientras durare el entierro, y se dixere el Responso.
Quando huviere sermón se tañera la noche antes
media hora, empezado a las siete en Inbierno y en el Verano a
las Ave Marías, por la mañana se tañera
otra media hora empezando siempre a las siete. En las Fiestas
del Convento se tañerá primero un poco a fiesta
con dos campanas si las huviere y después se prosiga con
la media hora al sermón, y ha de ser mas pausada la señal
a los sermones, que los otros signos. El Juebes Santo se estará
tañendo media hora antes de entrar en los oficios.
A todos los demás actos de comunidad, como Capítulo,
Examen, Refectorio, Recreación, Silencio, llamar a casa
de labor, confessar, comulgar y a todos los demás actos
Conventuales, que no se haze señal con la campana grande,
se llamará con una campanilla pequeña, procurando
que este en parte fixa que se pueda oyr en toda la casa".
ANEXO Nº 2
Extracto del Ceremonial Romano Seráphico de la Santa
Provincia de Cantabria de la Regular Observancia de N.P.S. Francisco,
del Padre Fray Francisco de Velderrayn, Vicario de Choro Graduado,
hijo de la misma Santa Provincia. Impreso en Vitoria en 1770.
VIII
DEL MODO DE TOCAR LAS CAMPANAS
"620. Las Campanas contribuyen a la solemnidad de los
Oficios Divinos, assí como las demás ceremonias,
según la graduación que tuvieren en el Rito, distinguiendo
las fiestas muy solemnes de las que son inferiores en Rito; como
también lo festivo de lo fúnebre. Sirven también
para los actos peculiares, que tienen las Comunidades: para lo
qual hay quatro modos de tocar las Campanas. El primero, es,
tocarlas a vuelo: esto es, empinando las Campanas. El segundo
es a medio vuelo, sin empinar las Campanas. El tercero es tocándolas
a pico, esto es, sin empinarlas, ni aun a medio vuelo, sino picando
la Campana con poco movimiento. El quarto modo es el tocarlas
repicando sin movimiento de las Campanas, sólo con las
manos, y la lengua de la Campana, en señal de regocijo.
621. Del primer modo se tocan las Campanas, en todas las festividades
solemnes de primera, o segunda classe, a Vísperas, y Maytines,
haciendo tres pausas, más o menos largas; según
fuere la solemnidad. A Vísperas, y Maytines, después
de las tres pausas dichas, se toca la segunda Campana sola, y
después la tercera, que se llama Campana del Choro. En
estos días tales se tocan lo mismo a las nueve, antes
de Tercia, haciendo dos pausas; pero a Laudes en qualquier día
se toca sola la Campana mayor.
622. También se tocan a vuelo en las Procesiones festivas
y de Rogaciones. Del segundo modo, que es a medio vuelo, se tocan
en todo lo que pertenece a los Oficios de Difuntos. Del tercer
modo, que es a pico, se toca la Campana mayor al Prefacio de
la Missa y en otras funciones, según huviere costumbre.
Todas las veces, que la Comunidad se huviere de juntar, para
algún acto particular, fuera del Oficio Divino, como para
dar el Hábito, o Professión y administrar el Viatico,
&., se toca la Campana, que llamamos de Comunidad a pico.
Para las Horas menores se toca la Campana menor del Campanario
a vuelo; y para Maytines, y Vísperas, y otras funciones,
lo mismo la Campana mayor.
623. También se toca a pico la Campana de Comunidad,
quando los Hermanos Novicios, Legos &., huvieren de comulgar
en la Missa Conventual, o en qualquiera otra Hora. Quando huviere
Sermón a Missa mayor, haviendo primero preguntado al Prelado,
y al que ha de predicar, se tocará la Campana mayor la
noche antes después de las ocho a vuelo o a pico, haciendo
pausas por un largo espacio; y aunque Zamora dice que se toque
la Campana por espacio de una hora, mas esto se debe entender
en los Conventos que están en los Pueblos; porque en los
demás, será suficiente el tocar dos o tres pausas
largas.
