Nació en Tánger -Marruecos-, en 1946. Crítico cinematográfico
de la revista Triunfo desde 1970 hasta el cierre de la publicación,
lo fue también de El País durante cinco años,
actividad que abandonó en 1985 para dirigir el Festival Internacional
de Cine de San Sebastián durante cinco ediciones.
Ha profundizado en la Historia de cine español con sus libros:
18 españoles de posguerra, escrito en colaboración
con Fernando Lara; Venturas y desventuras de la prima Angélica;
Carta abierta a Berlanga; Jaime de Armiñan, o con las
series para TVE: Memorias del cine español, emitida en 1977
y 1981 y Queridos cómicos, emitida en 1993 y 1995.
En 1993 pasó a ocupar el cargo de Asesor General del Festival
Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, bajo la dirección
de Manuel Pérez Estremera.
En febrero de 1995 fue nombrado Director del Festival tras la dimisión
de Manuel Pérez Estremera.
¿Qué novedades destacaría de la 46ª edición
del Festival de Cine de San Sebastián? ¿Por qué han
elegido a Mikio Naruse para una de las retrospectivas?
Las novedades de cada edición son las de su propio programa; desde
hace años mantenemos una misma estructura del festival en la que
se combinan las peliculas más recientes con cuidadas retrospectivas
que tratan de descubrir pasajes desconocidos u olvidados del mejor cine.
En ese sentido, la personalidad cinematográfica de Mikio Naruse nos
ha parecido muy adecuada, ya que, con una sensibilidad e inteligencia admirables
logró reflejar la forma de vida de personajes marginales o con dificultades,
especialmente la mujer.
En este mismo sentido, ¿han querido demostrar con la retrospectiva
temática dedicada a la Gran Comedia Italiana que se puede hacer buen
cine con pocos medios?
La comedia italiana de posguerra es, a nuestro juicio, un punto altísimo
de inteligencia cinematográfica y social, puesto que, abordando directamente
la realidad, supieron también hacer reír. Hoy pueden verse
aquellas películas con la misma frescura que en su momento pero con
el valor añadido de descubrir una época en la que la supervivencia
daba paso a la picaresca. Más que querer demostrar que el buen cine
no necesita obligatoriamente de grandes presupuestos creo que podrá
apreciarse cómo la inmediata realidad es más interesante que
la búsqueda de ideas sofisticadas.
¿Cómo cree usted que ve la industria cinematográfica
norteamericana los festivales de cine europeos, realmente le importan?
La industria norteamericana apoya los festivales europeos, ya que le
sirven de plataforma de lanzamiento de sus productos, situándolos
preferentemente en el Festival de Berlín, que coincide en fechas
con el lanzamiento europeo pre-Oscar, o en Venecia, como adelanto a la temporada
invernal.
¿Es necesario ser nominado para un Oscar para que se reconozca
la trayectoria artística de una persona del mundo del cine?
Los Oscars tienen un efecto comercial immediato pero no son prueba de
reconocimiento imprescindible. De hecho, algunos de los más grandes
creadores cinematográficos de la historia no han tenido Oscar alguno.

Fachada del Teatro Victoria Eugenia, sede del Festival
¿Cómo ve usted el futuro del Festival, teniendo en cuenta
que el Palacio de Congresos Kursaal representará al San Sebastián
del nuevo milenio? ¿Cree usted que trasladar la sede del Festival
a este moderno edificio marcará un punto de inflexión en su
historia?
Evidentemente el traslado al Kursaal repercutirá en muchos aspectos
del Festival y creo que en su mayoría positivamente. Las infraestructuras
actuales son insuficientes, así como las prestaciones que desde ellas
pueden darse. Un ejemplo clarísimo de esta insuficiencia son las
instalaciones del departamento de prensa, que cambian cada año.
La mecánica de selección de películas no es una
tarea sencilla. ¿Qué criterios siguen?
Los criterios de selección son inevitablemente subjetivos, aunque
en primer lugar prevalece el criterio de presentar en el festival aquellas
películas que puedan aportar una visión interesante o nueva,
sin olvidar el debido tributo al espectáculo, tan arraigado en la
población donostiarra. Por otra parte, un festival de clase "A"
debe amoldarse a una legislación que establece fuertes condicionamientos.
Nuestro comité está compuesto por cinco personas, todas con
actividades paralelas en el cine y variopintas entre sí .
¿Cuáles son los criterios que siguen para la selección
del jurado?
El jurado oficial debe estar formado por profesionales de reconocida
solvencia y de ámbitos distintos en el proceso creativo de una película,
así como de diferentes países. El jurado de Nuevos Directores
debe reunir las mismas condiciones, aunque en este caso sus componentes
suelen ser teóricos o analistas.
¿Qué trayectoria comercial suelen seguir las películas
premiadas en el Festival?
No hay norma. Algunas películas reciben un espaldarazo promocional
muy intenso, mientras que otras no logran estrenarse. En este sentido no
hay diferencia alguna con otros festivales.
Defina el tipo de festival que ofrece San Sebastián en cuanto
al público que acude y en cuanto a los personajes del mundo del celuloide
que lo visitan.
El tipo de público que acude es normalmente variado. De hecho,
el Festival se ha transformado en una actividad enormemente popular. Los
profesionales del cine que lo visitan, si han sido propuestos por el Festival,
vienen siempre en relación con el programa de cada año, pero
son muchos más los que por su cuenta no quieren dejar de conocer
el Festival o de establecer en él sus contactos.
¿Qué aporta el Festival de cine a San Sebastián?
El Festival aporta a la ciudad en primer lugar una fiesta cultural que
cubre todas las edades y gustos por el cine. Por otro lado, pingües
beneficios económicos y, finalmente, una reputación internacional.
¿Qué tiene el Festival de San Sebastián que no
tengan otros festivales del mundo?
Creo que el Festival de San Sebastián tiene unos elementos que
le son propios y que han conquistado ya a muchos cineastas: en primer lugar,
su justa dimensión, todavía "humana", frente a otros
festivales mastodónticos en los que cada invitado o visitante no
pasa de ser un simple número.
Por otro lado, tiene este Festival un aspecto de doble dimensión
que le hace también especial: su cinefilia volcada esencialmente
en las retrospectivas y el hecho de que éstas sean arriesgadas, es
decir, que no se apliquen a "cartas marcadas", a cineastas cuyo
sólo enunciado garantice el éxito. Aunque este afán
por el descubrimiento se aplica igualmente a otras secciones, es en las
retrospectivas donde puede apreciarse que no se trata sólo de una
solución de emergencia, sino de un deseo consciente.
Finalmente, una tercera característica le hace único en
el panorama de los festivales de clase "A". Su afán por
ser una tribuna popular, y la magnífica respuesta que el público
da a ese empeño. Los periodistas y los cineastas no se sienten aislados
en su clásico bunker, sino que se entremezclan con el público.
El ejemplo más emblemático es el de las proyecciones en el
Velódromo de Anoeta donde, además, muchos miles de niños
han descubierto ya la magia y la grandeza del cine. Es, pues, este festival,
en comparación con otros, el más arriesgado y el más
popular.
Diego Galán es director del Festival Internacional
de Cine de San Sebastián |