Los profesionales de los Archivos para los que la misión principal es difundir el patrimonio que conservan y describen, se posicionan decididamente en hacer partícipes a los investigadores del valor de la fotografía, entendida ésta como un registro más de la historia y con un grado de subjetividad relativamente bajo, por ello valoran este documento como un importante elemento de transmisión de la información.

Es un hecho que el documento escrito en exclusiva no es ya el paradigma del rigor histórico. Continuamente las fuentes escritas quedan sometidas, en razón a la subjetividad que toda autoría con lleva, a revisiones y estudios que permitan entresacar de ellas la justa y objetiva información que contienen. Por todo ello los fondos de imágenes existentes hoy día en los archivos y procedentes de fuentes diversas se nos presentan como documentos más plurales y versátiles para los estudiosos y escritores de la nueva historia.

El Archivo del Territorio Histórico de Alava, orgánicamente encuadrado en el departamento de Cultura y Euskera de Diputación Foral de Alava, en los últimos años ha visto incrementado sus fondos con dos importantes archivos fotográficos. Gerardo López de Gereñu Galarraga y Alberto Schommer Koch. Cada unos de ellos, en razón a su procedencia o causa de su generación, tienen su carácter propio, singularidad y volumen determinado.

El fondo fotográfico Gerardo López de Guereñu Galarraga comprende aproximadamente 20.000 imágenes obtenidas en el desarrollo de su actividad de investigador nato, para quien la máquina fotográfica le proporcionaba el medio óptimo para dejar anotado con rigor exacto el arte, escenas etnográficas y el paisaje del País Vasco que se situaba ante sus ojos.

Su archivo nos traslada a aquella Alava de los años 1940 a 1950 y cada pueblo alavés está representado en imágenes que reflejan el patrimonio histórico, artístico y etnográfico. Hombres y mujeres que se afanan en las labores cotidianas de carácter agrícola. A finales de 1998 quedará concluido el proceso de tratamiento de estas imágenes que ha consistido en la obtención de duplicados en negativos de 6x6, positivado de la colección y digitalización de 10.500 imágenes seleccionadas en razón a su gran valor testimonial para el estudio del arte y etnografía alavesa. A los documentos digitalizados ha quedado asociada una base de datos que permite el acceso rápido y fácil a la información por diversos criterios: clasificación, título, resumen, índices de materias, onomásticos, toponímicos, etc.

El archivo Alberto Schommer Koch fue objeto de donación a esta Institución Foral por su hijo, el conocido fotógrafo Alberto Schommer García. Este comprende aproximadamente 400.000 imágenes, generadas a partir de la actividad comercial que desarrolló esta firma entre los años 1934 y 1981.

Nuestro punto de partida fue arbitrar un programa informático que nos permitiera una descripción somera de la totalidad del fondo y acercarnos a la realidad de sus contenidos temáticos y al estado de conservación de los soportes. Una vez llevadas acabo estas primeras actuaciones, se ha conseguido que el fondo quede encuadrado en las realidades histórico-sociales que sus imágenes representan y en las que se desenvolvía esta casa comercial. Por otro lado, ha quedado certificado el valor histórico del mismo, dado que, independientemente de que se trata de un archivo de imágenes-reportaje, esta firma comercial estuvo presente en todo acontecimiento civil, administrativo, económico-financiero, industrial, festivo, cultural, colectivo-social, religioso, etc., de la historia más reciente de Vitoria (1940-1981).

Los programas que hasta el momento se han llevado a cabo en este fondo fotográfico nos han permitido valorar y estimar unas series temáticas concretas que en razón a su interés social, volumen de información y actual estado de conservación están siendo organizadas, positivadas y descritas. Este año ha quedado concluida y disponible al público la serie temática Fiestas y Sociedad, más de 10.000 imágenes, positivadas en 15x20 y debidamente catalogadas.

Se añaden a estas imágenes aquellas generadas por encargos privados y que reflejan la vida cotidiana: bodas, bautizos, comuniones, reuniones familiares, etc.

Una sección diferenciada del resto de las imágenes son 80.000 retratos identificados nominalmente, cuya información está disponible para el público en una base de datos. En 1999 se tratará esta sección, analizando de cada imagen los valores estéticos, artísticos y documentales que presentan, y se reinstalarán a fin de lograr su correcta conservación, potenciando así su difusión.

En nuestra actuación priman los valores informativos de las imágenes; los valores estéticos, sin dejar de ser importantes, quedan relegados. Previa a la fase de difusión, procedemos a exhaustivas investigaciones en las fuentes escritas bibliográficas y hemerográficas que nos permiten identificarlas, relacionar la imagen-reportaje con el objeto y tema concreto así como ubicarlas en el espacio y tiempo adecuados. En esta fase de descripción están siendo de gran valor las fuentes orales; el Archivo ha contactado con personas que conocieron de cerca los hechos que reflejan las imágenes y participan de forma activa en esta fase.

Superada las fases precedentes trabajamos, como fórmula de difusión de fondos de imágenes, la organización de exposiciones y ediciones de libros. Son formas de transmitir a un sector más amplio de la sociedad una parte de nuestra historia en imágenes. Para ello aplicamos en la presentación de las fotografías seleccionadas valores creativos en los que participan los estéticos e interpretativos del cómo, cuándo y dónde se desarrollaron los hechos.
Nuestros archivos están abiertos a la conservación y transmisión de este tipo de documentos. En nuestro proceso de selección primarán sus valores intrínsecos de investigación científica y cultural intentando que cada estudioso pueda obtener de cada imagen su propia lectura.