624. En la Octaba de Pentecostes se toca la Campana de Comunidad
a pico, para que todos asistan al Hymno: Veni Creator, assí
a Tercia, como a Vísperas, todos los ocho días.
Los Sábados, que no fueren fiestas de guardar, o si lo
fueren, los Viernes se toca la Campana de Comunidad antes de
Víspera, para barrer los Dormitorios, a que deben salir
todos; y para este efecto, se toca la misma Campana a pico un
rato, y luego otro rato a vuelo, o pico; y lo mismo para el silencio.
625. El quarto modo, es el tocar las Campanas repicándolas.
Este modo de repiquete se usa todas las veces que llegare alguna
noticia de especial honra, como Canonización de algún
Santo de la Orden, o quando se ha hecho a nuestra Religión,
o a algún Individuo de ella alguna honra particular, como
de Obispado, Capelo, &., y quando el regocijo es común
en toda la Santa Iglesia, por algún progresso especial
a favor de la Fe Cathólica.
626. Todos los días se toca la Campana mayor a la Aurora,
al medio día y al anochecer, para la Oración Angelus
Domini, que llamamos de las Ave Marías. A la Aurora o
Alba se toca prolijamente la Campana mayor a pico, sin dar vuelta,
haciendo algunas pausas, y después se pica dando treinta
y tres golpes, según costumbre, en significación
y memoria de los treinta y tres años que vivió
nuestro Salvador en este mundo: al medio día, y al anochecer
se toca tres veces a pico, para el mismo efecto, dando tres golpes,
haciendo pausa entre una y otra vez.
627. En quanto a rezar las Ave Marías, para ganar las
Indulgencias, es de notar, que todo el año se han de rezar
de rodillas, excepto el tiempo de Pasqual, los Sábados
por la noche y los Domingos por todo el día, según
la disposición de Benedicto XIV.
628. Aunque Benedicto XIII y otros Papas anteriores mandaron,
que todo el año sin diferencia se rezasse de rodillas
las Ave Marías, pero oy por nueva disposicion de nuestro
Santíssimo Padre Benedicto XIV se deben rezar en pie o
de rodillas en la forma sobre dicha.
629. Dice más este Papa, que en tiempo Pasqual en lugar
de Angelus Domini y las tres Ave Marías se rece en su
lugar la Antiphona: Regina Coeli Laetae, etc., con su verso y
Oración correspondiente; pero los que supieren dicha Antiphona,
y Oración cumplirán lo mismo rezando: Angelus Domini,
etc. como otras veces. Todo lo dicho consta por Decreto de Benedicto
XIV, expedido en 20 de Abril de 1742; como también las
Indulgencias rezando las Ave Marías, assí las parciales,
que por cada vez son cien días, como la plenaria, que
una vez al mes concede, precediendo la confesión, y sagrada
comunión, como consta por su Decreto, que es como se sigue.
630. "Omnes Christi fideles urriusque sexus, semel in
mense (ad arbitrium) vere confessi, ac sacra comminione refecti,
recitantes, ad signum falutationis Angelieae, in meridie, vespere,
&. Adrora Antiphonam: Angelus Domini, etc. ter Ave Maria,
a Vesperis Sabbati, &. per totam Dominicam stando, aliis
vero diebus genuflexi, lucrantur Indulgentiam plenariam &.
in singulis vicibus centum Indulgentiam dies. Per totum tempujs
vero Paschale felicet, a Vesperis in Sabbato Sancto, usque ad
primas Vesperas Sanctissimi Trinitatis loco supradictae Antiphonae
recitent stando Antiphonam: Regina Caeli laetare, etc. con su
Versu &. Oratione: Deus qui per Resurrectionem etc. nescientes
autem dicant supradictam Antiphonam: Angelus Domini etc. ut supra,
& acquirent casdem Indulgengetias".
