El cine medio social
Muchas veces, y en muy diferentes localidades
se me ha preguntado: ¿Qué pasa con Ama Lur? ¿Cuándo
se proyecta la película?
Y lo mismo que se me pregunta a mí, yo pregunto a otros y todos
nos preguntamos a todos como si todos y cada uno de nosotros fuéramos
los que tuviéramos que saber pelos y señales a cerca de la
película, de su realización, de su terminación, de
su presentación al pueblo.
Ello quiere decir que existe un interés enorme por ver hecha realidad
la película.
Existe un auténtico hambre de películas con temas vascos.
Creo que en esta etapa de Ama Lur, todos absolutamente todos, somos
accionistas de su financiación, los unos materialmente y los otros
espiritualmente.
Sé que la película está terminada. Sé que
ha habido necesidad de algunos retoques. Y sé que los directivos
de la sociedad distribuidora Ama-Lur están interesadísimos
en que cuanto antes salga la película a las pantallas de nuestros
cines. De otras preguntas que pudiéranseme hacer, sé y no
sé, y para no poder decir lo exacto prefiero callar porque es bueno
aquello de que «la verdad a medias es la peor de las mentiras».
Entonces, entiendo que es acertado escribamos sobre tema tan importante
y mucho más desde estas columnas de Txistulari, que trata
de ponerse en un plano de servicio al pueblo.
Quiero, por ello, ir ofreciendo una visión de todo aquello que
esté relacionado con la película.
Primeramente, vamos a estudiar, brevemente la significación social
del cine. Posteriormente, hablaremos de cómo se hizo Ama Lur,
y en una tercera etapa expondré mi particular punto de vista para
enjuiciar a Ama Lur como película vasca.
El cine es un arte. Mucho se ha escrito sobre ello y creo no es necesario
volver a alabar el séptimo arte.
Y además de arte, superando a ese concepto, el cinematógrafo
es un poderoso medio informativo y las películas órganos formativos
o deformativos.
El cine, además, es un medio social y como tal, necesario para
una sociedad. Y fruto de esa necesidad es el amplio desarrollo que ha tenido
con sus técnicas de presentación, de realización, de
concepción.
El cine, pues, es un instrumento que la sociedad debe utilizar. Por ello,
la sociedad vasca tiene el derecho y el deber, de cara a una conciencia
popular, la suya y la de todos los pueblos del mundo, de utilizar ese medio
audiovisual.
El ojo fotográfico de las cámaras debe recoger el ser del
paisaje de la tierra vasca; nuestra música, nuestros temas, la mentalidad
de nuestras gentes, nuestras costumbres, nuestros artistas, etc. deben estar
adheridos a las películas que con el sustantivo de vascas se rueden
en el mundo.
No podemos hablar de la evolución del lenguaje cinematográfico
vasco, ni de un neorrealismo vasco, ni de cibernética de tal o cual
director, ni de tantos logros de la cinematografía de otros países,
culturas y pueblos, puesto que el nuestro está en los balbuceos de
su propia cinematografía.
Sabemos que el cine es un arte caro. Ello precisamente porque es un arte
utilitario, de masas, y como tal se debe plantear. Y ¿esta carestía
ha podido ser una de las razones por las que no existía conciencia
para realizar cine vasco?
Precio de Ama Lur
La respuesta a esa pregunta está en la exposición que vamos
a hacer de cómo surgió Ama Lur.
Con el objeto de tener una información completa nos hemos dirigido
al despacho de Don José Luis Echegaray Pagola, quien amablemente,
en una cordial conversación. nos ha ido dando datos, confirmando
hechos, hablando con mucho calor y cariño de esta película
hecha por el pueblo vasco para todo el mundo. De la charla mantenida hemos
concretado los siguientes puntos.
Díganos, primeramente, cómo surgió la idea de
realizar Ama Lur.
Néstor Basterrechea y Fernando Larruquert son dos artistas que
han tocado el campo de la escultura, pintura y música, cada uno en
su especialidad. Igualmente, el gran Jorge Oteiza había tenido una
decidida actuación en la vanguardia del arte contemporáneo
vasco. Pero los esfuerzos estaban dispersos. Y he aquí que Basterrechea
y Larruquet se unen, se compenetran para iniciar una serie de cortometrajes
cinema tográficos. Así surgen Pelotari y Alquézar,
realizaciones que han obtenido premios en varios certámenes cinematográficos.

Nestor Basterretxea y Fernando Larruquert durante
el rodaje de Ama Lur
Había, pues, una probada y premiada personalidad artística.
Entonces, Basterrechea y Larruquert pensaron: ¿Por qué no
hacer un largometraje sobre el País Vasco?
La idea estaba ya, había nacido en ese momento Ama Lur.
Se conectó con Oteiza quien iba a colaborar de una forma decidida.
Nacía también el problema económico ¿Cómo
se solucionó señor Echegaray?
Creo que pensaron hacer una lista de posibles contribuyentes a esta obra
y, enviaron por correo 4.000 circulares exponiendo la idea e invitando a
unirse a la tarea común; contestaron positivamente 45, con un capital
total de cerca de 125.000 ptas. El ensayo pues -por desgracia- había
fracasado. Yo personalmente recibí la circular de los artistas y
me hizo tal impacto que conecté con ellos y cambié impresiones
sobre lo que se deseaba hacer. Consideré que el problema económico
había que abordarlo de otro modo.
¿Cómo se orientó el nuevo planteamiento...?
Hablé de todo ello con mi buen amigo Ándoni Esparza.
Teníamos el hecho de que contábamos con unos artistas dispuestos
a trabajar en algo tan importante como era el realizar una película
vasca con garantía artística, y por otra parte la importancia
social del cinematógrafo. ¿Qué hacer?. . . Propusimos
el siguiente planteamiento: Que nosotros financiáramos la película
que ellos debían de realizar; por parte del equipo financiero no
se ponía ninguna limitación a la concepción de los
artistas.
Creo entender, pues, que incluso se pagaba el trabajo de todos los
que trabajasen en la película.
Efectivamente. Para que una cosa salga bien es preciso hacer bien las
cosas desde el principio.
Aceptada la idea por ambas partes, cuáles fueron los siguientes
pasos....
Nos reunimos en Elorrio, Andoni Esparza, don Cástor Uriarte, Iñaki
Hendaya y yo. De aquella reunión se llegó a los siguientes
acuerdos:
1) Constituir la sociedad Distribuidora Cinematográfica Ama Lur S.A.
2) Que esa sociedad fuera totalmente popular por lo que se emitirían
acciones por valor de 100 ptas. cada una.
3) Que el lema de la película sería: «Película
del pueblo hecha por el pueblo».
Allí se hizo la aportación inicial para la sociedad con un
total de 302.000 ptas., y era el momento de echara andar.
La manivela dio la primera vuelta y ustedes iniciaron el capítulo
de financiación
Efectivamente. La película está terminada desde el mes
de septiembre de 1967. A los socios, desde su fundación, se les ha
enviado una información periódica y completa de la marcha
de la sociedad y creo que podemos estar satisfechos de lo realizado.
Sr. Echegaray, me podría facilitar algunas cifras de Distribuidora
Cinematográfica Ama Lur S.A. ?
Siento mucho no tener en mi despacho el total de cifras (nos encontrábamos
en su oficina profesional), pero de las últimas contabilizadas hasta
la fecha son las siguientes:
Número de socios: 2.200.
Aportaciones de capital: 4.900.000 pesetas.
Costo de la película: Rebasa los 5.000.000 (desde su comienzo se
ha encarecido en 2 millones).
Gastos de promoción: 500.000 ptas.
Una vez que la película cumpla todos los trámites de censura
y requisitos oficiales, se ha pensado en su comercialización?
Indudablemente que sí. Para ello se ha pensado cederla a una distribuidora
para que pase por la cadena de cines de la misma. Queremos que todos aquéllos
que deseen ver la película puedan disfrutar de la misma se hallen
en Vizcaya o en el Japón.
Película vasca
¿Cuáles son, o cuáles deben ser, las características
para que una película sea vasca?¿Es película vasca
Ama Lur?
Es indudable que cuando la película esté en las pantallas
los críticos darán su opinión, y el público
por supuesto también. Y creo que entonces se enjuiciará la
obra con estas palabras: «Está bien. . .»; «es
una película buena»; «formidable de principio a fín»;
o por contra, las expresiones pueden ser también de censura si no
agrada el film. Y entonces será conveniente que todos nos preguntemos
si verdaderamente la película es vasca. Inicialmente, y sin meternos
en honduras, fácilmente podemos enjuiciar a una película en
cuanto a su vasquía o no, ya que el tema, la música, el idioma
a utilizar en los relatos y diálogos deberá ser vasco. Podremos
exigir más a la película, pero el primer objetivo está
cumplido si existen esas tres condiciones de tema, música e idioma.
En un nivel popular la película deberá tener temas populares
conocidos o desconocidos, pero sí, sembradores de una inquietud para
conocer mejor a nuestro pueblo en todas sus facetas de vida.
Y en un nivel más alto, para personas de una cultura superior,
Ama Lur deberá ofrecernos esencias intelectuales. La estética,
la nueva concepción del arte, todo deberá estar si no absolutamente
sí a lo menos en el deseo de iniciación para mejores empresas;
en definitiva que la clase intelectual del País deberá vivir
una insatisfacción cultural que le encamine a mejores logros en el
estudio, en la unión de esfuerzos, en el deseo de creaciones culturales.
Ama Lur, creo yo, podrá estar más o menos bien -siempre
creo que con una decencia extraordinaria- con mejores o peores aciertos,
con unas metas logradas; y podrá criticarse su técnica cinematográfica,
y su desarrollo expositivo. A pesar de todo ello, con todo ello si se quiere,
quedará claro que Ama Lur lleva un mensaje cultural y emocional
para el vasco, y para quien no lo es supondrá la apertura de nuevos
horizontes de conocimiento de este nuestro pueblo. Ese mensaje cultural
y emocional para el vasco es la característica más fiel de
que, en principio, Ama Lur es película vasca.
Por ello, para la cinta, para los hombres que forjaron su inicio, para
los socios de la Distribuidora y para sus rectores, para los espectadores
en potencia, mis mejores deseos de que todo salga bien. Yo, ya desde ahora,
estoy aplaudiendo a la película, y le deseo los mejores triunfos. |