631. Quando falleciere algún Religioso en el Convento
se tocan las Campanas a medio vuelo, y no a vuelo: luego que
muere se tocan prolijamente todas las Campanas juntas, y luego
sola la Campana mayor, y después lo mismo la segunda,
y luego la tercera, cada qual de por sí y después
todas juntas, como al principio, en un rato largo, y no se tocan
más por entonces; pero después en diversos tiempos
se vuelven a tocar, hasta el tiempo del Entierro; como también
se tocan antes que se junte la Comunidad para el Entierro, y
quando van a la Iglesia con el féretro.
632. Después de la Missa del Entierro se tocan las
Campanas todo el tiempo, que se cantan los Responsos, y durante
el tiempo del Entierro, hasta que del todo se concluya. Zam.
lib. 4 pag. 106; y cesarán las Campanas quando la Comunidad
va a la Sacristía con el Psalmo: Deprofundis, que se dice
en tono baxo.
633. Es costumbre muy loable de esta Santa Provincia, que
cuando el Difunto está en la Capilla antes del Entierro,
ora sea después de comer o cenar, el que vaya la Comunidad
a donde está el féretro, y allá se le canta
un Responso; y entre tanto, se tocan también las Campanas.
634. El día de todos los Santos, al tiempo que se canta
el Cántico Magnificat del Oficio Divino, se tocan todas
las campanas y se están tocando durante las Vísperas
de Difuntos; y hanse tocar también por la tarde a trechos,
haciendo cada vez alguna pausa moderada; y por la noche se tocarán
tres veces, haciendo entre una, y otra gran intervalo; y otro
día por la mañana muy temprano otra vez, y durante
la Procesión y Responsorios, que en ella se cantan, excepto
a las Oraciones.
635. En los cinco Oficios generales de Difuntos, que todos
los años se dicen en nuestra Orden por los Bienhechores,
Padres, y Madres de los Religiosos, se tocan las Campanas a la
Absolución, que se hace después de la Missa, se
toca la Campana menor mientras se dicen los Responsorios por
el Claustro en tono baxo, y cessa la Campana mientras el Preste
dice las Oraciones.
636. Quando alguna persona secular se huviere de enterrar
en nuestros Conventos, en sabiendo de su muerte se tocará
la Campana mayor (como no sea de noche) haciendo tres pausas
en diversos tiempos; como también quando reciven el cadáver
en la Portería, y quando el Preste comienza: Non intres
in judicium etc. hasta que se acabe el Entierro. El como le debe
hacer el Entierro de los Seglares en nuestros Conventos, véase
en nuestro Manual; como también el como se ha de recivir
al Señor Obispo Diocesano, al Ministro y Comissario General
la primera vez que llegaren a nuestros Conventos".
NOTAS
1.- ARCHIVO OBISPADO DE PAMPLONA. Secretario
Mazo. Caja 621.Leg. 18.
2.- "Sepan quantos esta carta de Poder
vieren como nos el Concejo y regimiento de cavalleros Hijosdalgo
y Vezinos particulares de la noble y leal Universidad de yrun
Urancu estando como estamos juntos y congregados dentro de la
yglessia parrochial desta dha universidad a son de Campana tañida
como lo havemos y tenemos de usso y costumbre de nos juntar para
tratar y comunicar las cossas conbinientes al servicio de Dios
nro. Señor y de su mag. y bien de nra. republica...".
ARCHIVO PROTOCOLOS OÑATE. Leg. 1530 fol. 65 Irun.
3.- AZKUE, RESURRECCION Mª DE. EUSKALERRIAREN
YAKINTZA. Espasa-Calpe, S.A. pag. 201. MADRID. 1959.
4.- Idem. Pag. 90.
5.- Idem. Pag. 36. Antxon Aguirre Sorondo, miembro de la sección
de Antropología de Eusko Ikaskuntza |